Me desperté temprano para prepararme para ir a la secundaria. Me vestí con los zapatos que utilicé ayer, unos jeans y una camisa color blanca, me bajé a desayunar.
- Buenos días – dijo mi padre desayunado
- Hola – contesté agarrando una taza
- Ojalá alguna vez digas buenos días hija – rió
- Alguna vez – guiñé el ojo
Desayuné café con algunas tostadas y antes de salir tomé una pera por si me daba un poco de hambre en el camino. Llegué a clases y justo sonó el timbre de entrada, primera clase. Antropología.
- Buenos días, alumnos – dijo
- Hola – dije entre la multitud que decían "buenos días", riéndome referentemente a lo que me dijo mi padre a la mañanita
Todavía no había llegado Abbie, ella es, digamos... mi "mi mejor amiga". Tocaron la puerta, anhelaba que fuera ella.
- Permiso, profesora – dijo el director del colegio, me asustó – Quiero dar un anuncio a los alumnos – entró y me di cuenta de que esto no tiene que ver con Abbie – Tendrán un compañero nuevo desde ahora, así que espero que reciban cálidamente al joven Edward Park – vi como Edward se colocaba al lado del director y abrí los ojos como platos
Edward es un chico bastante lindo con la descripción que había dado, entonces ya se imaginarán como las chicas lo miraban, pero él realmente ignoró eso. Había un lugar vacío detrás de mí y lo mandaron ahí, así que como buena conocida debía hablarle.
- Hola, Edward – dije dándome la vuelta, sentía como me miraban las demás chicas
- Hola Avril, ¿qué tal? – preguntó sonriendo, quizá por encontrar a alguien conocido
- Bien, pero hablamos luego no que tu primer día te echen un buen reto – dije riendo a lo que rió y me di la vuelta
- Bueno, entonces ¿cómo se le recibe a un nuevo compañero? – incitó la profesora y todos aplaudimos
- Hola, soy Megan – rodé los ojos ya que empezaría con sus cosas con los nuevos compañeros
- Hola – respondió
Megan se sentaba al lado de él, era la regalada del curso, por decirlo así. Era una chica realmente muy bonita, pero tenía una actitud del asco y obviamente no tenía buena reputación. Creo que Edward se dio cuenta de eso al instante, gracias al cielo.
Seguimos con la clase y fue bastante tranquila, luego tocó el timbre de receso entonces salí hasta la puerta, en lo que veo en el final del pasillo a Abbie, me fui corriendo a abrazarla.
- Tengo que contarte algo – dije abrazándola
- Y ¿ahora qué? – preguntó mientras llegábamos a la siguiente clase
- Tu misma lo veras – y sonreí, quería ver su reacción
En ese momento Edwardsalió y todo el curso estaba alrededor de él, apenas con Abbie pudimos entrar.Pasó a lado nuestro y me saludó de nuevo, le dije que me esperara un rato a quedejáramos las cosas, Abbie lo miró raro y entró.
