Él ríe, termina su bebida y la deja a algún pobre hombre que toma el vaso sin quejarse. Pasa una mano por su cabello que no sé como lo mantiene tan genial y me sonríe.

— ¿Lo recuerdas todo, cierto?

—Lastimosamente—al menos todo hasta que entramos a mi apartamento que prácticamente estaba inconsciente.

—Fue divertido, estabas toda sonrojada por el licor y no parabas de hablar. Me halagaste mucho a mi y a...

—Sé lo que halagué. No lo repitas.

—Siento que no es tan buena idea que nos hagamos tan amigos.

— ¿Por qué?

Y volvemos de nuevo a su rechazo ¡¿Qué se necesita para terminar de agradarle a este hombre?!

—Mira ya, no lo sientas como una obligación. Evitemos encontrarnos y listo. Te seguiré teniendo como uno de los mejores guitarristas y cantantes. Me rindo, nunca me he dado por vencida en algo pero tú no me soportas...

Él abre mucho los ojos mientras mira detrás de mi, maldice y dice algo que suena como "mierda" totalmente desenfocado de mis palabras.

—Hasta me ignoras. Pensé que podíamos ser amigos y...

—Lo siento rubia habladora— es todo lo que dice antes de ubicar cada una de sus manos en mis mejillas y dejar caer su boca sobre la mía.

Mis ojos se abren mucho, los suyos se cierran. Y aun cuando solo es contacto de boca cerrada, todo en mí da vueltas. Mi corazón late de prisa. El jodido Ethan Jones tiene su boca sobre la mía. Esto parece muy poco posible.

Retira su boca de la mía y pasa su lengua sobre sus labios. Pasa un brazo alrededor de mi cuello y presiona mi rostro contra su pecho. Huele de maravillas y su cuerpo el cálido mientras me abraza de una forma que resulta muy íntima.

Siento sus labios en mi cabello y me abraza fuerte. Automáticamente envuelvo mis brazos alrededor de su cintura, su cuerpo se relaja. No había notado que esta tenso.

— ¿Ethan?— escucho una voz femenina. Su cuerpo vuelve a estar tenso.

Mierda, yo no entiendo nada. Si no oliera tan bien estaría quejándome de semejante abrazo ¡Además del beso!

—Samantha.

Ahora soy yo quien se queda tensa. Una de sus manos se presiona en mi espalda y la acaricia de arriba hacia abajo como si intentara calmarme. Quizás intenta calmarse a sí mismo.

—Que sorpresa encontrarte aquí...Sobre todo teniendo en cuenta que has hecho hasta lo imposible para que nuestros caminos no se crucen— dice con suavidad.

Alzo mi vista hacia Ethan, tiene la mandíbula tensa y los ojos entrecerrados. Aclaro mi garganta y como puedo me doy la vuelta. Él no me libera su abrazo de muerte.

Tengo recuerdos vagos de la exnovia de Ethan, principalmente porque me hice fiver quizás cinco meses antes de que ellos rompieran. Pero ella es modelo por lo tanto a veces esta en campañas de perfumes en la televisión o portadas de revistas.

Si, ella es rubia. La única rubia que he conocido que atrapó a Ethan, su última novia. Es alta, bella y refinada, del modo en el que suelen ser las modelos para verse inalcanzables y para hacernos sentir a las personas normales un poco extrañas a su alrededor.

Debo ver hacia arriba porque es más alta que yo, casi del tamaño de Ethan y eso que no lleva zapatos de tacón. Me doy cuenta que ella también esta observándome, detallando cada aspecto de mí. Cuando se topa con mis ojos enarco ambas cejas hacia ella.

Los Miedos de Ethan (BG.5 Libro #3) Disponible en libreríasWhere stories live. Discover now