Salvavidas - Nalu.

9. Disculpas

—Natsu, tenemos que llamar a su padre. —Igneel dijo después de un silencio. —Estas cosas están yendo muy lejos.

—Papá. —Natsu musitó mirando hacia la televisión apagada que estaba frente a su cama. —Sería como enviarla de vuelta a su infierno. No me lo perdonaría nunca. —Natsu respondió seriamente.

—Entonces, Natsu..¿Qué es lo que harás? Ese hombre seguirá enviando a sus hombres hasta que Lucy regrese. —Igneel le insistió preocupado. —¿Esperarás a estar muerto? —Igneel le preguntó desesperado.

—Papá. —Natsu lo miró. —Encontraremos una solución, lo prometo. —Natsu sonrió.

—Eres tan terco como tu madre..—Igneel suspiró. —Estás poniendo tu propia vida en juego. —Igneel le sonrió.

—Es que la amo. —Natsu sonrió. —Si ella se va..Y..Yo..—Natsu miraba hacia el suelo e Igneel suspiró.

—Ella estuvo aquí hace unos instantes, ¿quieres que la llame? —Igneel le preguntó poniéndose de pie.

—Nada me haría más feliz. —Natsu sonrió.

—Entendido. —Igneel lo miró y salió a buscar a Lucy, sin embargo, se detuvo cuando descubrió su presencia al lado de la puerta.

—E..Estoy aquí..—Lucy hablaba tapando su boca, estaba llorando.

—¿E..Escuchaste...todo? —Igneel se giró hacia ella. Y Lucy lloró.

—P..Perdóname, hija. —Igneel la abrazó.

—N..No..no..— Lucy negó con su rostro y sonrió. —Usted está haciendo lo que un padre haría. —Lucy lo abrazó.

—Gracias por entender. —Igneel apretó el abrazo.

—Natsu quiere verte. —Igneel la miró y limpió sus lagrimas. —Ve. —Igneel besó su frente y Lucy asintió.

—¡Hola! —Natsu la recibió con una enorme sonrisa.

—¿Cómo te sientes? —Lucy se sentó en la silla al lado de su cama.

—Estoy bien, Lucy. —Natsu respondió notando su preocupación.

—Estás en el hospital, eso no puede ser posible. —Lucy rió.

—¿Tu como estás? —Natsu le preguntó agarrando su mano.

—Bueno...— Lucy lo miró a los ojos y sonrió — No soy yo quien fue golpeado. Estoy bien. —Lucy apretó su mano.

—No es tu culpa. —Natsu le dijo serio. —Sé que crees que lo es pero no, Lucy. No es tu culpa. —Natsu continuó.

—¿Entonces de quién es? —Lucy hizo su mayor esfuerzo por seguir sonriendo.

—Lucy, no hagas esto. —Natsu le pidió.

—¿H..Hacer qué?—Lucy le preguntó con la sonrisa esforzada.

—No sonrías para mi de esa forma. —Natsu le dijo serio. —No me gusta. —Natsu miró hacia abajo.

—L..Lo lamento..—Lucy buscó su mirada.

—Te amo. —Natsu subió su rostro y la miró a los ojos sonrojado. Y este fue la gota que volcó el vaso.

—..Yo..también..Natsu..—Lucy empezaba a llorar. —Yo también..te amo..—Lucy decía en lagrimas.

—Solucionaremos esto, Luce. —Natsu acercó sus frentes y puso su mano en su mejilla mojada. —Lo prometo. —Y miró a sus ojos.

—No quiero que...muer..as —Lucy emitió en un sollozo. —N..No quiero..que lo hagas igual que ella..—Lucy lo miró y Natsu estaba a punto de llorar.