Capítulo 1: Pablo, mira que te llevo un heladito y hablamos todo, ¿Eh?

5.7K 116 45
                                    


Capitulo 1: Pablo

Por fin hemos acabado. Joder, ha sido un debate largo... Pero ha salido bien, y eso es lo que cuenta. El final ha sido lo mejor, aunque nadie imagina que lo ensayé con Pedro anoche por Whatsapp. El pobre estaba cansado también. No sé si le hizo mucha gracia que le mandara el mensaje a esas horas, pero me alegra que lo escuchara antes de dormirse. Sonrían, que sí se puede. Ojalá fuera verdad para todo, ojalá todo fuera tan sencillo como decirlo... Ay, Pedro, mi amor, ojalá algún día tú también sonrieras y dejaras claros tus sentimientos.

Íñigo: - ¡Ey, felicidades Pablo!¡Lo has bordado, ¿Eh?! No sé si lo sabes pero las primeras encuestas te declaran ganador, ¿Cómo lo ves tú? -

Pablo: - Puf, ya hablaremos mañana compañero, estoy demasiado cansado, sólo quiero ir a casa. Gracias por haberme acompañado...-

Íñigo: - Claro, no te preocupes, te llamo luego entonces. ¿Va todo bien?-

Pablo: - Sí, hasta mañana.

Por supuesto que no iba bien. Estamos en campaña y me estoy enamorando de mi enemigo. De un hombre casado y con hijos que pretende arrebatarme el puesto por el que mucha gente confía en mí. Por el que hemos estado peleando durante estos dos años. ¿Pero qué puedo hacer? Antes de la campaña todo hubiera sido más sencillo. De hecho creo que lo fue. Que había algo. Como cuando coincidimos en la Moncloa, aquél cruce de miradas por el pasillo y la media sonrisa que me dedicó, o esa noche en la que abrí Telegram y apareció que su contacto se había unido... Aish, que alguien ajeno a Podemos se una a Telegram sí que es amor. Y sé que lo hizo por mí, no puede haber otra razón. Le quiero, joder, y es un problema... Además está Albert en medio. Sé que Pedro y él son buenos amigos, sólo amigos, pero no puedo evitar sentir envidia, ambos son tan sexis... Sólo hace falta ver a las señoras antes de cualquier mitin, todas boquiabiertas pidiendo fotos...

"Ring, ring, ring" Uy, ¿Quién podrá ser a estas horas de la noche?

Monedero: ¡Hola cielín! ¿Cómo estás? Ya me han dicho que el debate a ido genial, ¡Y vaya sonrisa que tenías! Estabas para comerte. Oye,¿Te hace que me pase por tu casa en un rato y... bueno, lo celebramos?

Pablo: Lo siento Juanqui, ya te dije que lo nuestro se ha terminado. Ya me cabreó bastante que hasta dejaras el partido por una ruptura sentimental, así que para, por favor, no estoy de humor...

Monedero: Pero cielín, ¿Qué te pasa?¿Me extrañas? Mira que te llevo un heladito y hablamos todo eh, por la hora no te preocupes... ¿O es que sigues enfadado porque me fuera? Eso ya lo hablamos, cariño, ¿Cómo querías que te viera cada día? Tú ahí, tan sexy, con tus camisas, tu coleta, tus palabras... ¡Y yo ya sin poder sentir todo eso mío!

Pablo: No Juanqui, no es eso. Y para de llamarme cielo, cariño y esas cosas. No me enfadó que te fueras, fue tu decisión, pero sabes que lo dejamos porque yo ya no sentía lo mismo... Ni lo volveré a sentir.









Peblo, un amor imposible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora