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Nota pequeña e importante:
Esta historia NO tiene ningún tipo de corrección, ni de ortografía, y tampoco de la trama en general. La escribí hace demasiado tiempo, pero realmente no quiero mandarla a borradores todavía.
Tengo otras historias de Matt Murdock en mi perfil con mejor desarrollo por las que pueden pasar si así quieren. Si deciden leer este libro de todas formas, les agradezco mucho y les pido perdón por el desastre de escritura.


Dejó el vaso de vidrio sobre la mesa, al lado de la botella vacía de whisky. Se levantó, un poco tambaleante, para caminar hasta la barra y pagar lo que había tomado. Rebusco en la billetera buscando un poco más de dinero  para dejar de propina. Apoyó los billetes arrugados sobre la barra sin decir absolutamente nada.

Afuera se encontraba demasiado frío durante la noche, subió el cierre de la campera negra que llevaba y metió sus manos dentro del bolsillo para conseguir un poco de calor en las puntas de sus dedos.

Pisaba fuertemente en la calle, dirigiéndose al pequeño hotel donde se estaba quedando. Uno de los peores hoteles que podría haber elegido, pero tampoco tenía demasiadas oportunidades, era eso o nada.

Sentía pasos detrás de ella, casi a la misma velocidad que los suyos. No necesitaba hacer demasiadas conexiones para saber que la estaban siguiendo a ella en la calle totalmente vacía.

Intentó apurar el paso, pero pronto la habían agarrado de ambos brazos, levantando sus pies del suelo con tanta facilidad que ella se sintió un poco tonta.

—¿Haylee Hudson?— preguntó uno de los hombres, rapado y con varias arrugas sobre su rostro.

—No, señores. Se están equivocando.— respondió ella, intentando forcejear.

—No estamos equivocados, Hudson.— respondió el otro, con el cabello peinado hacia arriba y una media sonrisa en sus pálidos labios.

—¿Entonces para qué preguntan?— soltó una clase de gruñido —Par de imbéciles.— gritó ella mientras era cargada a través de la calle, hasta un callejón.

Intentó quitarse aquellas manos de encima, pero no logró más que provocar que el agarre fuera más fuerte. Movía sus piernas de un lado a otro, intentando de alguna manera soltarse, pero sólo logró que la empujaran contra la pared, haciendo que su rostro diera contra ésta. Su mejilla ardió ante el golpe, la sangre comenzó a aparecer a través de la piel lastimada.

Rió irónicamente y se giró para poder verlos.

—¿Creen que nunca fui amenazada o golpeada para hacer el trabajo sucio?— negó con la cabeza, una media sonrisa sobre sus labios —No voy a trabajar para ustedes.

El hombre rapado la golpeó con su puño en la reciente herida, haciéndola soltar un fuerte quejido. Se arrastró contra la pared, perdiendo fuerza hasta caer al suelo.

—¿Es necesario que se los deletree?— intentó incorporarse, pero decidió que era mejor no hacer movimientos bruscos —Puedo decirlo en otro idioma si no entienden, sólo tengo que traducirlo, para algo existe Google, ¿no?

Un patada en su estómago la hizo escupir sangre sobre el suelo, para luego toser fuertemente, intentando recuperar el aire. Apoyó una mano sobre el suelo sucio, lo las lejos que pudo de su propia sangre y otra sobre la zona golpeada.

—Pueden seguir así toda la noche, me cansé de tener que obedecer a otros.

—Si no vas a ayudar a encontrar a Daredevil, vas a hacer que él venga hacia nosotros.

—No creo que el hombre sea tan idiota, por dios.— rió nuevamente, llevando una mano a la mejilla con sangre.

—No creo que él sepa quien eres, ni que haces conexiones.— susurró uno de ellos antes de patearla. Haylee contuvo un grito de dolor, intentando no llamar la atención de nadie, en especial del hombre bajo la máscara. Era un riesgo para cualquiera.

Connections «Matt Murdock»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora