Llegamos y el lugar estaba de una manera más bonita de lo que recordaba cuando vinimos para Navidad, creo que eso fue hace más de cinco meses, debe ser por eso. Sí, claro.
- Avril, qué grande estás – dijo mi abuela acercándose para abrazarme
"Claro, en algún momento debo crecer, ¿no?" dije para mí "Para Avril, es tu abuela, salúdala con cariño" volví a decirme.
- Hola abuela, ¿qué tal? – traté de continuar la conversación con un intento de sonrisa
- Muy bien, pasa, en la sala está Josh, ve a hablarle, te estaba esperando
- Está bien – dije con una sonrisa que luego cuando vi a mi padre se quebró
- Si Avril, ve – dijo riendo
Entré a la sala y encuentro a Josh, ¡wow! Estaba más grande de lo que creía, pero grande de grande, no sabía sinceramente donde terminaba su cuerpo, bueno, tampoco para tanto la exageración, pero si era bastante alto a diferencia de mí. Reí para mí.
- Hola Josh – dije entre dientes
- Avril, no sabes cuánto esperaba de que vinieran – dijo abrazándome, solo le di leves golpecitos en la espalada, de sinónimo de "abrazo"
- ¿Cierto? Qué lindo de tu parte, solo voy a pasar al baño un rato – dije retrocediendo
- Está bien, no te pierdas, aunque debes saber dónde está ya que vivías aquí luego de... bueno, ya sabes – rió tímido, o quizá avergonzado
¡Maldito! ¿Qué no le han dicho que no rememore esos tiempos? No tenía por qué evitar ni fingir mi odio ese momento, le lancé la mirada más amenazadora que pude haber hecho en mi vida. Él solo quedó quieto.
Corrí hasta el segundo piso, donde se encontraba mi habitación en aquellos años. Mi abuela había dicho que nadie utilizaría esa habitación que solo la usaría yo cuando viniera, así que le hice caso y fui directo allí. Me senté en la cama que antiguamente era la mía, aun sentía como mis lágrimas podían correr por allí, no sabía si era producto de mi imaginación o era real, solo que era un terrible momento.
- Josh, ¿dónde está Avril? – escuché a mi padre
- Dijo que iba al baño – respondió
"Mierda" pensé.
- ¡Marta! – gritó mi padre
Algo me sacudió. "No, la tía Marta no, por favor, la tía Marta no" pensaba. Marta seria la tía "mala", es la madre de Josh y hermana de mi padre. Sabía que cada vez que ella se metía, algo saldría mal. Mi padre siempre la busca cuando desaparezco para que "vuelva a aparecer rápido", supongo. Esa vez que me tiró Josh el agua solo insinué que fue apropósito y la mujer casi me da uno por la cara. Sinceramente la odio.
- Avril, ¿dónde estás? – preguntó ella con una voz "dulce", que me dio más asco que ternura
Salí lo más rápido que pude de la habitación y corrí a las escaleras.
- Estoy aquí – dije dando la mejor sonrisa que pude, hasta me salió bien, sabáa eso porque mi padre me había mirado con cara de que había perdido
- Chiquilla, pensé que te escapaste de nuevo – dijo mi tía abrazándome y tocando mis cabellos, me estremecí ante el toque y respondí...
- Hola, tía – entre dientes
Se refería a que "te escapaste de nuevo" que la última vez que vine, mi padre no me defendió ante la situación, que mi tía quería tocarme la cara y eso, entonces corrí lo más que pude, cruzando la calle. A lo que me gritaban "Avriiil" miré y un camión venia hacia mí, el cual frenó todo lo que pudo y no logró tocarme ni un pelo siquiera. Esos recuerdos.
- Vamos que ya almorzaremos – dijo mirándome el rostro – ¿Has estado llorado?
- No, solo que amanecí con una alergia esta mañana – respondí mintiendo
- Ay, entonces no te me acerques tanto a Josh – dijo asustada
- No lo sé, hace rato quedé hablando con él – mentí para ver el espectáculo y me corrí de ella hacia el comedor, no quería que siguiera tocándome
- ¡Josh! ¡Ven rápido! No puedes seguir con eso, ¡Ven! Te limpiaré – gritó desesperada a lo que Josh se avergonzó
Muchas veces le sentía pena al pobre, su madre le hacía pasar las peores vergüenzas dentro de la casa, no sabía cómo era afuera, pero si era así aquí no me imagino afuera. Adoro verla desesperada y más si es por mi culpa.
- No vuelvas a hacer eso – dijo mi padre reprimiéndome
- Está bien, solo quería escuchar algo de desesperación de su parte – dije aguatando la risa y mi padre me mandó una mirada furtiva
- Si, la misma excusa siempre...
- Es que siempre pienso lo mismo, disculpa – dije sarcásticamente y fui a la cocina
Mi abuela iba preparando todos los platos para luego poner la comida. Milanesa y puré, mi favorito. Quería entablar conversación con alguien y que no sea una discusión así que hablé.
- Abuela, ¿quieres que te ayude en algo? – pregunté apoyándome por el marco de la puerta
- Sí, lleva esto por favor y has pasar a la visita a la sala de estar, ¿sí? Acaban de llegar – dijo
¿Visitas? ¿Qué vistas? ¿Qué no solo era familiares? ¿Acaso el perdedor de Josh tiene amigos y que son más perdedores que él? Con suerte capaz me venga un compañero de Josh que sea como él.
- Está bien – dije y agarré lo que me indicaba
Llevé todo a la mesa, pasé por el largo pasillo que llevaba a la entrada y me dirigí a ellas, eran una pareja de casados, alivio.
- ¿Hola? Pasen – dije dando una sonrisa
- Gracias, señorita – dijo la señora y sonrió – ¡Edward, ven! – gritó
Veo entrar a unjoven, de más o menos mi edad, quizás un poco más grande, no lo sé, por su vozal decir "Ya voy" se notaba de la mía. Tenía el cabello oscuro, lo llevaba deuna manera que dirían "cool" y ojos color marrón, más miel que cafés. Entrabacon su teléfono, cosa que odio que hagan a la hora que haya gente. El phubbinges malo gente.
