Capítulo 2.

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Había asesinado a mi propia madre. La que me dio mi vida. Pero no me importaba. Ella nunca fue mi madre, ni se acercó a serlo. Fue como matar a una mosca. No sentí nada más que alegría. Mientras reía me limpiaba la sangre de la cara, y noté que mis ropas blancas estaban manchadas de sangre. Estaba un poco asustada por lo que vendría después; estaba segura que...

-"Peridot, has cometido tu último pecado en el paraíso. Te dejé pasar mucho, pero esto ya es suficiente".-
Me habló la voz del cielo. Él.

Estaba asustada de lo que vendría después, pero lo reconozco... Lo merecía.-Dame lo que merezca. Lo aceptaré con gusto...- dije cabizbaja con lágrimas en las mejillas.

-"Quedas expulsada del paraíso".-

Y dicho esto, una gran aura de oscuridad me cubrió. Sentía como si me clavaran clavos en cada una de mis extremidades. Pero en donde más me dolía era en mis alas, el punto débil de un ángel. Gritaba del dolor mientras veía todo oscuro. Sentía como si sangrara, pero no lo hacía. De pronto ya no sentí el suelo, y caí en un agujero oscuro; no importaba cuánto usara mis alas, no podía volar. Cansada de luchar en vano, me rendí y me dejé caer. De pronto, justo abajo de mí, vi una luz muy baja, me sentí aliviada. Por fin, dejé de caer y pude volar... Pero estaba en otro lugar. Aquí también había un cielo, también habían casas y edificios, pero aquí no era blanco todo; y el cielo estaba gris, apunto de llover. Estaba en el mundo de los humanos. Volando por los cielos, escuché un trueno cerca de mi, el cual me asustó. Yo siempre le temí a los truenos. Me paré en seco en medio de unas nubes para temblar y taparme los oídos, estaba asustada. Esa no fue una muy buena idea. Por que de pronto un rayo vino hacia mí dándome un golpe, justo en el brazo, haciéndome caer en unos árboles de un jardín. Tenía el brazo roto, me dolía mucho.
Ahora era un ángel caído, literalmente. Me eché a llorar pensando en lo que me pasaría. Moriría aquí. Pero no me di por vencida. Mirando a mi alrededor, encontré una gran mansión, no tenía otra opción; pediría ayuda y refugio.
Mis alas estaban algo débiles, así que di mi mayor esfuerzo para volar con mi brazo roto hacia el balcón de esa mansión, y mi sorpresa fue grande al ver lo que se encontraba ahí.

Estaba en una cena de negocios con mi padre y una familia de sus socios en nuestra mansión. Estaba un poco nerviosa de comprometerme con uno de ellos, pero haría lo que mi padre me ordenara. Teníamos que salvar nuestro estado económico. Estábamos sentados en una larga y ancha mesa, yo estaba sentada en medio luciendo mi largo vestido negro.

-Así que...-hablaba mi padre con su socio.-si mi hija se casa con tu hijo ¿nuestros bancos económicos se unirán con los suyos?-

-Exactamente.- respondió el amigo de mi padre.- Compartiremos nuestra fortuna y uniremos nuestros negocios para ser más ricos y poderosos. Pero, necesito que tu hija se case con mi hijo...- dijo sonriendo.

En ese momento intercambiamos miradas yo y el joven que se encontraba en frente de mí. Era un muchacho elegante y refinado. Me miraba con cara de enamorado, mientras que yo sólo le sonreía forzosamente. No creo en el amor a primera vista.

-Trato hecho, Socio.- dijo mi padre estrechando la mano de su amigo.

-Bien, la boda será en 6 meses. Marcos, vámonos.- dijo el socio de mi padre levantándose de la silla.

Después de que se fueran, mi padre se sentó a lado de mi y me dio un cálido abrazo.

-Perdón por hacerte esto, Lapis.-
Me dijo al borde de las lágrimas.

-No te preocupes, papá, sé que es por el bien de nosotros.- le dije también al borde de las lágrimas.

Mi padre se separó de mi, me dio un beso en la mejilla y se fue, dejándome sola; sabía que tenía cosas por hacer. En 6 meses sería mi vida con un desconocido. No estoy alegre, me siento forzada. Pero haría lo que fuera para que me padre estuviera feliz. Me levanté de la mesa y me fui a mi cuarto. Tenía un balcón en mi cuarto, me encantaba mirar la vista y sentir el aire correr por mi cara, me sentía libre. Caminé hacia mi balcón y, no podía creer lo que veía; era un ángel.

Era una dama de negro, que me miraba en shock como yo a ella. Sin saber qué decir o hacer, me eché a llorar. Estaba herida y triste.

-Por favor, joven dama, ayúdeme.- le rogué de rodillas.

-No llores, pequeño ángel. Te ayudaré.- me contestó con una gran sonrisa mientras me daba la mano.

No sabía qué decir. Mi corazón empezó a latir muy rápido y mis mejillas se sonrojaron. No sabía si esta dama era buena o mala, si me lastimaría o no, pero... Algo me decía que tenía que estar con ella. Sin saber por qué le tomé la mano y me ayudó a levantarme. Al mínimo movimiento de mi brazo roto, gemí del dolor que sentía. La dama noto mi brazo roto, y su hermosa sonrisa se transformó es una cara de preocupación.

-¡Te lastimaste!- gritó preocupada.- Ven, pequeña, te curaré el brazo.-

Ella me llevó hacia su cama y empezó a buscar vendas por su habitación. Era muy amable y gentil, pero más que nada, hermosa. Tenía un largo vestido negro que hacía resaltar sus ojos y su cabello. Su cabello y sus ojos eran del color del hermoso cielo que me encantaba mirar y contemplarlo. Hacía que mi corazón latiera a la velocidad de la luz.
La Dama regresó con vendas y me vendó el brazo. Me dolía cada vez que me tocaba el brazo, pero quería verme fuerte ante ella.

-Terminé.- me dijo con una sonrisa.- te mejorarás en unos días, no era nada grave.-

-Gracias...- dije devolviéndole la sonrisa.

Tengo que admitir que me costaba hablar con ella. Hacía que mi oxígeno se agotara. En eso, me levanté de la cama y caminé hacia el balcón estirando mis grandes alas. Me volteé para verla y dedicarle mi más sincera sonrisa.

-Te vendré a visitar pronto.- y me fui volando dejando caer plumas en la habitación de la Dama.

Volaba feliz, alegre, dichosa. Estaba tan feliz de a ver llegado a este mundo. Tenía que verla otra vez...

Conocí a un ángel. Y me dijo que me vendría a visitar. Estaba tan feliz. Esto era un milagro. Le contaría a mi padre de esto, pero prefiero que se quede como secreto. Espero con ansias su regreso.

*Continuará*

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¡Hola! (Mira ese editado, papuh :v)
Espero que les esté gustando mi Fic ;u; no olviden votar :,D me encantaría que comentaran lo que les gusta y lo que no para mejorar la historia ;3; ploooox <3
Bueno, los amo, bai <3

Pecado de Ángel♥.[Lapidot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora