34.- Salida familiar

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Estamos en el hospital. Cuando volvimos a casa el doctor de Matty pidió que le hiciéramos unos exámenes a mi hijo para saber si iba mejorando. Hoy nos dan los resultados de esos exámenes. Espero buenos resultados porque Matty ha estado de lo más bien. Si no fuera por el medicamento que tiene que tomar diario y las terapias a las que tengo que llevarlo, diría que no está enfermo. Es un niño alegre y activo que disfruta jugar con su hermana y con sus padres. La enfermedad no ha afectado mucho su crecimiento. Según los libros de padres, Matty hace todo lo que un niño de casi tres años debe hacer. 

De verdad que tengo muchas esperanzas en esta cita al médico. No creo que mi hijo ya esté completamente sano, pero creo que esta en camino a eso.

La vida ya ha recuperado su rutina. Yo hago clases de lunes a viernes, salgo a las cinco de la tarde y voy a buscar a los mellizos a casa de mi madre. Jace a veces sale un poco más temprano que yo así que él va a buscar a los niños. En verdad nos estamos coordinando muy bien él y yo. 

Ahora son las seis de la tarde de un día martes. Jace salió a las tres y fue a buscar a los mellizos a casa de mi madre para después irme a buscar a mi trabajo. Nos quedamos conversando unos minutos con Ed, abuelo de Jace y director del instituto en donde trabajo, y ahora estamos aquí en el hospital.

No es lo mismo trabajar sin tener a Cameron a mi lado. Era el único amigo que tenía en el instituto. Siempre estábamos juntos, revisando exámenes o planificando una clase. Los alumnos siempre decían que nuestra amistad era rara porque yo soy la profesora de literatura y él de matemática. Los números y las letras no se llevan bien o al menos eso dicen. 

El muy idiota de Cam solo llamó para avisar que había llegado bien. Eso fue hace días. No ha vuelto a llamar. El último mensaje que me envió decía "Necesito algo de tiempo para ajustarme a no estar con ustedes" No entendía a que se refería hasta que empezó a ignorar mis mensajes y mis llamadas. Juro que si algún día vuelve a llamar lo insultaré por lo imbécil que es. Si es que llama se encontrará con una Maddie muy enojada. Será mejor que llame a Jace o le gritaré por teléfono.

-¿En qué piensas?- interrumpe mis pensamientos Jace.

Lo miro y está en el suelo del hospital con los dos niños. Estamos en la sala de espera. El doctor nos llamará en cualquier minuto.Los niños y él están jugando y pintando un libro de dibujos. Sonrío. Jace no podría ser mejor padre para mis hijos.

-En Cameron- digo poniendo los ojos en blanco- Sigue ignorando mis llamadas el muy idiota.

-Dale un poco de tiempo- dice él tranquilamente- Cameron llamará. Estoy seguro de eso.

Asiento. Me doy cuenta de que Jace y yo somos muy diferentes en algunos aspectos. Por ejemplo, él siempre es quien mantiene la calma y yo soy la que suelo explotar. Él es el comprensivo y paciente y yo... bueno todo lo contrario. Ya ven como reaccioné ante lo que pasó con Cam.

Jace me da una pequeña sonrisa y golpea con su mano el espacio que hay a su lado. Me siento junto a él y me abraza. ¿Cómo puede saber todo lo que necesito con solo mirarme?

-Sólo quiero saber si está bien- digo mientras seguimos abrazados.

-Lo está, Maddie. Lo está.

Otra cosa. Él siempre es el positivo y yo la negativa. Pero como dice el dicho, los opuestos se atraen. Es pura física. Aunque creo que si es el correcto opuesto se atraerán.

Nos separamos y nos encontramos con el doctor que nos está mirando con una sonrisa en su cara. Nos levantamos del suelo y tomamos las cosas de los niños y a los mellizos obviamente. 

-¡Hola!- grita Matty al doctor.

-¡Hola!- repite Mia poniéndose junto a su hermano.

El doctor sonríe y despeina el cabello de mis dos hijos. Eso los hace reír. Me pregunto si el doctor tendrá hijos porque parece que sabe exactamente como trabajar con ellos, aunque claro es específico de la sección infantil.

Sorpresas de la vida (SDLV #1)Where stories live. Discover now