EXTRA 2

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Miré al guardia que se encontraba en la entrada del hotel, estaba más que claro que no nos dejarían pasar, pero cuando ya estaba comenzando a resignarme un plan maestro apareció en mi mente haciendo que mis esperanzas se aumentaran.

Fui hasta la parte trasera del holte, y ¡bingo!, había una puerta especial para la gente de servicio. Me escondí tras un bote gigante de basura, esperando que en algún momento alguien se le ocurriera salir, lo cual no demoró mucho, pues a los minutos después salió un hombre a desechar unas bolsas repletas de desperdicios, justo cuando estaba pensando en entrar mi celular comenzó a sonar, con un movimiento ágil lo tomé y contesté, asegurnadome de que el señor no se diera cuenta.

— ¡Mabel!, ¡¿dónde estás?! —escuché la voz de mi amigo gritar contra mi oreja.

— Eliott... —lo nombre muy despacio para que el hombre no me escuchara—, lo más posible es que no llegue a dormir —dije en un susurro—, nos vemos —y corté.

Miré al señor que ahora fumaba un cigarrillo y al ver que se había alejado un poco del lugar me acerqué hasta la puerta abierta y entré sin que él pudiera darse cuenta.

Ya estaba dentro.

No tenía ni la menor idea donde me encontraba, pero caminé con cuidado y llegué hasta los refinados pasillos. Busqué un baño para poder arreglar un poco mi apariencia y que no me confundieran con una delincuente.

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Una vez más presentable fui hasta los asensores y entré para marcar el último piso. Un hombre que parecía alguien de dinero me quedó mirando extraño, yo sólo le sonreí y le entregé una pulsera de BOYFRIEND que me había encontrado cuando salía del recinto donde se había realizado el concierto. Él me miró sorprendido pero se la puso y me sonrió para luego salir del asensor en el lugar donde debía llegar. Cuando yo finalmente llegué a mi objetivo miré con cautela todas las puertas que habían en el extenso pasillo. Caminé con un poco de inseguridad. Toqué algunas pero solo me topé con gente molesta por mi presencia. Hasta que llegué a la última. Mi cuerpo ya estaba más que cansado y ya estaban comenzando a temblar, pues correr casi media cuidad no iba conmigo.

Respiré profundo y toqué dos veces, esperando encontrar a otra mujer adinerada y que me mirara en menos. Pero en vez que la puerta fue abierta, una magnifica luz pareció segar mis ojos por una centecima de segundos para ver un hermoso hombre, Minwoo estaba allí mirandome. Pero eso era sólo el principio.

Cuando escuché aquella armoniosa voz hablar coreano la pude reconocer de inmediato, HyunSeong estaba asomando su bello rostro para mirarme. Mi felicidad estaba al máximo al ver a Youngmin y Kwangmin, los gemelos aparecer al mismo tiempo en el marco de la puerta siguiendoles de atrás Jeongmin. Creía que moriría, pero mi vida no podía ser mejor hasta que vi a un ángel aparecer y observandome con sus oscuros ojos. Mi corazón se detuvo y quedé mirando anonadada aquel chico perfecto, a DongHyun, al chico que una vez estuvo en Asia, que estuvo en el escenario del concierto y que ahora esta frente a mi, mirandome con curiosidad provocando que me bloqueara por completo.

Reaccioné y pensé en decirles un discurso en coreano que más de una vez practiqué por si llegaba a tenerlos así de cerca, pero todo se fue a la basura cuando comenzarón a sonreír uno por uno y al ver la sonrisa de Donghyun no supe que hacer

— ¡Y... yo...!, ¡yo...! —intenté decir pero las palabras no me salían—. ¡SARANGHAE!

Fue lo único que dije. Y ellos me corearon lo mismo, mi corazón estalló y todo se oscureció.

*

Desperté en una cama junto a una joven mujer a mi lado. No sabía donde estaba pero me pidió la dirección de donde vivía, le di la del hotel donde me quedaba para luego informarme de estabamos esperando un taxi que había pedido un taxi para mí, le pregunté quien era.

— Soy parte del staff de boyfriend, los chicos están en la otra habitación.

Y nuevamente todo volvió a oscureserce.

*

Abrí mis ojos debido al movimiento, cuando me percaté de que estaba en el interior del taxi junto a la mujer de antes. Suspiré frustrada, había perdido mi única oportunidad de poder interactuar con ellos.

Miré mi gran bolso que tenía sobre mis piernas— A lo menos debí pedir que me firmaran el poster que compré... —dije para mi misma pero la mujer de mi lado me pareció escuchar.

— ¡Oh!, los chicos vieron tu bolso con las cosas dentro, les pedí que no lo hicieran pero de igual manera lo revizaron —sacó el poster y lo abrió dejandome completamente sorprendida—. Lo firmaron para ti.

El aire parecía irse de mí y mi corazón se aceleraba, tomé el poster entre mis manos y vi claramente las firmas de cada uno escritas allí— ¡Ahh!, ¡no puede ser! —miré a la chica que sonreía—. ¿En serio son de ellos?

Asintió con la cabeza— Y también les pedi que no tomaran tu celular —de inmediato dejé el poster a un lado para buscar mi celular dentro de mi bolso—. Son muy curiosos y fotogénicos, estaban muy emocionados con sacarse algunas, estoy más de segura que se sacaron un par de ellas.

En cuanto tuve mi celular entre mis manos me metí a galería y pegué uno de los gritos más fuerte que había hecho en mi vida.

Aquellas fotos las vería todos los días de mi vida y de mi muerte.


Adicto al sexo (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora