La ridícula idea de perderte. 9

2.1K 86 11
                                    

Cuando César llegó temprano al foro al otro día, las maquillistas se mofaban de él diciendo que había tenido una noche bastante candente porque las ojeras hablaban por si solas. El corrector de ojeras se usó un poco más esta vez, así que el día se le hizo el doble de largo por el cansancio que portaba.

Cuando llegó a su casa ya de noche, mientras se dirigía directamente a su habitación para darse un baño y dormir como lo estaba deseando, se encontró a su esposa preparándose para salir.

-¿A dónde vas tan arreglada?
-Hola Vivian, como estás. Que tal tu día porque no te vi. Es más anoche llegué tarde a casa y hoy me fui temprano pero... -César revolea los ojos y se acerca a saludarla con un beso corto- Voy a salir con mis amigas. ¿Por? –se empezaba a maquillar en frente al espejo-
-Quería saber. ¿Con quién vas?
-Vamos César, no estoy de humor para que intentes fingir que te importa. –en tono irónico-
-Me importa por eso lo pregunto. –buscaba su toalla para bañarse-
-Que te baste saber con qué voy a salir y pienso pasarla bien.
-Te voy a preguntar algo pero no te lo tomes a mal, por favor. ¿De cómo fuiste ayer a Televisa?
-se toma un momento para pensar, mirándolo por el reflejo-Porque quería ir, quería ver cómo iban tus cosas, no sé... no conocía casi nada de esta producción.
-Vamos, no estoy para que me mientas. Tu no actúas así... fuiste por algún motivo.
-En realidad me estaba yendo porque vi que estabas muy ocupado con tus escenas. Entré al set pero tú no me viste, y luego tu asistente me dirigió a tu camerino para que te esperara. Te quería dar una sorpresa... eso fue todo.

César puso en duda su inocente plan, aunque se sentía culpable por eso.

-¿Y Erika que hacía ahí?
-Ella tocó la puerta, me pareció raro porque como que sabía que yo estaba ahí. Llegaba con dos cafés... y pues, como no estabas me lo dio a mí. ¿Desde cuándo son amigos con Erika? Pensé que no te caía bien.
-No me cae bien. –se le vino Victoria a la mente- Solo somos compañeros y a veces revisamos las escenas juntos... -mentía-
-Mmm... pues bueno, me cayó bien, parece una buena mujer.
-asienta sin decir nada-Oye, tampoco era necesario el comentario sobre la novela nueva eh.
-Ya te habías tardado en meter a Victoria. No le hice nada de todo lo que en realidad se merece. ¿A todo esto, ibas a encontrarte con ella?
-Pero eres tonta o qué, no viste que estaba con ustedes en el camerino.
-Quizás y te agüé la fiesta.
-No digas tonterías y con respecto a la novela... la voy a hacer.
-No puedo creer que ni siquiera por tu hija no lo hagas. Carla apenas se olvidó todo lo que la hiciste ver...
-¿Qué siempre sí sabías?
-Por supuesto que sí, es mi hija y es obvio que se pondría de mi lugar porque primero que nada es mujer. –él se queda en silencio porque todo eso era cierto- Aparte de todo... tuve que ir porque aunque tú no me des mi lugar, yo si lo tengo que hacer. Estamos casados aún... aunque a veces ni parezca.
-Podías darte tu lugar sin tener que exponerte así y lo digo por ti. ¿Qué querías, encontrarte con Victoria? o andar recorriendo todo el foro diciendo que soy tu esposo. Vivian todo el mundo lo sabe, estoy casado contigo.
-¿Qué tanto te molesta que haya ido?
-No, realmente no me molesta, sino que no quiero exponerte a esas cosas.
-larga una carcajada cínica-Órale... desde cuando me cuidas tanto. Deja de excusarte, no querías que vaya para que tus mujercitas no me vean.

Se sentaba en la cama porque la plática estaba bastante interesante mientras pensaba... ¿Mujercitas? ¿En plural?

-Tú tienes tu lugar.
-Bueno sí, no está mal recordarlo. Ya, si estas molesto pues lo siento.
-Te digo que no me molestó, si me gustó verte, nomás no con Erika...
-Pues me cae bien alguien y justo tú, el galán de todas las mujeres, con esa justo no. Que mala suerte tengo eh. No soy amiga de Erika ni pienso serlo porque sabes que mientras más lejos esté de ese medio, más feliz soy. No soportaría estar ahí ni una hora completa y con respecto a la novela, Victoria debe estar acostumbrada a escuchar ironías mías... vamos, ¿ya pasaron cuantos años?

La ridícula idea de perderte. #VyCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora