Día 3

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-Voy! -Mientras me levanto maldigo no haber cerrado la puerta de mi dormitorio para no escuchar nada. Estaba sonando el timbre, mientras voy abriendo cada vez me voy arrepintiendo mas de lo que hago, es Taylor! madre mía y yo con el lápiz de ojos y el maquillaje sin quitar con mi moño mañanero y el pijama de ositos. El se queda tan impactado como yo, normal con estas pintas.

-Buenos días. -Dice un poco entrecortado.

-Buenos días, lo siento voy a cambiarme tardo un segundo sientate. -Y mientras voy subiendo las escaleras escucho su risita y me empiezo a reír yo tambien.

Al cabo de cinco minutos bajo como nueva, con un vestido de vuelo azul agua y mis zapatos de vestir. El se queda un poco pillado y me dice:

-¿Sabes que vamos a andar un poco no?

-Yo me quedo igual y le digo -¿Pero no voy bien así?

-Si, si estas guapísima, digo... bien pero lo que te voy a enseñar de aquí es necesario ir andando, hay mucha gente en el centro. -Me dice.

-Ah, bueno da igual iré así de todas formas.

-Vale vale.

-Voy a beberme una taza de café y nos vamos.

-Ah, pero... yo... había traído de desayunar para los dos.

-A vaya lo siento! Te preparare a ti también un café y listo.

Al cabo de un rato salimos y todo estaba listo, ya habíamos desayunado y ibamos de camino al centro. Yo me quedaba alucinada con todo lo que veía, mi antigua ciudad era pequeña y yo nunca salía, apenas tenía amigos, todos eran unos falsos, y prefiero estar sola que mal acompañada la verdad.

Fuimos a visitar varios museos y una torre preciosa, y también me llevo a ver un puente precioso. Mas tarde, entre risas mientras me acompañaba a casa, claro, vive al lado, nos despedimos y me llevo hasta la puerta, eran las dos del medio día y yo tenía que hacerme la comida, me dijo que gracias por hacer que pasara este día tan bonito y me dio su numero, me dijo que lo llamara si me aburría y quería salir o si estaba mal o algo.

Cerré la puerta y me sonroje tela, empece a dar botes por toda la casa.

Puse la música a toda voz y empece a hacerme de comer. Cuando termine de comer me aburría mucho pero no lo quise llamar por no hacerle bulling no por otra cosa. Así que decidí mandarle un WhatsApp para que guardara mi numero, y a lo tonto se paso el día hablando con el.

Llegaron mis padres, sobre las ocho o así y comimos todos juntos, decidí acostarme porque estaba súper cansada de este día tan largo.

He makes me happyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora