— ¿Te gustaría contarnos algo acerca de tu semana, Emma? — Le preguntaba eso a todos.

Emm, veamos... Mi novio me dejó porque ya no le gusto, fui secuestrada, quisieron asesinarme pero no lo hicieron. Quisieron violarme también, pero tampoco lo hicieron. Estoy drogada hasta los dedos por haber cubierto a un cretino, que resulto sentirse atraído por mí. ¿Y qué crees? Se confesó ante mí, cinco minutos después de intentar violarme. ¿¡Puedes creerlo, Charles!?

Negué con la cabeza. — Nada interesante.

Me sentía mal diciéndolo, pero era la verdad:

Solo escuché a los que me importaban (o conocía).

— Logan Meson, intento de suicidio, 10 meses. — Habló Logan.

— ¿Algo en tu semana, Logan? — Preguntó Charles, sintiéndose desconcertado por la repentina actitud amable que presentaba Logan Meson.

— Estoy tratando de ser mejor.

Juro que todos en la sala, nos giramos a mirarlo. Incluso Jason.

— ¿Mejor? — Repitió Charles, con una pisca de picardía en su tono de voz. — Te veo mejor Logan, ¿podrías decirnos a que se debe?

— Bueno... Podría decirse que encontré un rastro de luz. Estoy tratando de salir de este agujero en el que estoy atrapado hace mucho tiempo. — Murmuró el castaño, humedeciendo sus labios. — Sonará cursi, pero estoy aferrándome a la luz. Estoy cansado de caer.

— ¿Y a este qué demonios le picó? — Oí susurrar a Dana Hocks a unos asientos de distancia de donde yo me encontraba.

Creo que Charles hubiese llorado, si Logan Meson seguía hablando.

Esto... Logan, ¡es maravilloso! — Aplaudió Charles poniéndose de pie. Yo le seguí el aplauso, ganándome la mirada de Logan Meson, quién extendía una sonrisa. Una extraña, pero muy linda sonrisa. Pronto, todos los pacientes le aplaudieron. Todos menos Jason. — ¿Te das cuenta de esto? ¡Es la mejor noticia que he recibido en años, Logan! ¡Te felicito!

— Bueno, ya, ya, sigan. — Sonrió Logan. Lo miré durante un segundo, era real. Era real su plan de salir a la luz. Él realmente iba a pelear.

Siguieron pasando un par de personas más, hasta que fue el turno del chico de cabello azul.

— ¿Jason? — Lo llamó Charles, puesto que este tenía los ojos fijos en un punto sin sentido. Sus brazos cruzados sobre su pecho y parches y sangre seca en su rostro. Era irónico, cuándo a Logan Meson le quitaban los puntos por la nariz rota; a Jason Haavar se los cocían.

Tenía un sweater negro manga larga. Se veía impecable. Se veía precioso. — Jason Haavar. Ataques de psicosis. Casi 3 años.

— Y cuéntanos Jason, ¿algo importante en tu semana? — Sentí cómo Charles me miraba de reojo, pero lo ignoré. Solo me dediqué a mirar mis botas.

Oh, terminé con el estorbo que tenía de novia. Me lo imaginé respondiendo.

— Mmm... — Murmuró Jason, pero este no terminó la frase, por lo que Charles intervino:

— Veo que tienes muchos vendajes, ¿Qué ha pasado? — Preguntó este.

— Un idiota me rompió la nariz, y un par de costillas. — Musitó Jason, levantando levemente su sweater junto a su camisa blanca, dejando al aire una piel cristalina con múltiples hematomas de color morado, rodeada de grandes capas de gasa manchada con sangre seca.

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