La Problemática. (Shikatema) [Terminada]

6. ¿Yukata? ¡Ni lo piensen!

Los pájaros cantaban fuera de la habitación de Temari. Y luego el ruido de la gente saludándose entre si para prepararse en otro día más de trabajo.

Unos golpes bastaron para que la rubia se levantara.

- Ya voy.

Un bostezo de cansancio salió de su boca.

No fue bueno beber con Ino.

- ¿Qué hacen aquí? -pregunta al ver a la gente que de hallaba del otro lado de la puerta.

- ¡Hemos venido a ayudarte! -comenta energéticamente la mujer de rodetes.

- ¿Ayudarme en qué? -Temari hizo un ademán con su mano derecha para que entraran.

- En la misión "Conquistar al vago" -la pelinegra con una mirada pícara.

Y es que a Hinata no la quedaba nada de inocente. No desde que se casó con Naruto Uzumaki, quien era una máquina sexual, convirtiendo así a la mujer de ojos apelardos en una adicta a ello.

- ¿La misión qué? -pregunta la No Sabaku confundida.

- Lo que escuchaste. -dijo Ino revisando la ropa que tenía Temari- Y a prepararte para tu cita.

- ¿Qué cita? -pregunta asustada al ver que las cuatro mujeres se acercan a ella peligrosamente.

- No piensas ir vestida así al festival, ¿o si? -la ojijade clavó su mirada en la rubia de dos coletas- Tenemos que ir a comprar una yukata.

- ¿Yukata? ¡Ni lo piensen! -gritó la mujer imaginándose con una yukata rosa.

¿Dónde iría a parar su apariencia de chica mala? Porque ella era conocida por tener un carácter fuerte, y no tener compasión con sus enemigos.

Mientras tanto, en la oficina del Hokage de encontraba un Shikamaru bastante aburrido hablando con el sexto.

- Creo que deberías hacer lo que te parezca más entretenido. -comenta el peliplata firmando unos papeles.

- ¿Qué te parece de entretenido ir con la mujer problemática a un festival? -se cruza de brazos- Es más, ¿qué te hace pensar que irá conmigo?

Y era cierto, la rubia atraía a varios ninjas de Konoha.

Pero eso no era tan importante, lo importante era que Temari era del tipo de mujeres que les gusta ver sufrir a los hombres.

La mayor de los hermanos de la arena adoraba ver a los hombres sufrir cuando los rechazaba.

- Creo que deberías arriesgarte, no pierdes nada.

- Claro que pierdo algo, Kakashi. -un suspiro salió de la boca de Shikamaru- Mi orgullo.

En eso tenía razón. Los dos shinobis eran bastante orgullosos, el problema era saber cual de los dos lo era más.

- Hokage-sama.

Una pelinegra entró con una pila de papeles que a penas permitía verle su rostro, era Shizune.

- Oh, Shizune ¿qué te trae por aquí? -preguntó el peliplata despegando su mirada de los papeles que estaba firmando.

Ella bufó.

- Más papeles para firmar. -explicó la mujer- ¡Papeles que tendrían que estar listos hace dos semanas!

Kakashi rascó su nuca con nerviosismo. Cuando Shizune se enojaba, podía ser bastante temeraria.

- Qué problemático...-se quejó Shikamaru comenzando a caminar a la puerta.