Wild | #1 (Teen Wolf)

Capitulo 8 - Ataque

Ha pasado un día desde la cita de Scott y ayer fue a estudiar a la casa de Allison, pero no resulto tan bien.

Me encontraba caminando hacia el Videoclub para buscar una película que ver en la noche, ya que me había desocupado completamente y estaba aburrida. Probablemente vería 50 First Dates de nuevo.

Reconocí el auto de Lydia Martin estacionado afuera, pero no me dirigi a saludar, lo único que quería era volver a casa y ver la película.

Entre y el lugar parecía vació, fui hacia uno de los pasillos buscando una buena película.

—¿Alguien puede ayudarme a encontrar The Notebook?—Escuche esa odiosa voz en el pasillo del frente, y camine hacia allí.—Ah, eres tu—Hablo Jackson tampoco muy contento de verme. Rodé los ojos.

—No te agrado, no me agradas, solo ayúdame a encontrar mi película y yo la tuya—Hable extendiendo mi mano y el la acepto dudoso.

Estuvimos un rato largo buscando las películas y me atreví a preguntar:—¿Hay alguien trabajando aqui?—Grite asegurándome de que alguien me escuchara pero nadie respondió.

—Voy a revisar ese pasillo—Hablo y camino hacia allí pero se paro en seco justo en frente de el—Maddie—Me llamo y me acerque confundida pero al ver lo que estaba observando me quede helada.

El cuerpo del trabajador del Videoclub con la garganta desgarrada y sangre saliendo de su cuerpo.

Jackson retrocedió asustado pero en ese movimiento hizo caer una escalera enredada con los cables de luz dejándonos con una luz intermitente.

Ambos vimos algo en un rincón en la oscuridad que daba leves gruñidos y corrimos a escondernos en los pasillos. Jackson se asomo para ver algo pero volvió a esconderse rápidamente, nada bueno al parecer, mi respiración era agitada, aquella cosa era capaz de matar lo que sea, no seria difícil hacerlo con unos adolescentes.

De un momento a otro lo que fuera que nos estuviera atacando tiro los estantes donde se encontraban las películas logrando un efecto domino haciendo que caigan sobre nosotros. A Jackson atrapándolo de la cintura para abajo y a mi de la cintura para arriba.

Sentí como la bestia tomo mis tobillos y no dude ni un segundo en gritar, me arrastro fuertemente hacia afuera de los estantes haciendo que mis lentes quedaran debajo de estos. Dificultandome diferenciar a la criatura de la oscuridad.

—¡Maddie!—Exclamo Jackson preocupado que no podía ver nada, ya que seguía atrapado debajo de los muebles.

La criatura me puso debajo de el y tomo mi brazo entre sus garras rasguñandome, muy cerca de mi cicatriz. Dejándome herida en el suelo.

Se acerco a Jackson y le hizo algo que no pude ver y luego salio corriendo hacia el ventanal, estrellándose contra este y escuche el grito de Lydia.

Me levante como pude e intente sacar a Jackson de donde estaba, pero no funcionaba, así que con todas mis fuerzas empuje el estante hasta enderezarlo y pase uno de los brazos de Jackson por mis hombros mientras lo ayudaba a salir de ese lugar.

Ya afuera, Jackson pareció haber asimilado lo que había pasado y se soltó de mi agarre, lo que me dio tiempo de mirar mas de cerca mi herida.

Visualice mi cicatriz y entre en pánico, con respiración pesada, caí al piso apoyándome con mis brazos, la herida no era tan profunda, pero me daba la sensación de estar reviviendo ese momento.

Vi a Lydia salir del auto con una cara de espanto, que fue peor cuando vio mi brazo lleno de sangre.

—¿Que le paso?—Pregunto y yo seguía con la respiración entrecortada.

—Creo que esta teniendo un ataque de pánico—Hablo Jackson y se arrodillo frente a mi junto a Lydia.

—Bien...Emm... Piensa en cosas felices—Hablo Lydia balbuceando, estaba nerviosa.—Piensa en la familia—Dijo Lydia y Jackson la fulmino con la mirada

—Maddie, estas fuera de peligro—Hablo Jackson con voz firme—Todo esta bien, nadie va a hacerte daño.

Siguió hablando y me iba calmando poco a poco hasta que mi respiración se volvió regular. Me senté descansando mi cabeza en en la pared del edificio.

—Ya llame a la policía—Dijo Lydia que seguía sosteniendo esa cara de horror.

Nos sentamos a esperar cuando Jackson rompió el silencio:

—¿Por que?—Lo mire confundido—¿Por que me ayudaste a salir de ahí?

—No te agrado y tu no me agradas pero no te iba a dejar ahí, yo no soy así. No le desearía la muerte ni a la persona que mas odio en el mundo. E incluso sabiendo que eres un idiota, no te dejaría ahí—El rió cuando lo llame idiota.

—¿Cómo lo llevas?—Pregunto refiriéndose a mi brazo. Lo mire.

—Tuve peores—Hable sonriendo haciéndole saber que estaba bien. Dolía, pero no tanto.

Minutos mas tarde, autos de policía llegaron acompañados de una ambulancia. Los médicos decidieron que primero deberían revisar a Lydia, no entiendo por que si la única herida aqui soy yo. Minutos después revisaron a Jackson.

Me quede mirando fijamente mi herida, miles de imágenes de lo sucedido ese día venían a mi cabeza y cada vez me daban ganas de llorar, pero era fuerte, así que no lo haría, no me permitiría llorar.

Levante la mirada y vi a Scott y a Stiles hablando con el Sheriff, este ultimo me señalo y Stiles dirigió su mirada hacia mi, y su mirada se volvió triste, luego Scott me miro e hizo lo mismo, ambos se acercaron corriendo y no dudaron en abrazarme. Puse todo mi empeño en no llorar, necesitaba ese abrazo.

—Todo va a estar bien—Hablo Scott separándose de mi mirándome y yo asentí con una mirada triste en mi rostro.

—Chicos, necesito revisar su herida— Hablo uno de los médicos y los chicos se apartaron y me dirigi a la ambulancia sentándome en el borde de esta.

El hombre limpio y vendo mi herida y cuando termino me dijo:

—Tienes suerte, no es tan profunda como para preocuparse—Me sonrió y yo hice lo mismo.

El Sheriff se acerco a mi.

—Hola, Maddie— Me saludo sonriendo, el me conocía muy bien, ya que era la amiga de su hijo.—Se que pasaste por mucho, así que hagamos esto rápido—Hablo y yo asentí—Dime lo que paso.

Y eso hice, le conté todo lo que paso, he hizo varias preguntas que quedaron algunas, sin respuesta.

—Bien, Maddie, Melissa ya esta avisada pero no puede venir, tiene turno en el  hospital, Stiles te llevara—Hablo y agradecí.

El camino a casa fue como una interrogación, Stiles empezó a hacer miles de preguntas, las cuales respondí de mala gana, odiaba hablar de eso.

Nos despedimos, entre a casa y me encerré en mi habitación, me recosté en mi cama y enseguida pude dormir, pero por la noche me despertaba constantemente por pesadillas.