Prólogo

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''~Infeliz~''

Ese era mi apodo.

Me llamo Rubén Doblas, pero todos, es decir nadie, me dicen por mi nombre o mi ''apodo''. Tuve que cambiarme de escuela porque me hacían bullying, pero no sirve, En la escuela que estoy ahora, siguen molestándome. Estoy harto de esta puta vida que me toco vivir.

Siempre llegaba tarde a la escuela, no estaba acostumbrado al horario, y mi madre tardaba en hacerme el desayuno, siempre comía apurado. Ella mostraba su fiel sonrisa, pero yo, no podía.

Me dirigía hacia la puerta y abriéndola decía en un murmuro: ''adiós, mamá''. Pero ella nunca me escuchaba, yo era el problema de la casa, no ella.

Me vestía con ropas muy oscuras, tenía ojeras que parecían maquillaje, pero no lo eran. Usaba siempre mi capucha oscura y pantalones negros, no teníamos que usar uniforme así que estaba bien.

Llegaba a la escuela y lo primero que hacía era entrar al baño sin que nadie me viera y llorar. No tenía escapatoria, algunas veces pensaba en suicidarme, pero no podía, no me animaba, me daba miedo la sensación de cortarse las venas. No quería hacerlo, pero mi conciencia me lo pedía.

Me sentí mareado, me acerqué al retrete y vomité, no me sentía bien, pero a nadie le importo. Que más da.

Me limpié con el papel higiénico y escuché desde el micrófono que estaba al lado de la luz. 

''Los alumnos deben ingresar a sus aulas''

-Estúpido director-Dije murmurando para que nadie me escuchara, y salí del baño.

Me dirigí hacia el aula en donde estarían todos mis compañeros sentados en sus sillas con los útiles arriba de los bancos. Me enfermaba que sean tan ''elegantes''. Aunque tenían dos caras, la de ''buenitos'' y la de ser golpeado, insultado, maltratado, etc.  

-Buenas noches, Rubén.-Escuché como el profesor me dirigía la palabra en tono de burla.

Me saqué la capucha oscura, con mi mochila colgando del hombro, la tiré de mala manera hacia el banco, estaba en el segundo lugar.

-Más respeto, Doblas.-Me tomó del brazo, lo empujé un poco para que me soltara.

-¿Y si no quiero?-Lo que estaba haciendo estaba mal, pero estaba harto.

-A dirección Rubén, se me habla con respeto.-Me amenazó.

Agarré el picaporte con furia y cerré la puerta dura, el vidrio retumbó, parecía un espectáculo para los espectadores.

Me dirigí hacia la dirección y como siempre, pase sin tocar la puerta, saqué mi cuaderno de calificaciones y se lo tiré en la mesa al director.

-¿Y ahora que pasó, Rubén?-Vi como el director se dio la vuelta en su silla giratoria y me miró con tono extrañado.

Me quedé en silencio. Preferí no hablar antes de cagarla.

-Rubén, le estoy hablando. Que pasó.-Me dijo remarcando la palabra.

-No le importa.-Dije musitando.

-Pues claro que me importa, Rubén. Cuénteme que le sucedió.-Seguía insistiendo.

-Na..Nada.-Levanté mi mano tapada con mi sudadera negra y me limpié las lágrimas.

-Rub...-Me levanté de golpe.

-¡Nadie me entiende! ¡No pueden dejarme en paz!-Grité.

-Cálmese.-Dijo levantándose también.

-¿Que me calme dice? ¿No entiende? ¡Soy un enfermo! ¡No pertenezco a nadie!

-Rubén que tengas una enfermedad no significa que...-Le corté las palabras.

-¡Quiero ser normal por una ve...z!-Me atragante con las lágrimas, tenía un nudo tremendo.

-Rubén, hay otro chico que es como tu, el puede ayudarte.-Dijo tratando de convencerme.

-¡Nadie puede ayudarme! ¡Váyase a la mierda!

Abrí la puerta y me fui alterado, no veía nada, estaba muy nervioso, el corazón lo tenía en la garganta. No quería saber nada.


''Moebius'' [Rubelangel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora