- Bueno, ¿quieres saber la verdad? – pregunté colocándome como para nadar
- ¿Qué? – dijo emocionada, yo nunca hablaba en serio
- ¡Te voy a ganar en una carrera! – grité nadando lo más rápido que pude
- Eso es mentira – dijo siguiéndome
- Claro que no, soy mejor nadadora que tú – dije casi tragando agua
- ¿Quién te mintió tan grande, pequeña? – y tenía razón, cuando llegué... estaba frente a mí
Realmente ella nadaba muy bien, una de sus "cualidades" diría yo, era que es muy buena nadadora, yo a su lado quedaría en segundo puesto, obviamente.
Pasamos hablando y como niñas muy maduras jugando carreras, hasta que dio las 7 pm.
- Tengo hambre, ¿tú? – pregunté saliendo de la pileta
- También, ¿qué podemos hacer? – dijo tapándose con la toalla
- ¿Pido pizza? – pregunté con una sonrisa y asintió muy animada
Entramos sigilosamente a la cocina para no mojar demasiado y fui junto al teléfono, luego marqué el número del delivery.
- Hola, ¿pizzería? – pregunté nerviosa, mi padre solía hacer este trabajo
- Si – contestó la voz a través del teléfono
- ¿Podrían traer una pizza familiar? – dije, glotonas, por siempre
- Claro, ¿la dirección? – preguntó
Di la dirección y luego nos dispusimos a cambiarnos, ya que empezaba a oscurecer y refrescaba un poco. Luego bajamos, nos sentamos en el sofá y enseguida llegó la pizza.
- Bueno, ahora que tenemos esto, ¿quieres ver películas? – pregunté poniendo la pizza en una mesita en medio de nosotras y la televisión
- Si, veamos que anda mostrando aquí – dijo Abbie agarrando el control de la tv y cambiando los canales
Cambiábamos y cambiábamos de canal, pero nada interesante daba hasta que nos quedamos viendo como niñas maduras "Backyardigans", pero cuando terminó empezamos a cambiar los canales a ver si encontrábamos algo más.
- ¡Espera! – grité parándome del sofá – ¡Retrocede!
- ¿Qué? – preguntó Abbie con pizza en su boca cambiando los canales
- Ese es Peeta – dije acercándome – Dale atrás, ¡rápido! – insistí
- ¿Tú crees? – preguntó – ¿Cuál era?
- Creo que dos atrás – dije – ¡Retrocede! – dije sentándose
Llegamos hasta el canal y recién comenzaba "The hunger games". Mi película favorita. Una de las razones por la cual me gustaba era Peeta, un deseo de mi vida.
Cuando terminó la película ya iban a ser las 10 pm, entonces llamó a su casa a ver si podían venir a buscarle, luego de un rato llegaron por ella y nos despedimos.
Llamé a mi padre para saber qué hora vendría.
- ¿Papá? – pregunté dudando entre si estaría disponible o en algún momento serio de su trabajo
- ¿Qué pasó, hija? – preguntó tranquilo, a lo que se me salieron las dudas
- ¿Qué hora vendrás? – jugueteé con el cordón del teléfono
- Llego en 30 minutos
- Está bien, adiós – dije y colgué
Pasaron como 20 minutos y yo acostada en el sofá seguía cambiando los canales a ver si algo interesante pasaba por la televisión cuando golpean la puerta de mi casa. "Llegó" pensé.
