Cameron Dallas || ¿Quieres ser la princesa de nuestro cuento de hadas?

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Llevaba 2 semanas saliendo con Cameron; aún no teníamos nada oficial pero ya siento que estoy enamorada de él.

Esta noche él me dijo que me tiene una sorpresa, así que me pidió que me arreglara para la ocasión.

Eran las 7 y me estaba arreglando ya que él me pasaría a buscar a las 8.

Escogí un vestido celeste, algo ajustado hasta la cintura y hacia abajo caía como una falda. Me coloqué mis vans azules, ya que nunca he ocupado tacones y tengo miedo a caer.

Me maquillé sencillamente: Un poco de brillo labial y algo de rimel en mis ya encrespadas pestañas, tomé mi pelo en una trenza espiga que caía por mi hombro derecho y a las 7:55 ya estaba arreglada y lista para salir.

Ya eran las 8:05 y Cam no llegaba ni me mandaba un mensaje. Hasta que escuché el teléfono de casa en el primer piso. Iba bajando las escaleras pero mi padre agarra el teléfono al momento en el que lo iba a tomar.

— ¿Hola?. . . Sí, soy yo. . . Ajá aquí está. . . ¿Quién la busca? ¿Cameron?. . . Está bien, yo le aviso. . . Adiós — dijo para colgar.

Apenas mi padre tranca la llamada suena el timbre y por segunda vez me gana en un movimiento rápido.

Abre la puerta dejando ver a un Cameron bien vestido con un traje negro y un corbatin para darle el toque.

— Hola señor, soy Cameron — dijo nervioso, pero con esa linda sonrisa que a mí me encantaba, y la mano estirada para saludar a mi papá.

— ¡Ah, Cameron! El chico de la llamada — le echó una mirada asesina, tomando su mano con fuerza —. Y cuéntame, ¿cuáles son tus intenciones con mi hijita?

— Pues la verdad quiero salir con ella, pero quiero hacer las cosas bien y pedirle permiso a usted suena lo más correcto — dijo nervioso pero sin vacilar.

— Está bien, la cuidas que es mi tesoro. Y no olvides traerla segura.

— No se preocupe, señor. Su princesa conmigo estará segura — sonrió por la aceptación de mi padre.

Me despedí de mi padre y crucé la puerta y saludé a Cam. Mientras mi papá cerraba la puerta, caminamos hasta su auto, un camaro negro muy bonito por cierto. Se me adelantó y abrió la puerta de copiloto, entré dándole las gracias.

Él se dio la vuelta y entró en el auto.

— Estás muy linda hoy. Bueno siempre pero... tu entiendes a lo que me refiero — sonrió victorioso por hacerme sonrojar.

— Gracias, tu no te quedas atrás, estás muy guapo — dije viéndole a los ojos.

— Bueno, basta de halagos. Necesito taparte los ojos — dijo mostrándome una venda para los ojos.

— ¿Para qué? — le pregunté sonriendo pero algo nerviosa.

— Es una sorpresa, linda.

— Está bien — me vendó los ojos.

Llevaba conduciendo unos 20 minutos y ya estaba ansiosa por llegar hasta que sentí que el vehículo se detuvo.

— ¿Puedo quitarme la venda? — pregunté ansiosa.

— No, yo te guiaré — sonreí confiando ciegamente en él.

Caminamos un poco y Cameron me dijo que subiera un pequeño escalón y así lo hice. Él hizo un poco de ruido, cortó unas cosas, y cerró una puerta, se acercó a mí y contó.

— ¿Lista? — asentí —. 1. . . 2. . . 3 — Me quitó la venda dejando una hermosa vista a mis ojos desde un globo aerostático —. ¿Te gusta?

— Me encanta — le respondí con una sonrisa de oreja a oreja.

— Espera, aún falta lo mejor.

Seguimos avanzando hasta que el globo se quedo quieto. Cameron se dio vuelta, caminó al otro extremo, a ver si todo estaba bien, te llamó.

— Ven, pequeña.

Fui hacia él, en ese extremo había un cerro donde poco a poco se empezaban a notar unas letras hechas con luces que formaban la pregunta "Hermosa, ¿quieres ser mi novia?"

— En estas 2 semanas saliendo contigo me he dado cuenta de lo importante que eres para mí, y no sólo estas 2 semanas si no desde ese día en el que por accidente te lancé una manzana a la cabeza — reímos ligeramente —. Te has vuelto en lo que más amo, puede que suene lo más cursi en el mundo entero, pero me he enamorado profundamente de ti, así que te pregunto. . . ¿Quieres ser la princesa de nuestro cuento de hadas?

Lo miré atentamente y luego a las luces, volví la mirada hacia Cameron y sonreí.

— Si no quieres no importa — dijo,triste —. ¡Rayos! Como pensé que una chica tan linda como tu querría ser mi...

Lo callé con un beso apasionado. Nuestros labios encajaban perfectamente, y después nos tuvimos que separar por falta de aire.

— No vuelvas a decir eso, eres lo más lindo y tierno que pueda existir, cualquier chica querría algo contigo.

— Pero yo te quiero a ti.

— Y yo a ti. Y sí quiero ser tu novia Cameron.

Él puso sus manos en mi cintura y yo en su cuello y nos fundimos en un hermoso y tierno beso.

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Dedicado a; loveyourself1994uni
Ojalá que te guste ❤

One Shots ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora