Hotline [1/2]

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—No necesito ese número, muchasgracias.

—Tú más que nadie lo necesita, Baek. ¿Cuándo fue la última vez que tuviste acción?

—Eso no es de tu incumbencia, JongDae, pero solo para que sepas he tenido cositas hace poco.

BaekHyun le dedicó la mirada más huraña de su repertorio al tipo de sonrisa felina que parecía divertirse con su pobre vida sexual.

—Ajá, solo tú te refieres al sexo como cositas cuando no lo has hecho en mucho tiempo. — El pelinegro notó hacia dónde iba la charla, y no tenía cómo pararla.— BaekHyun, ChangMin se fue de tu vida hace poco más de un año. Ya es hora que regreses a la liga, no tendrás veintiséis años para siempre.

— No necesito sexo para vivir mi edad, hay personas que no tienen ese tipo de contacto hasta los treinta y no son infelices.

JongDae rió como si hubiera oído la mejor broma del mundo.

— Esas personas, Byun, no han probado del fruto prohibido.

El ajeno ignoró todo tipo de argumento que el pelinegro lanzara, y dejó una simple hoja de papel con un número escrito. Todo lo que JongDae sabía que BaekHyun necesitaba.

Hay muchas cosas embarazosas que BaekHyun acepta haber hecho, como esa vez que estuvo tan borracho que terminó declarando amor eterno al guardia de seguridad del bar en el que estaba o como cuando palmeó el trasero de un extraño creyendo que este era su mejor amigo. Sep, BaekHyun había hecho un montón de cosas embarazosas pero jamás en toda su vida había si quiera pensado en tener algún contacto con una línea caliente porque no, él no necesitaba de esas cosas para conseguir su propio placer

BaekHyun tiene un buen empleo, tan bueno que casi le consume veinte de las veinticuatro horas del día, lo cual le complica solo un poco el encontrar a una persona perfecta para él. Pero es feliz, tiene todo lo que alguna vez soñó tener, aunque no hay nadie con quién compartirlo, mas realmente no hace queja alguna; su vida era perfecta así como estaba por lo que no había razón alguna de recurrir a ese número de teléfono fijo. Pero lo hizo, solo un par de meses después de esa comida que compartió con el de mirada felina. BaekHyun aún recuerda con vergüenza la voz gangosa de la contestadora dando ciertas indicaciones antes de acceder a la posibilidad de conectar con alguno de operadores. Tuvo la intención de colgar el teléfono tan pronto como aceptó cargar a su cuenta la llamada que tendría en breve.

Y lo hubiera hecho de no ser porque una voz grave y sexy hizo eco en el auricular de su teléfono móvil. Sintió que la garganta se le secaba y su rostro se teñía de colores que jamás habría creído reales.

Esa fue la primera vez que habló con Yeol.

***

—¿Tuviste un mal día?

—Mh, algo así.— El pelinegro suspiró cansado, deshaciendo los primeros botones de su camisa. Se había hecho una costumbre compartir algo de tiempo con ese extraño que de alguna forma tomó el puesto como su confidente.— Lamento hacerte perder el tiempo con estas pláticas insustanciales, Yeol. —Apartó su teléfono móvil por un segundo para quitar la corbata que llevaba ahorcándole desde esa mañana. — Estoy seguro que preferirías pasarlo ayudando a alguna persona con sus problemitas.

Al otro lado de la línea sintió el resonar de una risa baja, haciendo que sus labios se curvaran en una sonrisa satisfecha.

— Hablar contigo es mejor que pasar mi día tratando de lidiar con chicos muy necesitados, ¿sabes? Algunos son realmente extraños.

Hotline | ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora