Capítulo 25

232 16 0
                                    

Mi piel ardía, dolía tanto. Me levanté de el suelo y fui hacia el baño, el baño también era enorme.

Dirigí mi mirada al gigantezco espejo. Es horrible ver sus iniciales tatuadas en mi cuerpo...para siempre.

No era demasiado grande, pero tampoco muy pequeño.  Sus letras en mi piel estaban rojas e hinchadas. Di la llave dejándo caer el agua sobre mis manos, lleve mi mano mojada a la quemadura. Apreté contra ella, tan fuerte que un grito se escapó de mis labios. No sabía por que lo estaba haciendo, sólo sentía impotencia. Me habían marcado, como un animal.

Mi vista estaba borrosa, tragué saliva acomodándo mis manos en la loza de el lava manos, me quede un momento ahí apoyada mirando el suelo.

-¡AAGH! -grité frustrada.

Me abotoné la blusa completamente para que este no se notara.

Escuché la puerta de la habitación abrirse alertándome. Me coloqué recta y comencé a caminar a paso lento para ver quien era.

Asomé mi cabeza sigilosamente y deje de respirar por un momento cuando lo vi.

-Elizabeth... -Habló Cold acercándose ami. Llevaba una camisa con unos pantalones negros, sus ojos seguían igual de hermoso que siempre, pero se notaba desgastado, cansado.

Comencé a negar con la cabeza. Las lágrimas no tardaron en llegar, me sentía tan vulnerable.

-Me vendiste. Mira en lo que me convertí por tu culpa. -Dije con la voz en un hilo apuntándome.

El negó con la cabeza. -Déjame explicártelo, no fue como piensas. -Habló acercándose.

-No te atrevas a acercarte. -Dije comenzando a caminar a la puerta, cuando pasé por su lado, él me detuvo tomándo mi brazo roto.

Me quejé cerrándo los ojos y él me soltó de inmediato. Llevó su mirada a mi brazo.

-¿Que te paso? -Dijo mirandome con una mezcla de dolor y preocupación.

Lo tomó con delicadeza mientras lo examinaba. Noté que estaba un poco hinchado y morado.

Mantuve silencio. No quería recordarlo.

Me alejé. -Escúchame, por favor... -Suplicó.

-No puedo creer cómo tienes cara de acercarte ami luego de lo que me hiciste...

-No. No es así

-¡Vete! ¡Te odio! ¡destruiste mi vida!

Grité en todo su rostro. El mantenía su mirada en mi. Una lágrima rodó por su mejilla.

-Sólo escúchame por favor...

-Tu no me diste oportunidad, yo tampoco lo haré.-Hablé y salí corriendo de ahí.

Sentía rabia, odio,  desprecio. Nunca había odiado tanto a alguien.

Comencé a correr entre la multitud tratándo de buscar la salida, pero aún así sabia que era imposible salir de aquí.

Paré agitada un momento.

Alguien me tomó de los brazos y pude sentir su aroma de inmediato.

-Elizabeth, querida...¿No te gustó tu nuevo tatuaje? -Habló James a mi espalda.

Estaba tan eufórica. Me giré y me propiné un golpe en su cara.

Él tomó de mi brazo arrastrándome hacia donde no tenía idea.

-¡AYUDA! -grité para que alguien me ayudara. Pero sólo miraban, y lo peir es que ni siquiera se notaban preoupados. Sólo miraban con normalidad.

Antes de alejarme completamente de las personas. Un disparo resonó por toda la mansión. Di un pequeño salto por el susto. El agarre de James se aflojó. Fruncí el ceño y lo miré. El ya no lo hacía, su cuerpo cayó a el suelo sin vida dejándome ver a Cold quién lo apuntaba.

Cold corrió hacia mi tomándome de la cintura mientras disparaba  a los guardias. La gente gritaba escandalosamente mientras algunos se disparaban entre sí. Yo no luché mas. Llegamos a un subtereaneo. Él sacó un paño y lo colocó en mi nariz.

-Lo siento Eli, es sólo por ahora...

Fue lo último que escuché cuando mi vista se borró.

(...)

-Elizabeth... -La voz de Cold hizo abrir mis ojos. Ahora estaba a tendida en una cama. Me senté aturdida, él se encontraba a mi lado ¿Era un sueño?

-¿C-Cold? -Hablé confundida.

El forzó una sonrisa y habló.

-Si.

Luego hubo un silencio y todo llegó a mi mente.

-Espera...¿Donde estoy? -Pregunté mas despierta.

-En mi casa. Antes de que digas algo, necesito que me escuches.

Me quede en silencio, estaba cansada. Suspiré y lo miré para que siguiera.

-Gracias...Cuando fuimos a esa casa mi plan era ir contigo, que no te fueras de mi vista y irme contigo a mi casa. -Hizo una mueca. -Ese día pensé que habías escapado, pensé que habías salido entonces fui a buscarte fuera de la casa.

Habló seguro.

-¿Cómo me llevas donde trafican mujeres? Sabías que era peligroso para mi, no te creo nada. -Respondí seca.

-Yo nunca pensé que serías tan desobediente y salieras de donde te deje. En todas las juntas de negocios hay tráfico de mujeres. -Habló como si fuese lo más normal.

-Ah claro, tráfico de mujeres, pan de cada día. -Hablé con ironía.

-Si, es normal para mi, es la realidad Elizabeth. Ya no estás en tu burbuja.

Ahora la conversación subió de tono y el ambiente estaba aún mas tenso.

-Eres un asqueroso. Me das asco. -Hablé alejando mi mirada de él. -Nosé como es normal para ti, ah quizás hasta  debes disfrutarlo.

-No, no se trata de eso, yo nunca -Giró mi cara con su mano para que lo mirara a los ojos y continuó. -Nunca he comprado mujeres. No lo comparto, no me gusta pero debo verlo cada día por mis negocios. Vivo de esto  y me acostumbre desde siempre a ver eso.

Vas a acostumbrarte.

Fue lo primero que se me vino a la cabeza con esa palabra. La voz de James invadió mi cabeza recordandome desastrozos momentos.

Tensé la mandíbula bajando mi cabeza hacia mis piernas encerrándome con mis brazos. Las lágrimas comenzaron a caer.

-Hice todo para tratar de recuperarte cuando supe que  estabas en las manos de otro hombre...-continuó.

-Diez días. -Hablé con la voz en un hilo. -Diez malditos días que fueron un infierno para mi, para mi vida. Y todo fue por que me llevaste a esa maldita casa.

-Lo siento tanto

-Me iban a vender a otro imbécil. -Interrumpí.

-Yo fui ese imbécil. -Habló. Levanté mi mirada hacia él.

-¿En serio?

-Tenía que salvarte de alguna forma.

Curvé mis labios agradecida por el acto. Pero aún así no podía creerle de el todo. Mi expresión se borró cuando recordé algo.

-Ese día que me llevaron...tu estabas hablando con un hombre, él me apunto y tu asentiste.

-Le dije que mi acompañante era una hermosa chica de pelo negro con ojos azules. -Rió sin ganas.-él te apunto encontrándote y yo le asenti.  Eso fue todo.

Sus manos fueron a las mias acariciándolas. Al principio me tensé pero luego me tranquilice a su tacto.

-Creeme, por favor. -Habló tomando mis manos.

Sus ojos brillaban de esperanzas, al igual que los mios por primera vez en diez días.

-Jurame que es verdad. -Hablé sin quitar la vista de sus ojos.

-Te lo juro.

Or what?©[fanfic Justin Bieber]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora