(3) Instalaciones*

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<<Lo siento>>

Las chicas formamos una fila detrás de Cristina como se nos indico, salimos de aquel lugar en el cual habíamos pasado una gran parte de nuestras vidas, un sentimiento de vacío se forma en mi estómago y las ganas de vomitar no parecen favorecer la situación.El clima es cálido , el sol está en su punto más alto pero una brisa fría mantiene el ambiente.En la vereda nos aguardan tres autobuses de color gris, las ventanas están cubiertas por cortinas de color amarillo palo que nos impiden ver el interior del vehículo.Me siento en uno de los asientos del fondo al lado de la ventana, apenas puedo corro las cortinas y les hago un pequeño nudo para mantener la ventana despejada.
Me siento rara, un calor abrasador inunda mi cuerpo,me quito la campera y la doblo dejándola en mi regazo.Miró por la ventana y dejo caer la cabeza sobre la ventana que al pequeño roce me quema la frente, el sol está muy fuerte pero no me importa.El dolor me mantiene despierta.

—Adiós— susurro para mi misma, se que sera la última vez que veré la ciudad, la última vez que vez que vea el sol de esta manera y por sobretodo la última vez que oiga el canto de los pájaros.Jamás regresare para ver estas pequeñas cosas que solían formar parte de mi día a día.Mi casa completamente igual que las demás,una al lado de las otras, con  los patios reducidos ,sin adornos y mucho menos flores extravagantes que las decoren, solo el mismo pasto verde.Pero a pesar de eso detrás de cada puerta se encuentra una historia diferente.

Miles de recuerdos pasan por mi mente, cierro los ojos con todas mis fuerzas para alejarlos.
Los abro de golpe al sentir como el acolchado del asiento se hunde por el peso de una persona. Es Sheila.

—Veo que te llevaste bien con Cristina— dice sin mirarme, ahora que se encuentra más cerca puedo ver mejor su perfil.Tiene una nariz pequeña y algo respingada , sus labios son finos pero el de abajo es ligeramente más relleno y están pálidos .

—No lo creo — digo fijando la mirada a las pocas casas que quedaban.

—Eso dices ahora—me limito a mirar por la ventana, las casas desaparecieron haciendo caso omiso a sus comentarios. No sé de qué está hablando, tampoco me importa y al cabo de un rato se va.

Cuando llegamos a las instalaciones bajamos del autobús y caminamos hasta llegar a la puerta, era el edificio  más grande que había visto en mi corta vida.En el centro en un círculo gigante se podían leer las iniciales "I.D.I.S".Las puertas se abren de manera lenta acompañado de un estruendoso ruido .Nos adentramos  y caminamos por miles de pasillos totalmente iguales, están adornados por muchos cuadros que no logro entender. Sheila se pone a mi lado, no se que pretende pero la dejo estar, quiero ver que se propone .

Después de caminar por un rato pierdo a Sheila de vista, entramos en un pasillo más ancho que los demás. Las paredes están cubiertas de una gamuza color vino. Me siento incómoda estando ahí, como si no perteneciera a ese lugar.Es todo tan frío y sobrio , no hay manera de que pueda haber un ambiente reconfortante en este lugar, ni aunque pusieran la calefacción a treinta grados.
Veo como Sheila se abre paso y se coloca a mi lado, de nuevo . Ella se ata una coleta, similar a la mia, solo que a ella se le caen mechones de pelo por su cabello corto. Aún así le queda lindo.
Del otra lado de la sala entran los chicos, les ganamos por cantidad, y por mucho.Se colocan al lado de nosotras. Veo de reojo a Aron, está casi al último hablando con dos chicos al parecer tiene muchos amigos. Su hermana no parece tener tantos como el pero si la he visto intercambiando palabras con algúna de nuestra de su compañera.

Los hermano Englesston se colocan en frente de las dos filas e intercambian miradas antes de fijarse en nosotros. La verdad es que no se parecen en nada, solo por la horrible nariz grande y puntiaguda.Alex parece ser más joven aunque Cristina se mantiene pulcra y limpia, lo que le da una apriencia mas arreglada.

—Ahora les asignaremos sus habitaciones— dice Cristina — por favor les pediré a los chicos que se retiren. Alex les asignará sus habitaciones en el edificio A y las chicas irán al B, ya dicho esto, como ustedes sabrán, hay un lapso de tiempo en el cual determinaremos sus avances. Haremos distintos tipos de pruebas, a medida de que el programa vaya avanzando. Los chicos que no tengan el suficiente conocimiento, se tendrán que ir. Se les otorgará distintos trabajos para contribuir a la sociedad así mantener un equilibrio.

Todos se miran entre sí. Veo la preocupación en sus rostros, es comprensible además de estresante
Acabamos de trminar de rendir diversos examenes para estar parados aquí hoy,  pero a pesar de todos los esfueros todavía nos queda un largo camino por recorrer.

<<Tal vez me iré y todo mi esfuerzo ha sido en vano>>

Veo como Sheila se va de mi lado y se abre paso entre los chicos de manera desesperada. Busca a alguien,o eso creo. Cuando por fin lo encuentra lo abraza, es su hermano. Debe ser duro para ella, dejar por segunda vez a las personas que ama. Ahora está completamente sola, ya no le queda nadie. No puedo dejar de mirarlos por alguna razón se me vienen dos personas a la mente

<<Mi mamá y mi tía >>

No me puedo imaginar lo difícil que debe ser despedirse de un hermano a estas alturas...ambos se miran por última vez y se separan .Sheila, esta vez sin tantas ganas , se abre paso colocándose a mi lado nuevamente. Una parte de mi quiere desea darle palabras de cosnuelo pero parece ser lque las palabras se quedan atoradas en mi garganta.

—Ahora síganme—dice Alex en un tono animado

Empieza a alejarse y los chicos lo siguen. Cuando Aron pasa por mi lado nuestras miradas se cruzan. Tiene unos hermosos ojos azules, pero no como los de Cristina, los de él son más oscuros, son cálidos e irradian felicidad por alguna extraña razón.Aparto la mirada de inmediato y bajo la cabeza. Cinfirmo que ambos hermanos generan en mi una incomodidad y una pisca de vergüenza .

—Bueno chicas, ya es hora — dice emocionada. Caminamos tras ella hasta llegar a un pasillo lleno de puerta de distintos colores—Bueno les iré diciendo sus habitaciones y con quién la compartirán—se aclara la voz y prosigue— Caterine Nelly y Sheila Becher— y así sigue hasta que solo quedo una chica y yo—Samanta Blumer y Sofía Dunne — es alta, delgada de piel y tiene el pelo hasta la cintura y es muy bella — Bueno es todo por ahora, descansen y hagan lo que tengan que hacer, nos veremos mañana por la mañana. Que tengan una buena noche, chicas.

—Soy Sam

—Sofía







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