Life Within

Epílogo.

Sehun

"Porque eres la persona de la que me enamoré".

Saqué la nota de mi bolsillo, casi siempre llevaba ese mensaje hecho por Luhan, simplemente llenaba mis días.

Tomé el auto adentrándome en él, no desperté a Luhan porque creía debía dormir luego de la gran noche de bodas que tuvimos. Debía dejarlo reponerse, muchas emociones contenidas y capaz no podría levantarse al siguiente día.

ChanYeol y Baekhyun habían estado ocupados planeando nuestra boda, se merecían descansar—aunque fuera en la casa de al lado— así que salí lo más rápido y menos ruidoso para ayudar a ambas partes.

Iba conduciendo para verme con mi amigo Kuhn; hace mucho ya no hablaba con él y por lo visto había desarrollado una vida muy hermosa con mi amigo Yeol. Aunque supiera un gran secreto de Kuhn debía quedarme callado por el bien de mis dos amigos.

Aparqué cerca de una cafetería poniéndome los lentes y bajando del auto. Había cambiado mi identidad—por él— ahora tenía la cabellera rubia y mis ojos eran delineados por mi hermoso novio—no hoy porque quise dejarlo descansar—. Él había cambiado totalmente, tenía el cabello castaño oscuro y su precioso rostro seguía siendo de una pequeña criatura, mi pequeño ciervito.

— ¿Está esperando a alguien, ángel del billar?

—Te mataré si vuelves a mencionarlo tan tranquilamente.

—No lo harás.

—Ya no puedo hacerlo, pero quizá en algún futuro.

— ¡Ha! —solté una carcajada sentándome en la silla frente a él.

Pedimos dos tazas de café—aunque preferiría el buble tea que a veces preparábamos en casa— y unos cuantos panecillos.

Todo transcurrió normal. Me contó muchas cosas acerca de su novio y me dijo que de vez en cuando lo fuera a ver, andaba muy perdido y empezaba a sospechar ciertas cosas.

El desayuno terminó, había sido un poco corto pero debía asumir que en estos momentos debía pasar por momentos muy preocupantes. Todo se empezaba a revelar.

Luego de despedirnos fui directo a la plaza a por unas flores—sería nuestro primer día oficialmente como esposos—quería sorprenderle. Cogí los tulipanes blancos que tanto le gustaban, pidiéndole a la jovencita que las pusiera en un hermoso papel transparente con un lacillo.

El día era muy cálido, el sol brillaba tiernamente sobre el cielo azul. La brisa movía los árboles haciendo que verdes hojas saltaran de ellos directamente al suelo.

Era un día martes y la plaza se veía más viva que nunca—seguramente solo era el exceso de felicidad que emitía mi organismo—niños saltaban de un lugar a otro junto a sus padres, una pareja de enamorados se recorría por las flores y una hermosa niñita junto a un perrito muy pequeño.

Una sonrisa tonta irradiaba mi rostro, subí nuevamente al auto haciendo un recorrido para llevarle un hermoso detalle a mi esposo. Tenía planeado algo muy bonito, mi amigo me había ayudado con la sorpresa mientras que yo celebraba mi noche de bodas. Sin duda hoy era cuando agradecía el tenerlo a mi lado, después de tanto miedo y penumbra que pasamos años atrás.

Mi identidad no era la misma, volví a registrar mi nombre real en el mapa y Luhan cambió su nombre a Oh Lu Han, convirtiendo el "Lu" en su único apellido otorgado por su madre. Mi hermoso Han, ¿debería llamarlo así?

Cuando terminé las compras, fui directo hacia la lujosa casa en la que mi pequeño principito dormía. Al verlo acurrucarse entre las sábanas, tan pequeño, tan inofensivo, tan mío; sentía el corazón retumbar entre mi pecho como si fuera a salirse por allí directo hacia la cama en la que se encontraba mi precioso Luhan.