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Por alguna razón Harry se sentía totalmente extraño y dolido por la forma en la que Louis se dirigió a él. No lo entendía, él no había echo nada malo ¿O si?. Prendió el motor y se dirigió a la casa del rubio.
Cada vez que podía los orbes verdes del rizado se dirigían a su retrovisor para poder contemplar la figura del castaño que se encontraba en los asientos traseros. Su ceño iba fruncido mientras trataba de arreglar su cabello que ahora se encontraba completamente revuelto a causa de sus nervios. Observó  como el castaño cogía de su bolsillo delantero de la costosa chaqueta negra de cuero el paquete de cigarros. Louis tomó uno y se lo dirigió a sus finos labios. Harry lo miraba de a momentos ya que no quería que sufrieran algún tipo de accidente automovilístico. El semáforo de la calle principal dió en rojo, Harry aprovechó esos pequeños segundos para observar al castaño mayor. Parecía un jodido dios con el cigarro sobre sus finos y delicados labios, Harry se tuvo que contener para no morder los suyos. Louis poco a poco lo provocaba de una manera única y bastante caliente. Observaba como el humo salia de los apetecibles labios de Louis mientras tenia el cigarro entre dedos y rascaba su cabeza con su codo apoyado sobre la ventanilla, unos bocinas lo volvieron a tierra. 

Quitó rápidamente la vista de Louis para dirigirse al camino, aun faltaban quince minutos.

- Da la vuelta Harry, iremos a la oficina de mi padre.- sentenció con su mirada clavada a su teléfono

Harry asintió y se dirigió a las oficinas Tomlinson.

quince minutos más tarde Harry se encontraba aparcando frente a las grandes instalaciones. Apagó el motor y observó al castaño desde el retrovisor. Este  poseía una bolsa negra, Harry frunció su ceño al notar que le había aventado la misma, ¿De dónde había salido eso?.

- Cámbiate en la parte trasera, Ahora.- Louis salió de allí seguido de Harry. 

-¿Pero qué se supone que es esto señor Tomlinson?.- preguntó siguiéndolo.

- Sólo obedece empleado, en cinco minutos quiero tu feo trasero fuera de esta maldita van ¿Lograste entenderme?.- preguntó Louis mientras encendía su cigarro, el segundo en el día.

Harry, sumiso, asintió y adentró el vehículo. Cerró la puerta tras para luego salir vestido completamente de negro. Louis tiró la colilla del cigarro y miró en dirección al rizado que trataba de enderazar su corbata negra. Mordió su labio inferior mientras inspeccionaba aquella vestimenta. Su pantalón de vestir negro le quedaba algo pegado luciendo sus largas y trabajadas piernas. Su camisa negra le quedaba completamente pegada a su torso firmemente trabajado y su saco negro resaltaban aquellos largos y musculosos brazos. Definitivamente, ver a Harry vistiendo ropa formal era una de las mejores cosas.
El rizado terminó de luchar con su corbata negra para luego dirigirse a Louis.

- Estoy listo señor.- dijo mientras despeinaba sus rizos, Louis por un momento deseó enredar sus dedos en aquél cabello sedoso. ¿Qué se sentirá tocar esos rizos mientras la cabeza de aquél muchacho estaba descansando en su pecho? No tenía respuestas, pero iba a gusarle.

Louis agitó su cabeza y se dirigió a la van sin responder al rizado.

Harry bufó "si que será difícil acercarme a él" pensó.

Observó como Louis traía un maletín junto él, con su cabeza hizo seña que lo siguiera y así lo hizo.

En las instalaciones Tomlinson todo era un completo caos. Personas corriendo de aquí para allá, otras atendiendo los teléfonos que no paraban de sonar y otras simplemente acomodando objetos.

El menor y el mayor se dirigieron directamente al ascensor que se encontraba al final del pasillo. Una vez dentro de la caja metálica, Louis presionó el botón 8.

Always.- El chico del antifaz - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora