Un día mas

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Narra Kellin

Luego de haber ido a comer junto con los chicos, Victor se porto de manera muy atenta, me dio un pequeño regalo el cual me hizo prometer abrirlo cuando este solo. Cosa que me sorprendió un poco, aun así le reste importancia. Jaime estaba en su casa y Tony prefirió dormir junto a Michael. Estaba sentado en el sillón con Vic a mi lado viendo Harry Potter. Le di una ojeada al reloj y me percate que ya eran pasada las diez de la noche. Me alarme en un instante, pero luego recordé que mis tíos no estaban en casa así que me calme un poco. Mas sin embargo no podía abusar de la amabilidad de Victor.

-Creó que ya es momento de irme - dije regresando la mirada a mis manos, las cuales movía con temor.

-Es demasiado tarde para que te vayas. Mejor quedate - me dijo amable sin quitar su mirada del televisor

-Gracias, pero enserio debo irme - dije levantandome

-Kellin Quinn es tarde y te quedaras aquí - dijo de manera imponente.

-Pero esto es demasiado Victor. No puedo dormir en tu casa - hable tratando de escabullirme

-Solo dormiras, es una noche nada mas. - dijo riendo. Este chico tiene un serio problema de bipolaridad.

-Esta bien, pero dormire aquí - espete señalando el sillón, hizo un gesto de desagrado y negó repetidas veces.

-Dormiras en mi habitación y eso no esta en discusión - finalizo, se puso de pie para apagar el televisor y prosiguió apagar las luces. -Vamos te llevare - antes de poder siquiera protestar, el puso su mano sobre mis hombros y me obligó a subir por las escaleras, llegando a la planta alta, habían cuatro puertas, todas de distinto color. Una estaba al final del pasillo, esta tenia un color blanco. Una estaba a su izquierda y tenia un color verde, la que se encontraba enfrente de color café y la que estaba alado de esta tenia un color azul marino, había algo en esa habitación que llamaba mi atención. Era como si, me estuviese tentando abrirla y ver que había detrás.

-Vi.. Victor ¿Que hay en esa puerta? - interrogue con temor.

-Nada, solo cajas y cosas viejas - dijo mirando hacia otro lado. Aun sin soltarle me llevo hasta la puerta café, y apenas esta se abrió pude ver un completo orden y un olor peculiar muy fragante a decir verdad. Me dio una buena acogida.

Un escritorio grande con algunos libros acomodados en la esquina del mismo, una laptop y una docena de bolígrafos. Posters de algunas bandas y sobre la mesita de noche algunas fotos de el y otro chico. Un amplificador y dos guitarras en la esquina de la habitación. Un ropero algo grande junto a la ventana que daban directo hacia la calle. Toda la habitación pintada de un café bajo, el piso al parecer era de madera, la cama espaciosa con sabanas de color beis. Todo esto era perfecto.

-Pareciera como si nunca hallas entrado a una habitación - exclamo riendo mientras se sentaba sobre la cama

-Para ser hombre, eres muy ordenado - dije caminando hacia la ventana

-Que puedo decir. - habló modesto -Soy secretario, debo tener todo en orden. - fue directo al ropero, mientras buscaba no se que cosa, yo me centre en ver el hermoso anochecer, decidí abrir la ventana y un viento helado me dio unas muy buenas noches. Jamas había sentido tanta tranquilidad y recibir este aire me daba paz. Cosa que en mi casa no se siente. Por un instante sentí como si el frío me abrazara y acobijara, pensé que tal vez era mi madre, ella siempre hacia eso cuando yo era pequeño. De verdad la extraño, y la extraño demasiado.

-Ten - escuche antes de que un par de pantalonetas y una camiseta cayeran sobre mi cabeza. Me los quite de inmediato, y mire molesto a Victor.

-¡Se da en la mano! - exclame enojado

El Secretario ((KELLIC))Where stories live. Discover now