Invitación

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La trama de este fanfic es parte de la imaginación de Baozi173.

Esta misma se me ha sido cedida por razones personales de la escritora anteriormente mencionada.

Del capítulo 1 al 2 fueron escritos completamente por ella, los demás serán de mi completa autoría, exceptuando, por supuesto, el argumento.

Si alguien tiene una duda de ello, pueden comunicarse con Bao. No muerde.

¡¡Espero no decepcionarlos!!


El chico de cabellos oscuros se extrañó al ver aquel correo en su bandeja de entrada que estaba bajo el nombre de «Reencuentro "Década memorable" - Secundaria SooMan».

Un sabor amargo se atoró en su garganta al recordar aquellos últimos dos años de escuela.

Junmyeon era actualmente muy atractivo, de envidiable porte y buena posición económica; cosa que le hubiera gustado ser en la secundaria. Aquel chico de frenos dentales, anteojos de gruesa luna, enmarcado con un rostro lleno de acné nunca, ni con los mejores de los méritos, hubiera podido conseguir ni la mitad del respeto que tenía ganado ahora a sus veintiocho años.

—Chorong —murmuró con recelo.

Junmyeon se cruzó de brazos depositando su peso al espaldar de la silla giratoria, dando ligeros movimientos con la punta de sus pies, haciendo que esta diera pequeños giros de izquierda a derecha.

Aún recordaba a la perfección a aquella chica proclamada, por ella misma y la totalidad de sus compañeros; la más hermosa, inteligente y amable del curso. Para Junmyeon decir eso es como escupirle en la cara y golpearlo fuertemente en los bajos.

«Amable mi trasero».

Esa aniñada y engreída adolecente se había llevado su dignidad, orgullo público, y para colmo, junto con todo eso, su primera declaración de amor. Palabras volaron ese día, su memoria conservaba fresco el recuerdo.

«¡Insoportable engreída!»

«¡Insignificante espanto!»

«¡Morirás sola!»

«¡Si tú te casas antes que yo la raza humana se extingue!»

«¡Ya verás! ¡Futura solterona!»

Si lo viera ahora, con un corte de cabello decente y su cuerpo ejercitado se arrepentiría de todo lo que le dijo en ese entonces. Y así sería. Querría casarse con el coreano; pero esta vez él sería quien se negaría.

Ya se imaginaba a Chorong, llegando sola a la reunión en un auto, tal vez lujoso, pero vacío. ¿Quién podría soportar a ese ser humano? Junmyeon podría menearse en su cara justamente, con aires de victoria.

Podría. Pero había un pequeño e insignificante problema: su dedo anular se lucía desnudo en su mano izquierda.

Sí, Kim Junmyeon a tan solo dos cortos años de llegar a los treinta años y ni novio tenía.
«¿Qué? ¿Acaso salir con alguien es fácil? Tengo una vida ocupada. Sí, eso es». Se repetía a si mismo intentando reconfortarse y no sentirse miserable. No, así debía estar Chorong

. . .

—¡Wow! No veo a esos desgraciados desde hace ya años, ¿vas a ir?

Injurias conyugalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora