III

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Los cuerpos de las chicas danzando contra el de los hombres, un par de parejas nocturnas consumiendose bajo la pasión del alcohol, el sonido de la música golpeando contra cada rincón del recinto hasta rebotar en los oídos de todos los presentes del lugar.

Pasar la noche en el club del hotel no era exactamente el deseo de JaeJoong, pero ahí estaba, rodeado por personas que solamente se interesaban en su imagen o amigos falsos que buscaban sacar algún beneficio de esa hipocresía.
A las únicas personas que se alegraba de ver eran sus verdaderos amigos.
YooChun y JunSu, ambos eran amigos de su infancia y ahora trabajaban con él como compositores y futuros artistas de la empresa a la que JaeJoong pertenecía.

- Jae, pareciera como si estuvieras pasando un mal rato. Anda, bebe algo - . Jay tomó una botella de cerveza y se la entregó a JaeJoong quien formó una sonrisa falsa al momento de tomarla. Esa noche ni siquiera estaba entusiamado por ver a su novio, realmente sólo quería descansar aunque fuera una sola hora.

- No quiero beber... - .JaeJoong intentó dejar la botella nuevamente sobre la mesa pero la mano de su novio le detuvo.

- Sólo bebe... - .Los ojos del moreno se fijaron en los ajenos, alzando un poco su ceja. Jay odiaba cuando JaeJoong tomaba esa actitud, ya era hora de que se convirtiera en un hombre, de que se divirtiera un poco y gozara de su fama; y esa noche se encargaría de ello.

- Pero... - . JaeJoong bajó su mirada, al parecer no había nada que pudiera hacer para evitar tomar un trago.
El rubio suspiró un poco y acercó la boquilla de la botella hasta sus labios para así comenzar a beber ese líquido alcoholizado que raspaba su garganta.
Era la primera vez que JaeJoong bebía, siempre había buscado la manera de evitarlo, pero si esa noche el alcohol podía ayudarlo a olvidarse de sus problemas sin duda alguna tomaría hasta olvidarse de todo.

Jay sonrió al ver como su novio prácticamente se terminaba esa botella de 500 mililitros en apenas tres segundos.
- Te sentirás mejor si sigues bebiendo. Toma - . Jay le pasó otra botella al su novio, no sin antes haberla destapado.
La idea de poner a su novio ebrio sonaba bastante bien en su mente, tal vez ahora finalmente podían pasar un buen rato a solas sin que JaeJoong se sintiera asustado, pero al parecer primero tendría que sacar del camino a YooChun y JunSu así que se puso de pie, tomó la mano de JaeJoong y lo jaló con algo de fuerza para que así ambos comenzaran a caminar entre la multitud, perdiendose entre las personas, siguiendo el sonido de los parlantes hasta un cuarto privado que previamente Jay había reservado.

Jay Park, era el novio de JaeJoong desde hace cuatro meses. En un principio la empresa les había forzado a salir pero ahora Jay parecía estar bastante cómodo con la idea.
JaeJoong era un hombre muy atractivo y lo bastante lindo como para volver loco a cualquiera y eran ese tipo de cuestiones las que tenían loco al moreno.
Estaba cansado de no poder tener sexo con JaeJoong solamente porque este se sentía tímido o ponía esas tontas excusas que le tenían harto.
Y era por eso que ésta noche sin duda follaria con JaeJoong así fuera bajo la influencia del alcohol, a fin de cuentas era su novio y resultaba absurdo que JaeJoong se negara a los toques de la persona a la que debería amar.

- Jae, esta noche luces bastante sexy... - .Jay Park tomó de la cintura al chico delgado, apegandolo a su cuerpo para comenzar a besar sus labios. Podía setir el adictivo sabor a alcohol sobre esos gruesos y rosados labios que tanto le gustaban.
JaeJoong no parecía lo bastante ebrio así que le forzó a que tomara otra cerveza. Separandose de él fue que se encaminó a una pequeña nevera que había en la habitación, la abrió y sacó una botella de vodka, necesitaba que las cosas se movieran más rapidas. - Esto te hará sentir mejor - . Y así le entregó una de las elegantes botellas, pero al ver como JaeJoong dudaba sobre si beberla o no fue que se acercó lo suficiente como para que sus ojos se encontraran. - No te pasará nada, es solamente cerveza de mejor calidad - . Le mintió, pero esa mentira bastó para que JaeJoong tomara un trago lo bastante grande como para hacer que el rubio se comenzara a sentir mareado.
Y esa fue la señala para Jay.

Con JaeJoong algo ebrio fue que retiró la botella de la mano del muchacho, dejándola sobre la mesa para así obligar a que JaeJoong se sentará en el espacioso sofá negro que servía como decoración, y así comenzó a atacar su cuello con besos, lamidas y una que otra mordida.
Conocía las partes sensibles del mayor así que sabía perfectamente que tocar para arrancar uno que otro jadeo de esos labios que tanto amaba.

- Hummm... Jay, ¿qué ha-a-haces? - . JaeJoong se apoyó un poco sobre el torso de su novio, como si buscará una forma rápida de separarse.

- Tranquilo Jae... no te haré daño - . Su voz viajó a manera de un susurro, perdiendose sobre esa piel delicada y blanca del cuello de su novio, ya podían apreciarse un par de marcas rojas sobre ese manto blanco.
En un movimiento rápido JaeJoong terminó bajo el cuerpo del moreno, de ese mismo hombre que ahora comenzaba a tocar el torso del rubio, perdiendo sus dedos bajó esa prenda, buscando esos botones rosados que atrapó entre sus dedos, jalandolos y frotandolos bajo su dedo indice y pulgar.

Jay ya estaba lo bastante excitado, se había estado conteniendo por mucho tiempo y no podía más, debía hacer suyo a ese hombre, follarlo hasta que gimiera su nombre y su cuerpo colapsara ante el placer; y fue por esto mismo que bajó ambas de sus manos a sus propios pantalones, desabrochandolos, moviendose con bastante rapidez hasta poder liberar su hombría y ahora ir en busca de arrancar las prendas inferiores de su pareja.
Pero la tarea no era nada fácil ya que JaeJoong se retorcia de un lado a otro, buscando evitar ser tocado por su novio, buscando una manera de sacarse de encima a aquel hombre.

- Basta Jay... ¡Dejame ir! - . Sí, JaeJoong había consumido alcohol, pero no era una dosis suficiente como para que sus sentidos y su consciente quedarán dormidos, y era por esto que ahora el hombre pataleaba y se removiá en busca de una salida, no quería tener sexo, no de esa forma, y tal vez... Tal vez ni siquiera quería tenerlo con él.

- ¡Quedate quieto! - . Ni siquiera el mismo Jay se dio cuenta de cuándo o cómo fue que las prendas de JaeJoong quedaron bajo sus rodillas, pero estaba feliz de poder ver el cuerpo desnudo de JaeJoong, o al menos una parte de él. - ¿A caso no me amas? Yo te amo mucho - . Con esas palabras falsas fue que Jay comenzó a acercar la punta de su erecto falo a la entrada del rubio, buscando penetrarlo de una sola estocada, pero la bofetada sobre su mejilla le hizo detenerse y bajar la mirada a donde se encontraba JaeJoong.
Se podía ver la molestia y decepción en sus ojos llorosos, se podía ver incluso el temor en sus labios temblorosos.

- ¡Basta! - .Gritó lo bastante fuerte como para que incluso su voz pudiera ser escuchada a través de la música que inundaba la habitación.

Con la distracción que causo ese grito Jae pudo ponerse de pie y sacarse de encima el cuerpo de su novio, para así vestirse con rapidez y salir corriendo de esa habitación.

Jay llevó sus dedos a su labio, había un par de gotas de sangre, los anillos de plata que usaba JaeJoong le habían golpeado directamente y le habían abierto un poco. Soltó una risa llena de sarcasmo y frustración, se puso de pie, subió sus pantalones y tomó una botella de licor, aquella de la que Jae estuvo bebiendo, la acercó a sus labios y dio un trago lo bastante profundo como para sentir el ardor sobre su garganta.
Estaba jodido, cansado, harto de JaeJoong y esa estúpida relación falsa que mantenía, cansado de hablarle y tratarlo de manera tierna cuando lo único que quería era follarlo, ser el primero en hacerlo y ganar esa apuesta estúpida que tenía con el dueño de la empresa, pero JaeJoong parecía no cooperar y sólo hacía todo más complicado.

"¿Quién soy?...
¿Quién soy en verdad?...
¿Soy feliz?...
¿Qué es exactamente ser feliz?..."

Un par de lágrimas resbalaban por los ojos de JaeJoong mientras su mirada se perdía en aquel firmamento cubierto por miles de estrellas, de cierta forma observar el cielo le hacía recordar a su padre, realmente lo extrañaba, desde su muerte todo había cambiado, estaba solo.

- Lo siento... Por ser tan cobarde, pero no puedo más... - . Soltó un largo jadeo y comenzó a caminar en dirección del final de la azotea.
Estaba decidido, terminaría con su vida en un solo segundo, sin dolor, sin decir nada, un simple salto lo arreglaría todo.

Su cuerpo tambaleante trataba de ponerse de pie sobre ese borde lo suficientemente ancho como para permitirle estar de pie, sus ojos ardían tanto a causa de las lágrimas traicioneras que resbalaban por sus mejillas. JaeJoong cerró sus ojos, apretó sus puños dispuesto a saltar, pero una voz le detuvo...

I'll Protect YouOù les histoires vivent. Découvrez maintenant