Adicto al sexo (Yaoi)

Mal presentimiento

— Eliott —dejé de tomar atención a las cosas que hablaba Alex para darme la vuelta y toparme con la profesora de historia cargando unas bolsas que parecían pesadas, en especial para una mujer que está a punto de jubilar.

— ¿Sí? —me acerqué un poco más hasta ella dejando a Alex y Scott atrás.

Me miró a través de sus pequeñas gafas— Si no te es de mucha molestia, podrías ayudar a esta vieja profesora, mi fuerza ya no es la de antes.

Sonreí con amabilidad— No se preocupe, no me es ninguna molestia —tomé una de las bolsas y dios, si que pesaban—. ¿Le llevo la otra?, deben estar muy cargada.

Pensó mi propuesta por unos segundos hasta que asintió— Está bien, por el momento te puedes adelantar e ir hasta el salón de profesores, yo debo ir a registrar el libro de clases.

— Bueno —respondí—. Aunque si quiere puede ayudarme con algunos puntos para los exámenes que se vienen, ya sabe, como una ayuda mutua —dije poniendo la mejor cara de niño bueno que podría tener.

Me miró divertida— Lo pensaré —respondió mientras se marchaba en dirección contraria.

De inmediato se acercaron mis dos amigos curiosos por la conversación que acababa de tener con la profesora.

— ¿Estabas intentando ligar con la profesora de historia? —preguntó burlón Alex—. Porque si es así entonces no se qué en que estás pensando.

Reí— Para nada, sólo me estaba preguntando si podía llevar esto por ella hasta el salón de los profesores —respondí levantando levemente las bolsas para que las notaran—. Y a cambio es muy probable que suba mi nota en el próximo examen.

— ¡Yo también quiero!, ¡las necesito! —gritó Alex intentando quitarme una bolsa pero de inmediato de alejé.

— No, este es mi trabajo —me percaté que sentía menos peso, cuando me dirigí hasta donde debía estar la otra bolsa ya no estaba en mis manos, más bien la tenía Scott—. ¿Cómo? —pregunté confundido y él sólo sonrió.

— Un mago nunca revela sus secretos —respondió mirándome burlón. El timbre sonó avisando que debíamos volver a clases y sin dudarlo le quité lo que me había arrebatado.

— Ya, deberían irse a su clase, si no mal recuerdo les toca química, y dudo que quieran llegar tarde con lo estricta que es la profesora, si llegan un segundo tarde los castigará.

Alex suspiró y se acercó hasta Scott para reposar su brazo por sus hombros— Tienes razón, es mejor que no vayamos, no quiero nuevamente hacer un informe de mil palabras.

— No olvides que debes me debes enseñar a tocar guitarra —le dije a Scott.

Él asintió— Nos vemos a la salida —respondió para luego marcharse juntos a su salón.

Tras haberlos perdido de vista me encaminé hasta donde debía ir. No demoré más de dos minutos de llegar a mi destino y dejar las bolsas sobre el escritorio de la profesora. En cuanto me desocupé de aquello caminé por los pasillos de la escuela con total tranquilidad, tenía una excusa para llegar tarde, así que no debía por qué preocuparme.

Justo en el momento en que acababa de pasar por las afuera de la enfermería sentí a alguien caminando detrás de mí para luego escuchar mi nombre siendo pronunciado por una voz que de inmediato reconocí, sin siquiera dudarlo me volteé y me topé con aquel rostro angelical.

— Anna.

— Tanto tiempo sin verte —dijo con una sonrisa mientras se acercaba más a mí—. ¿Te estás saltando las clases? -preguntó con un tono casi acusador.