SÍ, CAPITÁN

30

Miedos del pasado

(Narra Ryan)

Convencida de que el capitán no volvería hasta por la noche , caminé hacia mi habitación.

¿ A dónde habría ido ? ¿ Por qué se había llevado su traje de gala ? Y la pregunta que más me desesperaba , ¡¿¡¿ como estaba tan guapo con él ?!?!

Así que no me lo esperaba cuando pasó como un vendabal a mi lado y me agarró bruscamente del brazo.

- ¿ Capitán ? - me asusté un poco mientras me arrastraba por los pasillos. Menos mal que todos estaban fuera y nadie le veía tan loco como yo.

- A entrenar , Heming - ordenó y me puso una pistola en la mano, con un recambio de bolitas de pintura. Cogió otro para sí mismo y me empujó hacia el improvisado campo de combate que consistía principalmente en cajas de cartón apiladas por toda la sala de tiro.

- Quien tenga menos pintura gana. No hay reglas, contámos diez segundos y empezamos - soltó de un tirón y asentí como pude, estaba yendo demasiado rápido - Diez , nueve..

Cuando acabó la cuenta atrás sentí dos disparos en mi chaleco y saliendo del trance miré hacia la pintura naranja.

- ¡ ESPABILA, HEMING, TU ENEMIGO NO VA A ESPERARTE ! - me gritó y sigilosamente me moví hacia su voz. Me asomé y disparé . Él lo hizo de vuelta.

Me moví rapidamente a otro sitio y por unos minutos no pasó nada. Oí sus botas repiquetear contra el suelo, así que yo huía cuando estaba a punto de pillarme.

Contuve la respiración hasta que escuché un golpe sordo y un quejido. En un segundo estaba disparando hacia aquel lugar.

Entonces descubrí que era una de sus botas. Me tiré hacia un lado sorprendida de la trampa que me había tendido.Pero él ya me tenía a tiro, y descargó su cartucho sobre mi.

- ESO ES JUEGO SUCIO - le recriminé enfadada poniéndome en pie y recargando la pistola. Había gastado mucha munición con la estúpida bota.

- ASÍ ES COMO SE JUEGA EN LA REALIDAD, APRENDE A CREAR DISTRACCIONES - me gritó de vuelta.

Me agaché junto a una caja esperando el momento para intervenir. Pero varios disparos por la espalda me sorprendieron antes.

- ¡COBARDE! - aullé mientras trataba de salir de su alcance. Ya no me quedaban balas.

- LO ÚNICO QUE VA A IMPORTAR ES QUIEN VIVE Y QUIEN MUERE - me persiguió y me alcé las manos para que dejara de disparar , desde tan cerca me dolía el cuerpo. Me asusté ante su expresión furiosa.

- ¡ Para , me haces daño ! - me quejé.

- ¡ DEFIÉNDETE ! - me espetó sin detenerse.

Un impacto en mi costilla y me tiré al suelo con una mueca de dolor.

Tres disparos más lo siguieron, hasta que escuché que se le acabó el cartucho.

Ahora que habíamos parado y la adrenalina disminuía, podía sentir todos los golpes en mi cuerpo. A pesar de llevar un peto, dolía mucho.

Palpé mi costilla y estiré mi espalda adolorida. Me hice una bolita aún asustada y me eché a llorar.

- ¿ Ryan ? - preguntó confundido y escuché como se acercaba.

- N-no te acerques - tartamudeé alzando la vista - d-déjame un momento.

Él no me hizo caso y soltó una exclamación consternado.

- P-por favor - le supliqué haciéndome una bolita para refugiarme de él. Por una parte, sabía que él no era Evans, que era incapaz de hacerme daño. Pero mi cuerpo solo hizo lo que estaba acostumbrado a hacer. Refugiarse y protegerse de un hombre furioso.

- N-no me hagas d-daño - temblé.

- Ryan cielo - sentí sus manos en mis brazos y me estremecí mientras los recuerdos se agolpaban en mi cabeza - ¿ por qué dices eso ? Nunca te haría daño - acarició mi pelo y me tiré en sus brazos sollozando - ¿ Te hice daño en el entrenamiento ? ¿ Fui demasiado duro ?

Negué con la cabeza con fuerza y me separé para observar su rostro confundido.

- No eres él - toqué sus mejillas, su nariz, sus labios con mis manos y suspirando volví a abrazarle - no eres él, no eres Evans..