Capítulo 15

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Luego de una tarde maravillosa con los chicos, decidimos regresa a la cabaña.

—¿Vamos a ir? — pregunta Ian atrayéndome hacía él.

—No sé, amor— digo, se separa y me mira a los ojos.

—Vamos, será divertido— dice y yo asiento.

Minutos más tarde...

—¡MIERDA! no sé qué ponerme— grita Aleja tirando su ropa al piso.

—Ya deja de gritar, me vas a dejar sorda— me agacho y recojo un vestido perfecto para ella —Ten, este se te vera bien.

—Bueno, me lo mediré a ver cómo me queda.

Bien, ya hice que se calmara... ahora falta ver qué me pongo. Busqué en mi maleta y vi que había traído un enterizo de short blanco, es sencillo y cómodo ese es mi estilo, me encanta.

—Listo, creo que me quedo con este— Dice mi amiga saliendo del baño.

—¡Uff!— digo, la verdad le queda súper.

—Y... ¿Cómo me queda?

—Te queda hermoso— digo y ella me sonríe.

—Levántate, quiero ver cómo te quedó el enterizo— dice.

Yo solo asiento y me levanto.

—¡Mujer! te queda ardiente— dice, me río y le tiró una almohada.

—¡Auch! — dice y se toca la cabeza —No te volveré a hacer cumplidos.

—Ya deja de quejarte y bajemos que deben de estar esperándonos.

Bajamos y vimos que los chicos ya estaban listos.

—Ya, ahora si podemos irnos— dice Aleja llamando la atención de nuestros hombres.

Que lindo suena "nuestros hombres" pero suena más lindo "Mi hombre". Mierda, ¿qué me está pasando? me volví cursi doy diabetes de lo dulce que soy.

—Te ves hermosa— dice Ian embobado.

Me sonrojo y le sonrió, aprovecho para verlo y la verdad es que él no se ve mal, al contrario, se ve demasiado bien. Si alguna zorra lo ve, la mato.

La verdad debo admitir que el idiota de Andy también se ve bien, es que este par están como para darles. ok no Andy me da asco.

—Te ves bellísima— dice Andy cogiendo a mi amiga de la cintura.

—Tú también amor— le dice ella dándole un beso tierno en los labios.

—Bueno, ya vámonos— dice Ian.

Cada uno cogió la mano de su pareja y salimos de la cabaña.

—Hay bastante gente— dice Aleja.

—Si— le doy la razón.

—Obvio, es una fiesta— dice Andy.

—Ay ¿enserio?, creí que era funeral— le digo y él pone los ojos en blanco.

—Bueno, no empiecen a pelear... vinimos fue a disfrutar la fiesta.

—Está bien, pero es que no aguanto... él se lo busca— digo.

—¡Oh! por Dios, Ian y Andy.

Dejo de ver a Ian para ver la dueña de esa voz tan irritante y para ver la dueña de la que se ríe como puta.

Son dos rubias operadas, veo como la que saludo a Mi hombre se acerca moviendo sus caderas exageradamente de un lado a otro.

PUTA.

Antes de amarnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora