Extra - Ese día

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4 años atrás

Habia llegado de la escuela, deje mi mochila en mi habitación. Mis padres tardaron unos segundos en llegar.

—¿Como la pasaste en tu cumpleaños, Addy?—Pregunto mi madre sentados a mi lado, mi padre hizo lo mismo. Les sonreí a ambos.

—Genial. Todo el salón me saludo y Scott y Stiles me prometieron que mañana iríamos al parque a jugar—Le respondí feliz a mi madre.

—Eso es genial—Dijo acariciando ya su notable barriga. Estaba embarazada desde ocho meses y medio, lo que me hizo recordar...

—¿Llegaron los resultados?—Pregunte ansiosa.

—Aun no, el doctor no debe tardar en llamar—Dijo mi padre esta vez.—Pero estoy casi seguro de que es una niña—Le dio un beso en la mejilla a mi madre. Rabian esperado a ultimo momento para pedir esos resultados.

—¿Como la llamaran?—Pregunte viendo el vientre de mi madre.

—Todavía no lo pensamos, Addy—Respondió mi padre, ellos eran los únicos que me llamaban así.

—¿Alguna sugerencia?—Pregunto mi madre.

—Me gusta Melody—Dije y mis padres se miraron entre si.

—Es un muy buen nombre—Respondió mi padre acariciándome la cabeza. Sonreí en respuesta.

—Melody será—Dijo mi madre levantándose de la cama—Ire a cocinar la cena, los llamare cuando este lista.

—¿Podemos comer pizza, mamá?—Pregunte, aunque siempre pedía pizza para cenar—Por favor—Pedí haciendo pucheros, mi madre rodo los ojos mientras mi padre reía.

—Esta bien, solo por que es tu cumpleaños.—Dijo mi madre mientras salia de la habitación.

—Ire a hablar con tu madre—Dijo mi padre besando mi frente—Toca algo hasta que llegue la comida—Dijo señalando mi piano.

Asentí levemente, se marcho de la habitación. Me acerque al piano y empece a tocar una de las melodías que me había enseñado mi madre, aunque no supiera el nombre de la canción, me encantaba. También tenia una guitarra pero me inclinaba mas por el piano.

Cuando termine de tocarla, salí de mi habitación y baje las escaleras para encontrarme con mis padres, pero loes escuche hablando, por lo que me escondí tratando de que no me vieran.

—Eran los Argents, tenemos que reunirnos con ellos, en un punto intermedio. La reunión es en media hora—Dijo mi padre.

—Diles que no iremos—Dijo mi madre seria.

—¿Estas segura?

—Suficiente es tener que mentirle a mi hija, no la voy a abandonar en su cumpleaños—Dijo mi madre y el timbre de la casa sonó.

—¡Pizza!—Grite mientras bajaba las escaleras y dirigiéndome hacia mi padre.

Mamá abrió la puerta y le pago al repartidor, para luego entrar con una pizza en su mano.

Comimos mientras charlábamos, fue de los últimos momentos felices que tuvimos. El teléfono sonó, mi madre atendió, era el doctor, era una niña, me puse muy feliz.

—Tengo una sorpresa para ti, Addy—Hablo mi madre y se fue hacia la cocina, regreso unos segundos después con un pequeño pastel, con nueve velas encendidas encima de ella.

Ambos empezaron a cantarme, para que al final yo soplara las velas. Luego de eso me dirigi a abrazarlos a ambos, el ultimo abrazo que compartimos.

Desde ahí todo sucedió muy rápido.

Un ruido, como si un vidrio se rompiera, nos sobresalto, venia del interior de la casa, alguien había entrado. Inmediatamente busque refugio en mis padres. Ellos se miraron como si se estuvieran comunicando.

Otro vidrio rompiéndose, mas alto, anunciando que lo que sea que hubiera entrado se acercaba, pero esta vez estuvo acompañado de un rugido, mis padres actuaron. Mi mamá saco de unos de los cajones de la cocina un arma, se la paso a mi padre y del mismo cajón saco una ballesta.

—Papá—Dije intentando llamar su atencion, haciéndoles ver que estaba asustada.

—Cariño, pase lo que pase, quédate detrás de nosotros—Dijo mi madre con una sonrisa triste en su rostro, yo asentí aun aterrorizada.

Se acerco a mi y me dio un largo abrazo acompañado de un beso en mi frente, mi padre hizo lo mismo.

Apenas se alejó, una criatura, enorme se aproxima hacia nosotros rapidamente, mi madre dispara la ballesta pero parece no afectarle, y se abalanza sobre mis padres.

—¡Addy! ¡Escóndete! ¡Huye!—Grita mi padre. 

Le hago caso, me escondo debajo de la mesa, el mantel encima de esta lograba taparme  lo suficiente para que no me viera, luego de unos segundos lo aparte un poco para ver lo que sucedía.

Como deseaba no haberlo hecho.

Vi a mi madre, con miles de rasguños en su rostro y cuerpo, en el suelo, derramando sangre, muerta. Y la bestia enorme ahora se encontraba matando a mi padre. Las lagrimas salían de mis ojos, no podía evitarlo, escuche un ultimo grito de mi padre para que luego cayera al suelo sin vida.

Salí de mi escondite inmediatamente y al intentar acercarme al cuerpo de mi padre, el animal me rasguño con sus garras en mi antebrazo, para luego insertarlas en mi abdomen, caí al suelo dando un grito.

La bestia dio su trabajo por hecho y salio por la ventana, rompiéndola en miles de pedazos, y que algunos de ellos se clavaran en mi piel.

En ese momento, no supe que hacer.

No me importaron mis heridas, me acerque a mis padres y comprobé que sus corazones ya no latieran por completo, y lo habían hecho.

Empece a llorar mas notoriamente, solo se escuchaba mi llanto, y eventualmente mi voz llamando a mis padres o preguntando "¿Por que?" repetidas veces.

Minutos de llanto después empece a notar frió, mucho frió, estaba congelándome, la ventana había sido destrozada, y era invierno, por lo que el frió llegaba a la casa, y yo solo estaba usando mi ropa de dormir.

Empece a temblar, me recosté entre mis padres, bueno, los cuerpos de mis padres, aun llorando.

Empece a pensar en lo que acababa de pasar y las consecuencias que traería, nunca mas iba a poder abrazarlos, jugar con ellos, sonreirles, ni siquiera hablarles. Se habían ido, y para siempre. Esos pensamientos provocaron mas lagrimas, pero silenciosas. También pensé en mi hermanita, tampoco podría verla, ella no tiene la culpa de nada. Y la mato, jamas podre verla, jamas podre jugar con ella, ni hablarle, ni enseñarle, ni verla, ni nada. Jamas podrá experimentar lo que es la vida, jamas ira a la escuela, jamas conocerá a Scott y a Stiles, jamas sera mi amiga, ni siquiera nacerá.

Ya habían pasado por lo menos dos horas, había dejado de temblar, pero eso no era nada bueno. La lluvia empezó a caer fuertemente y truenos empezaron a sonar, me aterraban demasiado, desde ese día, apenas al oír uno me sobresalto. Mi vista había empezado a nublarse cuando escuche las sirenas de la ambulancia y policía. Estaban intentando abrir la puerta a la fuerza. Cuando lo lograron, varios policías y algunos médicos entraron.

Los médicos revisaron a mis padres, aceptaron que estaban muertos, pero cuando me vieron, con mis ojos casi cerrándose se acercaron corriendo, me pusieron en la camilla y dirigieron fuera de la casa.

—Niña, entre los nueve y diez años, rasguños menores, hipotermia—Le dijo un enfermero a un medico y este asintio.

Fuera de la casa pude ver a varios autos de policía afuera de la casa, pero también estaba el Sheriff, el papá de Stiles, quien me vio completamente triste, al igual que Melissa McCall, quien estaba a su lado.

El Sheriff se acerco a los paramedicos—Quiero que esta niña tenga los mejores tratamientos, no me importa lo que cueste—Dijo cuando me estaban subiendo a la ambulancia.

Mis parpados empezaron a pesar, y no los detuve, tal vez cuando despierte descubra que todo fue una horrible pesadilla.

Pero no lo fue.

Wild | #1 (Teen Wolf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora