CAPÍTULO 37

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—Tendrás que regresar a Madrid luego, hay que ir a recoger tus cosas.

Asentiste.

—Espero que te hayas despedido de el Rubius ese, por qué te puedes despedir de quién quieras menos de el.

Volviste a asentir.

—Hablaré a la Universidad y cancelaré tu inscripción.

De nuevo asentiste, esta vez sintiendo a tus ojos humedecerse.

—Buscaremos una nueva universidad aquí, no importa que estés otro año sin estudiar nada, tal vez te de tiempo de pensar.

Y cuando tu papá terminó de hablar, el silencio invadió la mesa. Lagrimas comenzaron a caer en tus piernas y sentías como comenzabas a temblar. Tu mamá, que notó como no habías comido nada desde que te sentaste, puso su mano en tu hombro. De inmediato lo removiste y te paraste de la mesa y te fuiste a tu habitación. Tu papá, mamá y hermano quedaron solos en la mesa, tu papá comiendo como si nada hubiera pasado y tú mamá luchando con todas sus fuerzas por no llorar. Tu hermano se paró de la mesa y azotó su tenedor en esta.

—¡David! —Le gritó tu papá. David conectó ojos con él y lo fulminó con la mirada.
Se fue corriendo detrás de ti y tus papás quedaron solos.

—Esto no está bien —Susurró tu mamá con voz temblorosa.— y lo sabes...

—No me interesa que este bien o mal, solo quiero que (Nombre) esté bien. —Dijo tu papá sin si quiera remover los ojos de su plato, subiendo su tenedor a su boca.

—No podemos hacerle esto. —Se inclinó más hacia adelante, para hacer que tu papá finalmente la mirara.

—Oh, claro que podemos, ya lo estamos haciendo. —Respondió, imitando a tu mamá e inclinándose hacia adelante igualmente.

—¡No siempre la vamos a poder cuidar! —Alzó la voz significativamente.

—¡Por eso la cuido ahora que puedo! —Alzó la voz tu papá igualmente.

—¡No así! —Grito agitando sus manos en el aire.— ¡No de esta manera!

—¡Si no la cuido de esta manera le va a suceder lo mismo que a Alejandra!

—¡(NOMBRE) NO ES ALEJANDRA NI TERMINARÁ COMO ELLA! —Ahora sí, tanto tú como los vecinos pudieron escuchar a tu mamá gritar. Lagrimas comenzaron a caer de los ojos de tu mamá. Tu papá quedó atónito y apretó si agarre en sus cubiertos. — "Cuidarla" de esta manera, no va a evitar lo que sea que quieras evitar, solo vas a hacer que crezca como una mujer asustada, cerrada, fría, no confidente de sí misma y que nos odie. —Dijo temblorosamente, susurrando lo último.

Tu papá la miró por unos momentos más, luchando con sus pensamientos. Terminó evitando la mirada de tu mamá, bajando los ojos a su plato y continuando comiendo.

Tu mamá, al igual que tú y que tu hermano, se paró de la mesa como una bala y azoto sus cubiertos en esta. Tu papá solo la observó hacerlo y alejarse.

***

Todos se reunieron en el aeropuerto a la hora acordada. Mangel y Cheeto fueron los primeros en llegar, después llegó Alex y al final Rubius.

—Bueno, el avión saldrá en un rato, vamos a esperar. —Dijo Mangel después de conseguir los boletos. Le dio respectivo boleto a cada quien y decidieron cenar algo.

—Deberías llamarle, Rubiuh. —Sugirió Cheeto en voz baja. Rubius alzó la mirada y suspiró.

—¿Para qué? Decirle "Oye (Nombre), lo lamento tanto, estoy en camino a país a buscarte y a hablar con tu papá".

Todos lo miraron algo desilusionados.

—Solo se iría a otra parte, o buscaría la manera para que nunca la encontráramos. —Explicó Rubius.

—Yo...no creo que haría eso... —Murmuró Alex.

—Oh pero yo sí. —Respondió rápidamente Rubén.— Tu no... Tú no viste su cara...

Todos se quedaron en silencio y Rubius posó su mano sobre sus ojos, cubriéndolos y suspirando profundamente. Alex le dio palmadas en el hombro, mostrando su apoyo.

***

Capítulo de la semana :) corto por qué me tengo que ir a estudiar :'v
Bueno, ojalá no consideren a su papá como el malo de la historia, y espero que este capi lo aclarara un poco...
Como sea, me tengo que retirar, nos vemos la semana que entra!

El Chico del Departamento de Junto // Elrubius y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora