Saviour - Andy Biersack

10. AÑO NUEVOOO

Capítulo 10 "Año Nuevooo"

Escuché el sonido del infierno, lo cual se traduce a el intento de canto del muñeco tamaño real de Santa Claus de mi madre. Gruñí y puse las sábanas sobre mi cabeza.

Si de algo me he dado cuenta sobre los años es que mi espíritu navideño es tan secreto que ni mi cerebro sabe que lo tengo. Ok, eso es mentira pero esa horrible voz de plástico del muñeco no ayuda. De igual manera, mi madre rebosa de espíritu navideño para las dos.

Los últimos dos meses han sido de lo más aburridos. Andy mandó a Brett al infierno después del incidente de la ropa interior y éste se quedó sin un techo para vivir. Pero el maldito tiene la mejor suerte del mundo así que, obviamente, al ir a un bar a literalmente ahogarse en sus penas, encontró a un par de chicas que casualmente estudian en la misma universidad que él y que viven en una hermandad. Y por azares del destino ahora vive con ellas y otras treinta o cuarenta chicas. Universitarias. Locas. Sen-sua-les. Ahá.

No he visto mucho a los chicos,  ya que Brett me recoge de la escuela y me lleva a mi casa. Además, se habían ido para terminar las últimas fechas del tour. 

El constante sonido de los villancicos de ese robot hacia que mis tímpanos sangraran, así que me bañé y me vestí lo más rápido que pude, corrí a la cocina, agarré una manzana y salí por la puerta trasera.

Me puse los audífonos y le mandé un mensaje a Brett diciéndole que caminaría al centro . El álbum de Bring Me The Horizon comenzó a reproducirse y mi dedo índice empezó a marcar el ritmo contra la correa de mi mochila mientras que comía mi manzana.

Caminé como dos cuadras más sin ninguna preocupación en mi mente cuando un coche llegó de la nada a velocidad que seguramente sobrepasaba por mucho el límite de velocidad y se paró justo a lado de mí.

Antes de que pudiera hacer nada, la puerta trasera se abrió y un brazo se enroscó en mi cintura como un tentáculo. Las manos del atacante me mantuvieron en mi lugar y su toque brusco me hizo recordar a todas aquellas veces que otras manos me había tocado de la misma manera, lo cual casi me hizo vomitar. 

Empecé a gritar, mi garganta ardiendo y el miedo propagándose en mi interior. No podía hacer nada así que decidí usar lo único que tenía al agarre y le estrellé mi manzana en la cabeza a quien me sujetaba.

-¿Qué demonios? -escuché una voz muy familiar. 

Volteé y vi que el idiota que me sujetaba era Andy. Un suspiro de alivio dejó mis labios. Falsa Alarma. No es un secuestro, es un estúpido. Volví a mirar a Andy, quien ahora presionaba su cabeza en... mi inexistente trasero. Aún cuando hace segundos me había asustado como el infierno, no pude evitar reírme de su estupidez.

-Eres un idiota, Denis -dije entre risas. 

-Duele. Mucho -se quejó, frunciendo sus labios. 

-Já, lo que te deja jugar Fruit Ninja -¡Boom! ¿Ven? Fruit Ninja regresa.

-¿Se puede saber qué hacen aquí? Denis, quita tu cabeza de mi trasero -rodé los ojos, golpeando con un poco de fuerza su nuca. 

-Pero me duele -chilló Andy mientras apartaba su cabeza.

-Venimos a secuestrarte para Año Nuevo -dijo CC, apareciendo de la nada. Oooh, entonces sí era un secuestro. Jaj,,.

-¿Qué? Chicos, aunque no los haya visto en mil años y quiera pasar una eternidad con ustedes, saben que mi madre no..

-Tu madre piensa que es buena idea el retiro cristiano al que irás por el nacimiento de nuestro señor Jesucristo -dijo Jake, recargado en el capo del auto, su pose natural y despreocupada.