Or what?©[fanfic Justin Bieber]

Capítulo 16

Voces. Era lo único que escuchaba. Malditas voces. Un fuerte dolor de cabeza vino. Gruñí. Abri mis ojos mirando a mi al rededor. Era una sala de hospital.

-¿Señorita Cox? -Preguntó lo que parecía ser un doctor de unos 30 años aproximadamente.

-¿Por... que estoy aquí? -Hablé tratando de sentarme pero me dolió mas la cabeza. -Agh. -Me quejé tocando mi cabeza.

-Tienes que reposar. Tu golpe fue duro.

-¿Golpe? -Me sentía aturdida.

-Como escuchó, luego de haberse estrellado con un arbol quedo inconsciente.

-Oh. Que estúpida. -Reí recordando lo ebria que estaba, aun que no recordaba mucho.Él permanecía serio.

-Se que quieres reírte. -Volví a hablar. -No todos los días llegan pacientes que se dieron contra un arbol. Hablé y el sonrió.

-Llamamos a tu padre pero dijo que no podía venir. El trabajo se lo impidió.

-Si claro, el trabajo. -Hablé entre dientes. Puedo estar muriendo ahora pero el prefiere trabajar. Genial.-¿Cuanto tengo que estar aquí? -Pregunte irritada.

-Una hora mas estaría bien. Toma. -Me tendió una pastilla y se la recibí. -Para el dolor de cabeza. -asentí.

-¿Quién me trajo? -Hablé luego de tomarme la pastilla.

-Un chico. Su nombre era Cold pero ya se fue. Estás sola.

-Uhm. -Miré mis manos. Por un momento me sentí apenada. Siempre estaba sola. -Gracias doctor.

-De nada. -Se dió media vuelta y salió por la puerta dejándome en esta tétrica sala. Esto no era bueno, no podía estar sola sin que mis pensamientos atacaran, asi que sería mejor dormir. Me acosté y cerré los ojos pero no podía hacerlo. No tenía sueño. ¿Por qué él se fue? ¿Por que me lo pregunto? . Por un momento tuve una esperanza de que le importaba, me quedó claro que lo poco que tuvimos fue sólo un rato de diversión. Soy una estúpida.

Luego de irme de el hospital, me vine en un taxi a mi departamento. Mi cabeza aún dolia un poco.

Me di un baño largo cerrando los ojos rejalándome para olvidarme un momento de todo. Después de un rato me sequé y vestí con mi pijama, no tenía ganas de nada. Me miré al espejo y un color morado se hiso notar en mi cuello. Recordé como intentó violarme y el miedo que sentí en ese momento. ¿Cómo un hombre que quería tanto puede cambiar tanto de la noche a la mañana? No era él.

El timbre sonó y fui a abrir la puerta.

-Son para usted. -Un hombre con un gran ramo de rosas rojas estaba en mi puerta. Me sonroje.

-Gracias, adiós. -Se las recibí cerrando la puerta.

Las tomé dejándolas en la mesa. No les tomé importancia, luego sabría quién me las mandó.

Me senté en el sillón y encendí el televisor para poder ver una película. Estaban dando una romantica asi que la dejé. A pesar de que yo era un poco dura, podía llorar como un bebé con estas películas.

Las lágrimas salían, la película estaba en la parte más tragica. La pareja se separaba por siempre.

Tocaron dos veces la puerta. ¿Por que no tocaban el timbre?. Tomé un pañuelo y me sequé las lágrimas de las mejillas. Abrí la puerta.

-Hola. -Cold sonreía al otro lado de la puerta. Mi vista bajo de inmediato a el suelo. Que vergüenza. Estaba horrenda.

-Cold, hola, ¿Que quieres?

El rió. -¿Estabas llorando? Estás del asco. -Dijo mirándome de pies a cabeza.

-No. Adiós. -Cerré la puerta sin mirarlo en ningún momento pero el tomó la puerta bruscamente.

-Nonono. ¿No me invitarás a pasar?

Rodeé los ojos y entré a mi departamento ignorándolo. Me senté en el sillón como cruzando mis piernas. Escuché la puerta cerrarse.

-Vaya, vaya un admirador secreto ¿eh? . -Habló tomándo las rosas.

Yo lo seguía ignorando.

-Veámos que dice. -Habló.

Fruncí el ceño y miré lo que estaba haciendo. Sostenía una nota.

-"Querida Elizabeth..." -Rió continuando. -..."Siento mucho lo que te hice, nosé lo que pasaba en mi cabeza en esos momentos y juro que lo remediaré. Te quiero...Thomas".

Terminó de leer Cold y yo me alevanté y le arrebaté el papel de las manos.

-Asi que... Thomas. -Habló serio. -¿De que habla?

Yo aún estaba parada frente a él, guarde el papel en mi bolsillo.

-¿Quién te hiso eso? -Apuntó a mi chupón en el cuello. Lo tapé con mi mano y me fui a el sillón.

Se sentó a mi lado y saco mi mano de mi cuello. Recordé que el día que lo vió estaba drogado, de seguro no lo recuerda.

-Para. -Hablé volviendo a poner mi mano. El la volvió a sacar.

-Parece que la pasaste bien con ese tal Thomas. -se burló.

-Si tan sólo supieras. -Hablé sarcástimante.

-Me imagino. No pensé que fueras así.

-Basta.

-Te gusta cambiar ¿Eh? Meterte debajo de las sábanas de cualquiera debe ser un hobbie.

Me levante con los ojos cristalizados. Ya no aguantaba. Caminé a mi habitación encerrándome en ella.

-Hey, no he terminado. -Habló Cold desde el otro lado de la puerta.

-Para, por favor. -Mi voz se rompió.

-Abre.

Lo ignoré, una lágrima cayó por mi mejilla.

-Abriré yo.

Escuche el sonido de la manilla y él ya se encontraba adentro de la habitación.

-¿Por qué estas así? Duele la verdad ¿Cierto?

-Thomas me hiso esto... -Hablé destapando mi cuello.

-Losé, que pena que

-Pero no fue por que yo quise. -Terminé. Las lágrimas no paraban de caer. -Vete por favor. -Susurré.

-¿Que quieres decir con que no quisiste? -Habló apretando sus puños.

-Vete. -Me mantuve sentada en la cama apoyada en el respaldo sin verlo.

Él se acercó ami y tomó mis dos hombros para que lo mirara a los ojos. Yo no peliaba contra eso, ya no quería hacerlo.

-¿Quieres decirme que paso? -Habló ahora en un tono mas brusco dándome un leve apretón en mis hombros. -¡Dime! -gritó y cerré mis ojos asustada. Y lo que menos esperaba, pasó. Sus brazos rodearon mi cuerpo con fuerza sosteniéndome como si su vida dependiera de ello. Al principio me quedé inmóvil pero luego correspondí el abrazo. Después de un largo rato mis lágrimas sesaron y el se separó de mi. Suspiré mirándolo a los ojos, ahora tenían un color cálido miel que transmitian paz.

-Thomas intentó hacerme algo en el campamento, es mi ex. -Hablé sin detalles.

Su mandíbula se tensó y se levantó. Lo tomé de el brazo y lo jalé para que no se fuera.

-No le hagas nada por favor, Tyler ya se encargo y lo golpeó. -Trague saliva luego de hablar, tratando de convencerlo para que no hiciera nada. No quería que Thomas me hiciera algo, estoy sola y es fácil hacerme daño.

Él se quedo inmóvil.