Capítulo XXIV

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Enigmatic.


- Siento mi corazón bajo mi piel, y siento mi corazón latiendo. Me haces sentir... como si estuviera vivo de nuevo - Adventure Of A Lifetime de Coldplay.


Capítulo XXIV:


«Partes»

Volví a girar la nota, que solo se trataba de un viejo papel arrugado, y tampoco había nada del otro lado. Estaba confundida. Ese día, cuándo Hell trató de envenenar al grupo de apoyo de adolescentes de clase "A", me había dado una nota, pero esta, no decía nada en particular.

Esto no tenía sentido.

Arrugué la nota nuevamente y la guardé en el bolsillo de mi abrigo color morado, mientras observaba cómo la fila avanzaba lentamente.

Nos habían inyectado una estilo de bacteria contra el veneno hace unas horas, y ahora necesitábamos un refuerzo para ver si era muy grave o no.

La aguja era terriblemente grande, y te hacía sangrar bastante, pero habían otros en peor estado.

Logan Meson, era un claro ejemplo.

Estaba internado, con tres costillas rotas y con heridas severas de cadera. Sin contar que el veneno dañó su esófago y estuvo a punto de matarlo. Puesto que el siguiente efecto del veneno, era la corrosión.

Sí. Así de tóxico era el gas.

Por lo que había oído, Lord Lebrónt iba a dar otra charla. Pero era más que obvio, que este ataque, no iba a quedarse en el aire.

Muchas personas habían muerto y de la peor manera. La mayoría era "clase A" por lo que eran inofensivos, y tenían familia.

— Siguiente. — Pasé al primer lugar en la fila y la enfermera con el barbijo sobre la boca, inyectó la segunda dosis en mi brazo. — Siguiente.

Salí de la fila y me dirigí a la sala de Emergencias. Necesitaba ver a Ian lo antes posible.

Luego de preguntar por él en la secretaria, pasé por unas habitaciones individuales viendo cosas horribles. Habían muchos pacientes que tenían corroída la piel de las manos, las piernas e incluso la cara. Había gente que todavía vomitaba sangre, y había otros, en peor estado.

Me acerqué a la camilla Nº 23, donde descansaba un inconsciente Ian Zeen.

— ¿Cómo está él? — Le pregunté a la pelirroja, que estaba sentada a su lado. Tenía ojeras horribles en los ojos, y tenía vendada una parte del cuello: El veneno había comenzado a corroerla a ella también.

— No ha despertado, pero pudieron darle el antídoto. — Musitó Dana, lentamente. — No sabemos bien que sucedió, pero él pudo salir por la ventana, el veneno no alcanzó a corroerlo.

Lo miré detenidamente, descansaba con los parpados serenamente sellados, tenía vendada la parte del oído y estaba conectado al suero por intravenosa. — Te ves muy cansada, Dana. Yo me quedo con él, tú descansa un poco.

— Y tú tienes cara de demente, pero nadie te dice nada. — Escupió repulsivamente. La miré a ella por un segundo, y Dana suspiró. — No voy a dejarlo, ¿okey? Él es mi vida, y no pienso separarme de él nunca.

Asentí con la cabeza, mientras tomaba la mano de Ian entre las mías. Él se veía relajado, tranquilo, cómo si durmiera. No podía entender lo cerca que había estado de perderlo. Yo había tenido a Hell Rose frente a mí, y no hice nada.

EnigmaticWhere stories live. Discover now