Culpa.

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Se enrosco en las sabanas, deseando ignorar que la luz de un nuevo día entraba por su ventana.

Oculto su rostro en la almohada, rogando porque alguien la despertara y le hiciera descubrir que aquello solo era una pesadilla.

Sus piernas se encogieron, intentado compensar la sensación de soledad que parecía arrasar su cuerpo.

Lo noche anterior aun estaba grabada en sus labios y en sus ojos hinchados. Había rozado el cielo con la punta de los dedos, para después caer en picado al vacío.

Sabía que le había perdido, algo en su interior le decía que él no volvería a aquel campo en el que ambos encontraron una nueva vida. Sus palabras así lo habían anunciado y su corazón estaba simplemente desolado.
Sus padres habían vuelto del Irán desde ayer en la noche, así que, ahí estaban.

- Pan, llegaras tarde a la universidad.- Escucho decir a su madre tras la puerta.

Pero que importancia podía tener ya aquello? Él no estaría aquella noche esperándola. No tendría a nadie a quien contarle las alegrías y las penas de su corazón.

Su corazón estaba roto.

...

Bajo el agua de la ducha la desolación de Trunks no era mucho mejor que la de Pan, solo que a esta estaba añadida una sensación de culpabilidad que parecía ahogarlo.

No había besado a una chica cualquiera. No. Había besado a la hija de Gohan, a la nieta de Goku y a la sobrina de Goten. Habia besado a Pan, su mejor amiga. Había traicionado a sus amigos, a su familia y ni siquiera llegaba a entender en que momento había perdido la razón.

Pero aquello no era lo peor. No. La sensación de culpa podía soportarse. Pero el vacío que ella había dejado bajo su pecho era simplemente inaguantable.

Tener la certeza de que no volvería a verla en mucho tiempo…parecía simplemente matarlo.

Ella había entrado en su cabeza. En su corazón. Parecía haberse grabado a fuego en su alma.

Aun podía sentir su dulce sabor en su boca, recorriendo sus venas.

Debía olvidarla, debía hacerlo antes de que aquella fuerza que luchaba en su interior se desatase y lo condujera directamente al mismo infierno.

Ella estaba prohibida. No era suya, pese a que su cuerpo y su corazón así lo sintieran.

….

Haciendote MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora