Separados.

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- No dejes de caminar.- Le dijo Pan a Aoshi cuando acelero el paso para evitar el enfrentamiento con los dos indeseables.

- Pan, estoy muy asustada.- Le dijo ella aferrándose con más fuerza a su Pan.

- No te preocupes, nada pasara.

- Eh, porque tenéis tanta prisa? No vamos ha haceros daño, solo queremos divertirnos un poco.- Volvió a escuchar tras de si.

Las risas que prosiguieron a aquellas palabras la enfurecieron y sintió verdaderas ganas de darse la vuelta y enfrentarles, pero no podía hacer aquello sin descubrirse frente a Aoshi.

- Malditos sean.- Murmuro.

- Pan.- Gimió Aoshi.

Pan estuvo apunto de decirle unas nuevas palabras tranquilizadoras a su amiga cuando frente a ellas aparecieron cuatro hombres.

Las habían acorralado. El enfrentamiento era ya algo imposible de evitar, así que con un empujo Pan dejo a Aoshi contra la pared y se coloco frente a ella con la mirada atenta a los seis hombres que se cerraron sobre ellas.

- Pan, ¿que vamos ha hacer?- Le pregunto Aoshi asustada.

- No te muevas de aquí, pase lo que pase.- Le dijo ella a la vez que se ponía en posición de defensa.

Los seis hombres iban vestidos de negro, sus aspectos eran atemorizadores. Pero lo que más la preocupaba es que los cuatro que habían salido del callejón iban armados. Para ella aquello no era nada, pero para Aoshi si era peligroso.

- No tenemos dinero.- Les dijo Pan sin abandonar su posición de defensa.- Así que déjenos en paz.

Los seis se rieron ante aquello mientras cerraban un circulo alrededor de ellas.

- No queremos dinero.- Le dijo uno de ellos divertido.- Eres muy bonita. Así que nos divertiremos un poco todos juntos.

- Me defenderé.- Les dijo ella.

Se rieron nuevamente, pero a ella no le importo.

- Pan...

- Aoshi, no te muevas.- Le dijo empujándola nuevamente contra la pared.

- Es mejor que no te resistas, no nos gustaría tener que haceros daño.- Le dijo el hombre que portaba cadenas.

- Podría decirles lo mismo, así que larguense.

- Vaya, vaya, la niñita quiere jugar.- Dijo otro de ellos.

- Démosle su merecido.

- Intentalo.- Dijo ella ya casi impaciente.- Al final será divertido.

- Vaya, la mocosa quiere luchar.- Comento otro divertido.

- Dejármela a mi.- Dijo el hombre portador de palo.- Voy a enseñarte lo que es bueno.

- No debiste enfadarlo, mocosa.- Le dijo otro.

- No la dañes demasiado, aun queremos divertirnos de ella.-

- ¿Porque no la tocas? Haber si te atreves.

La hosca voz hizo que los seis hombres se giraron para mirarle. Trunks con un aspecto realmente serio, estaba atrás, con las manos metidas en los bolsillos y mirándoles con desprecio. Aparentemente tranquilo, aunque Pan pudo notar claramente la energía. Había estado tan concentrada en los movimientos de los hombres y en poner a Aoshi a salvo que no le había sentido, ella podia ganar pero verle le hizo sentirse desahogada.

- Y tu quien eres?- Pregunto uno.

- Esto no es asunto tuyo, lárgate antes de que sea tarde.

Trunks le dedico una amenazante mirada al hombre que le había dicho aquello ultimo y después miro a Pan, quien seguía frente a la asustada Aoshi de forma protectora.

Haciendote MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora