Capítulo 2.

4.5K 263 69
                                    

No podía creer que lo estaba viendo...que él estaba vivo. Era imposible y sin embargo era real y él me estaba mirando.

Apartó a las chicas que tenía encima de sus piernas y parpadeó como si intentara creerse a sí mismo que igual estaba yo aquí. Sentía el corazón en la garganta, Harry Styles estaba con vida.

No sabía cómo sentirme al respecto. No tenía ni idea de qué hacer, estaba a punto de perder la cordura. Él se puso de pie y pude observarlo mejor. Tenía muchísimos tatuajes más de los que recordaba. Estaba más alto su rostro había cambiado pero no lo suficiente para confundirlo, era él, sus ojos lo delataban.

Entonces leí lo que sus labios habían querido decir; "Nicole".

Sentí unas manos apretar mis hombros y me di la vuelta encontrándome con Mike. Intentó moverme de donde estaba pero simplemente me había enterrado al suelo. Aún no podía tragarme que estuviera aquí y que Harry también, y mucho menos que estuviera vivo.

—¡Nicole tenemos que irnos! —gritó mi compañero pero aún no podía reaccionar.

Y después de mirarlo sin saber qué hacer sentí como me cargaban por las piernas y después de unos segundos estaba boca abajo mirando el suelo. Mike me tenía sobre sus hombros. Estaba saliendo del lugar y yo no quería eso, no hasta sentir el cuerpo de Harry ante mi tacto y verificarme a mi misma que no era una simple alucinación.

—¡No Mike! —comencé a protestar. —¡Bájame ahora!

Grité pero él no se detuvo y salió del lugar.

Me metió en el auto y condujo a toda velocidad. No me había dado cuenta de que estaba llorando hasta que sentí una lágrima caer en mi pecho. Tenía la cabeza baja y apretaba los puños con fuerza. Harry Styles estaba vivo.

«Harry Styles estaba vivo

No podía creerlo, no después de tantos años...esto no podía ser verdad. ¿Cómo es que estaba vivo?, ¿qué pasó aquella vez que creí haberlo visto sin vida?, ¿por qué no volvió nunca?

Mi mente estaba torturándome con preguntas que no tenían respuestas ahora. La impotencia me invadió todo el cuerpo y alma. Sentía como si algo dentro de mí se hubiera hecho pedazos pero a la vez estuviera bien.

—¿Qué tienes, Nicky? preguntó bajando la velocidad.

No quería mirarlo porque me vería llorar y no es algo que me guste. Odié llorar todos esos años, nunca me sirvió y ahora me doy cuenta que me sirvió aún menos. Nada tenía sentido ahora. Había sido engañada...y de la persona que menos me imaginé. Todo lo que he hecho hasta ahora se había ido a la basura, todo.

Estaba furiosa, sentía la sangre caliente correr por mis venas. Debí suponer que él no había muerto pero el maldito dolor me cegó, el dolor y el estúpido amor que llegué a sentir por él.

Hey Nicky, ¿qué te sucede?, ya estamos a salvoinsistió Mike y tocó mi rodilla.

La acarició en forma de consuelo y luego la volvió al volante para detener el auto estacionandolo en el lugar especial del hotel porque claro que no vivíamos en Rusia, ambos vivíamos en Nueva York. Allí fue en donde comencé a "trabajar" y allí mismo conocí a Mike, él fue más o menos como mi mentor. Me explicó todo lo que tenía y no que hacer. Las cosas que le agradaban a los jefes y las cosas que les disgustaban.

Siempre fuiste tú. «H.S.»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora