Capítulo 18

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Capítulo largo

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Capítulo largo

Lo vi de arriba abajo, sin poder creerme que él estuviese ahí, frente a mí. Aparté la mirada, dándome un momento interno para poder comprender qué era lo que ocurría. La estancia estaba concurrida. Cedric se encontraba junto a la puerta, acompañado por sus padres; sonreí ladinamente. Viktor se hallaba allí también, junto a sus padres quienes hablaban un fluido búlgaro, lo cual me dejaba más desorientada de lo común y eso era decir mucho. Mis ojos se encontraron con los dulces ojos azules de Fleur, quien me sonrió con afabilidad; ella se hallaba junto a una señora de cabello tan rubio como el de ella, una chiquilla se encontraba cogida de la mano de su madre. Gabrielle.

Mis ojos volvieron a concentrarse en la figura de Remus. Sin saber qué hacer exactamente, me fui acercando a él y, cuando estaba a pocos metros de él, pegué un brinco, saltando sobre él y abrazándolo como si de un oso de felpa se tratase. A un lado de donde nos encontrábamos nosotros, se hallaba un muchacho de pelirroja melena amarrada en una coleta baja, rostro pecoso y un atisbo de sonrisa se asomaba en las comisuras de sus labios. Contiguo a él estaba una señora de cabello igual de pelirrojo que aquel joven, era regordeta y muy, muy pecosa. Debían de ser los Weasley, reconocería esas facciones en cualquier lugar. Además, a un lado de ellos estaba Harry Potter.

— ¡Sorpresa! —Vociferó Remus, muy emocionado. Sonreí de oreja a oreja—. Cuando Molly me dijo que vendría a ver a Harry, no pude evitar venir a darte apoyo, ¿qué te parece? —me preguntó, sonriente.

Sonreí aún más, dirigiéndome a la señora y al chico que estaba a su lado. Le di un abrazo rápido a Harry, a modo de saludo.

—Hola, mi nombre es Artemisa Slytherin —me presenté, sonriendo con amabilidad. Remus posó sus manos sobre mis hombros.

—Oh, querida, ¡Remus nos ha hablado tanto de ti! —Exclamó la señora pelirroja, sonriendo bondadosamente—. Soy Molly Weasley, y éste es mi hijo, William —indicó, dándome un afectuoso abrazo. El muchacho pelirrojo hizo un ruidito con su garganta, fulminando con la mirada a su madre—. Oh, él prefieren que le llamen Bill —musitó la señora Weasley mientras yo le regalaba una sonrisa amigable a ambos.

—Rem, confío en que todo lo que hayas contado a Molly acerca de mí haya sido totalmente positivo —dije, sonriendo con diversión.

Las carcajadas no tardaron en hacer presencia, lo cual llamó la atención de las demás personas que se encontraban en la sala. Fleur se giró hacia nosotros, mirando sin pudor en dirección a Bill, sonriendo con coquetería y agitando su cabello. Le eché una mirada de complicidad y ella se encogió de hombros, diciéndome sin palabras, « ¿qué quieres que haga? Está guapísimo. »

—Es estupendo volver aquí —comentó Bill, distraídamente y sonriendo mientras veía a su alrededor—. Cinco años son bastante tiempo, ¿no crees? —Le devolví la sonrisa.

Me obligué a sonreír cuando la señora Violeta, la amiga de la señora Gorda (la señora del cuadro por donde se entraba a la sala común de Gryffindor), quiso interrogarme sobre Bill. Fue incómodo. Demasiado incómodo. Y extraño.

¿Descendiente de Salazar Slytherin? ➀ ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora