Capítulo 9.

592 46 2
                                    

Mi hermana Bea Collins había tomado la decisión de mudarnos desde California hasta D.C, era hora de cambiar de clima desde la muerte de nuestro padre y bueno, mi madre desde que lo engaño nunca más supimos de ella y yo espero no saber más sobre ella, ni me interesa.

Viviríamos en un departamento a seis cuadras de donde supuestamente siga mis estudios, digamos que me gustaba más California, pero no por las chicas sino por el clima, siempre era cálido y eso significada una cosa, playa.

-Bea -le habló a mi hermana mientras veo un departamento medió despintado y nada bonito para decir verdad, rogaba para que sea el otro al frente de la calle- ¿segura que es aquí? ¿no es el del frente? -ella bufa y aparca el auto-

-Se suponía -rueda los ojos y guarda la llave en su cartera- pero el chico que vendía el departamento era de esos tipos que no dan buena espina y además el dueño de este es muy buena gente y dice que hoy pintaran el departamento por la tarde. -baja del auto y va a la maletera a lo que yo le sigo.-

Luego de ayudar a mi hermana con la mudanza pensabamos ir a comer a un restaurante no muy lejos de aquí, según ella había visto. Al llegar al restaurante busco una mesa cerca de la ventana a lo que mi hermana me dijo que le pidiera un pan con mantequilla y mermelado junto a un te, mientras hiba a ocuparse en el baño. Una campanita suena y puedo ver que entra una chica media castaña y no muy bajita de altura con un jean rasgado y unas convers junto a una polera morada, sali de mi mundo al ver que mi hermana se acercaba a la mesa, pero aun no había pedido nada.

¿Ya pediste? -me mira a lo que yo niego con la cabeza y ella suspira- en que habras estado pensando-rueda los ojos a lo que yo sonrio y ella pide.-

La castaña era muy bonita, aunque no le pude ver toda la cara debido a que esta sentada de espaldas, pero la pude escuchar reír junto a la mesera, supongo que ella debe venir seguido al "Coffe and prevent" que según mi hermana ese era el nombre del lugar. A los pocos minutos la campanita volvió a sonar y esta vez llega un rubio junto a una morena media regordeta con rulos, la cual apesar de no ser delgada es igual de bonita y por último llega un pelirrojo con pecas, los tres se sientan en la mesa de la castaña y no dejan de hablar.

-¿No vas a comer?-mi hermana dice, pero la ignoro y no dejo de mirar a la mesa de la esquina a lo que Bea voltea a ver y bufa para luego tirarme una pequeña bolita de servilleta en la frente y reacciono- ¿que tanto miras a esa mesa? Si es por los amigos, tendrás muchos en tu instituto, ah.

-No es eso-trato de evitar el tema- uhm ¿no has pensado en tener un perrito?-sonrio, a lo que me mira funciendo el ceño- a lo que estaba mirando, al pastor alemán del invidente. -contesto a lo que ella parece creerlo- pues si, pero uno pequeño.

Al llegar a mi casa no dejaba de pensar en la castaña de la cafetería y decidí dar una vuelta al parque para ver si me distraia un rato, el cual habían un par de chicos jugando fútbol, a lo lejos pude ver un grupo de chicas murmurando cosas y un chico escuchando música debajo de un árbol. Me sente en una banca y defrente pude ver a la castaña de la cual no podía dejar de pensar, si ella vivía por aquí tal vez me la encontraría más seguido.

No pude atreverme a hablar con ella y su grupo de amigos, moriría de verguenza y de tanto aburrimiento decidí volver al departamento y en ello preparar mis cosas para el instituto y de paso dormir un rato para recuperar energías del viaje.

He Is My Best Friend.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora