SÍ, CAPITÁN

6

Compañero de cuarto

A las 10 : 30 justo el comedor cerró y volví a mi habitación.

Había conocido a un grupo de chicos jóvenes (no tanto como yo) aunque las cinco chicas se mostraron algo recitentes. De todas formas me lo pasé bien, fueron muy simpáticos conmigo.

Metí la llave en la cerradura a la segunda y entré en la habitación.

- Oh, tu debes de ser Ryan - oí la voz de un hombre desde el baño y al momento lo tenía en frente de mi.

Ay. Dios. Mío.

Él abrió la boca sorprendido y yo me giré bruscamente mientras que me ponía colorada, intentando alejar la imagen de mi atractivo compañero de cuarto en ropa interior.

- Yo .. ehh... - se excuso cortado mientras soltaba una risa - disculpa , ¿ tú eres Ryan ?

- Sí - susurré y me aclaré la garganta para contestar mas fuerte - Sí, soy yo.

- Ya puedes darte la vuelta - rió él , aunque ahora me daba vergüenza mirarlo - Discúlpame, creía.. creía que eras un tío.

- No pasa nada . Es normal que pensaras que no ibas a compartir cuarto con una chica - le sonreí y caminé hacia mi maleta - ¿ No has estado cuando me presentaron en el comedor ?

- Oh , no. He cenado temprano para poder hablar con una amiga.

- ¿ Con una amiga , eh ? - levanté una ceja pícaramente.Era muy cotilla.

- Bueno, quizás en el futuro seamos algo más - se encogió de hombros con una sonrisa brillante . La quería - es complicado mantener una relación a distancia.

- A las chicas les gustan los militares - le animé .

- Gracias . ¿ Y tú qué ? ¿ Hay algún chico que te haya gustado ?

- Bueno .. - me sonrojé - uno de los tenientes no está mal..

- ¿ Con que el teniente Darren , eh ? - alzó las cejas repetidas veces y reí tirandole un cojín.

- Oye , Ryan -me llamó cuando apagó la luz .

- ¿ Mm ?

- Sé que estábamos de broma , pero recuerda que están prohibidas las relaciones en la marina.

- Oh , sí, no te preocupes. Gracias.. - no sabía su nombre.

- Matt. Matt Demon.

- Gracias Matt - sonreí al techo. Me caía bien mi compañero de camarote.

- Buenas noches , Ryan.

- Hasta mañana - cerré los ojos y mis últimos pensamientos fueron dirigidos al otro hombre de "El Oceanus" que me parecía increíblemente atractivo. El hombre que no me había atrevido a decirle.

Lymingway.

Mi capitán.