Capítulo 2

995 74 11
                                    

- Quiero que llames a Jaejoong a mi oficina ni bien regrese de su almuerzo.

- Lo entiendo, señor Jung. -su secretaria acomodó los papeles que le había entregado segundos atrás. Anotando como siempre lo necesario.

Yunho volvió a dar una mirada disimulada al escritorio de Jaejoong; le molestaba encontrarlo vacío. Era algo que el otro nunca iba a saber, su relación no era más que física y así iba a quedarse hasta que encontrara un nuevo juguete con el cual pudiera entretenerse.

Al entrar a su oficina y sentarse en la silla que tan poderoso lo hacía sentir, comenzó a pensar en el lugar en que Jaejoong se encontraba en ese momento, o con quién.

Le irritaba saber que Jaejoong tenía a otras personas a su alrededor. Lo soportaría, si no tocaran a su juguete tan confiados, tan cercanos. ¿Sus manos no podían ir a otro lado que no fuera su cintura? Entendía que Jaejoong los incitara así con su belleza, pero podían controlarse.

En especial ese su amigo, Yoochun de contabilidad. Quizá debería dejarle más responsabilidades si seguía con el ánimo para estar tan cercano al otro. Probablemente en ese momento estaban haciendo sabrá Dios cuántas cosas que Jaejoong no debía hacer con ese hombre.

Golpeó fuertemente su mesa con su puño, moviendo algunas cosas sobre ésta. Soltó un suspiro y se dijo a sí mismo que debía calmarse. Estar enojado hacía que la razón se nublara y actuara de manera impulsiva.

En los negocios no era nada productivo actuar así.

Su mente volvió a la actualidad cuando escuchó sonar la puerta de su oficina. Se acomodó la corbata antes de indicar que era posible pasar.

- Sujoong me dijo que me mando a llamar, señor. -Jaejoong entró tímidamente a la oficina. No sabía qué había hecho mal, o qué le pediría ahora.

- Así es. Toma asiento. -señaló a los lugares disponibles frente a su mesa. Jaejoong obedeció, precavido como siempre. - Hay un negocio que me gustaría hablar contigo a solas, Jaejoong. En tu casa, ¿te parece bien?

- Yo -Jaejoong dudó. - S-sí. Está bien. ¿Podría ser alrededor de las nueve? -Jaejoong tragó duró cuando el otro hombre lo observaba, como si intentara leer su mente.

- ¿Tienes otro asunto que resolver? -enarcó una ceja, acomodándose más en su lugar.

- N-no. Bueno, sí. -suspiró. - Mis padres cenarán en mi casa, así que yo... -rascó su cuello. Lo hacía siempre cuando mentía.

- Siendo ese el motivo, estaré en tu casa pasando las nueve de la noche. -Yunho sonrió cuando vio el alivio en el otro. Se sintió satisfecho cuando el otro ni imaginaba lo que pasaría en unas horas.

- ¿Hay algo más en que pueda servirle, señor? -jugaba con sus manos. Ya quería retirarse de la oficina, pero no podía hacerlo precipitadamente.

- No. Me serás muy útil hasta la noche. Puedes retirarte. -sin emoción alguna, le dio la espalda a Jaejoong, dejando que el otro se fuera con la mirada baja.

Jaejoong debía encontrar una excusa para que Yoochun no estuviera mucho tiempo en su casa esa noche. Pero no sabía qué decir. Hace mucho tiempo que no quedaban para ver películas y ponerse al día con la vida del otro. 

Trabajan juntos, pero al estar en diferentes niveles, solo podían encontrarse durante el almuerzo. 

Cruzaba los dedos y deseaba que Yoochun no se enojara demasiado con él. Por cancelar parte de su diversión, por atender las necesidades de Jung Yunho.

Please, love meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora