Capítulo 4

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— Yo también me he sorprendido de que pude hacerlo. — se sincero — Creó que no pude contenerme y... mi Chat Noir interior ha salido por unos minutos.

— Segundos. — corrigió la chica.

— Tienes razón. — dijo después de reír. — Segundos. — corrigió mientras sonreía. 

— ¿Qué harás hoy? — preguntó curiosa — Yo tendré un día muy ocupado. — bufo de tan solo pensarlo.

— ¿Es por lo del vestido?

— Si. — suspiró — Mañana es el desfile y quiero arreglar hasta el más mínimo detalle. Además de que tengo que preparar unas palabras de agradecimiento hacia tu Padre por dejarme participar. Sin mencionar que debo preparar mis cosas para mañana luego de la fiesta...¡Ah! ¡La fiesta! — gritó exaltada.

—  ¿Qué ocurre con la fiesta?

— Me he olvidado de ver con qué iré. — le comentó pegándose la frente con su palma. — Soy de lo peor. — resoplo. 

— Claro que no. No tie...

Un pitido del celular de la chica, hizo que su frase quedará inconclusa. Ella buscó su celular en el interior de su bolso y, disculpándose, atendió la llamada.

— ¿Hola?

“— Hola, Cariño”

— Hola, mamá. ¿Qué ocurre?

— Solo quería recordarte que pasaremos por ti mañana a las ocho”

— Claro, mamá. Será justo después de la fiesta.

— Perfecto. ¿Cómo anda todo por allá?”

— De maravilla. — sonrió — Ahora mismo estoy con Adrien. Saluda... — dijo acercando celular a su oído.

— Buenas tardes, Señora Dupain-Cheng. — saludó cortésmente.

— Hola. Buenas tardes, Adrien. — contestó de la misma manera.”

La joven rió suavemente mientras colocaba el móvil en su oreja.

— Después todo anda bien. — concluyó.

“— Bueno, Cariño. Será mejor que te deje. Me parece que estas muy ocupada. — comentó picaramente.”

— ¡Mamá!  — la mujer rió — Esta bien. Hasta luego.

— Te quiero, hija.”

— Y yo a tí, má. — contestó antes de terminar la llamada. — Lo lamento — se disculpó guardando su celular — ¿De que hablábamos?

...

Marinette seguía colocando los últimos detalles al vestido. Unos cuantos más y... ¡Perfecto! Todo ya estaba listo. A excepción por el vestido para ella. No podía diseñarse  una para ella en ese momento. Mañana ni siquiera podría levantarse si lo hacía en ese momento.

Resoplo dándolo por imposible. Arrastró los pies hasta su cama y se acostó boca a bajo. Mordiendo la almohada, prácticamente.

— Marinette. — se acercó Tikki. — ¿Qué harás con respecto al vestido?

— Pues... — dudó — supongo que tendré que usar algo que ya tenga. — dijo sin más.

— No lo creo, Princesa.

— ¿Chat Noir? — se puso de pie. — ¿Qué haces aquí?

El rubio hizo una mueca.

— ¿Otra vez con eso? —  preguntó incrédulo. Ella rió acercándose.

¿Y si huimos juntos? - MariChat // Segunda temporada de "Ella" //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora