—Te has sonrojado.

No es un sonrojo de vergüenza. Es más un sonrojo de acaloramiento. Aunque eso no tiene por qué saberlo. Con Ethan ya he llenado mis cupos de vergüenza comenzando con él viendo mis pechos denudos.

Durante mucho tiempo cuando él vio mis pechos esa no fue la mayor preocupación. Mi preocupación más grande era si veía lo poco que quedaba de la cicatriz. Cuando las personas la ven se siente como estar desnuda. Se siente como que de nuevo duele y arde.

Las heridas físicas pueden sanar, pero las de adentro son las que queman y no borran sin importar cuando operaciones puedan pasar por ti. Lo he aprendido durante los últimos seis años de mi vida.

— ¿Grace? Has pasado del sonrojo a estar pálida ¿Estás bien?

—Si, solo estaba pensando en que... ¡Tu modestia es sorprendente!

Sonríe y se inclina hacia mí. Presiona un dedo sobre sus labios como si estuviera pensando. Luego borra su sonrisa.

—Cuando creces y no recibes el cariño que esperas, aprendes a dártelo tu mismo. Cuando crees que alguien va a amarte y no lo hace. Tú te amas a ti mismo con más fuerzas. Ignoras la búsqueda de defectos y te concentras en tus virtudes.

>>Ya tengo a otras personas diciéndome lo que esta mal en mi vida, mis defectos. Parece justo que me recuerde a mi mismo las razones por la que algunos seguramente me consideran especial. Es mi manera de afrontar la vida.

Lo observo, realmente lo miro. Fui testigo un poco de la manera en la que su madre le hablaba y parecía que solo empezaba, supongo que eso fue toda su vida. Pero hay más, la manera en la que se cierra.

Entonces recuerdo cuando en una de sus confesiones dijo algo acerca de Samantha no siendo lo que creía. Ladeo mi cabeza hacia un lado.

— ¿Cómo podría alguien no quererte Ethan?

—Eso casi suena como si me quisieras.

—Soy una fiver, mi lado fiver evidentemente te quiere— ruedo mis ojos.

—Esa es la razón por la que las fivers tienen un lugar aquí— toca su pecho, el lado de su corazón—.Siento que nadie podría amarme como ellas. Siento que entienden por qué esta es mi pasión, que me hacen saber que soy bueno en esto.

>>No pretendo que todos lo entiendan pero...BG.5 es importante para mí. Mi familia cerró sus puertas para mí cuando decidí unirme. Nunca una decisión se sintió tan correcta.

—Eres dulce. Te pintan como el playboy y lo eres. Pero eres dulce. Eres un cachorrito herido.

—Gracias por la comparación. El más espectacular de los cachorros al menos ¿Verdad?

—Ahora entiendo porque April puede soportar estar a tú alrededor. Es como parte de tu encanto ¿No?

— ¡Me descubriste!

—Dentro de tu encanto debe hallarse que te tomes siete vasos de licor y no tengas algún efecto secundario.

—No soy de peso ligero como unas por ahí, que van por el mundo alabando pollas.

Presiono los dedos en el tabique de mi nariz. Se acabo el fingir no recordar, si sigo fingiendo él seguirá sacando el tema.

¿Quién iba a decir que Ethan siendo más comunicativo conllevaba al ser el punto receptor de sus bromitas?

—De acuerdo. Si lo recuerdo.

—Lo sé cariño, solo estaba esperando que confesaras.

—Eres malo.

Los Miedos de Ethan (BG.5 Libro #3) Disponible en libreríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora