37. Demonios.

6.3K 297 13
                                    


ALICE.

Todo el camino a casa de mi tía fue en total silencio, mientras por parte del chico vagabundo se tocaba los dedos nerviosamente. Un acto que me causaba gracia, como alguien tan intimidante como él se podía poner nervioso. 

Mi tía de vez en cuando miraba por el retrovisor con una sonrisa pasmada en su cara. A lo que yo simplemente le miraba con una ceja alzada.

Una vez que lleguemos a casa de mi tía, me propuse internamente en comenzar a decirle todo lo que había pasado con mi madre. Pero sabiendo como era mi tía, eso estaría mal con ella.

Y aquí nos encontrábamos todos sentados en una mesa hablando seriamente.

¿Qué le diría a mi tía? Em, mira que he encontrado a un vagabundo y cómo me dio pena lo traje conmigo. Dios, eso no podré decirle. Aunque tampoco lo tomaría a mal.

Vamos Alice, no podrás decirle eso a tu tía, se volvería loca.

-Pues...- Empecé hablando yo nerviosamente mientras pensaba en algo rápidamente- Dylan es mi novio  y pensé en traerlo conmigo...porque...-Y ahí es cuando la fantástica Alice la estaba cagando al máximo.

Miré hacía a un lado dónde se encontraba Dylan mirándome fijamente mientras hablaba nerviosamente. Y por otro lado mi tía que me miraba con una ceja alzada, sí de esas veces que te miran como si todo lo que le estuvieses contando fuese una mentira. Aunque en cierta forma es una mentira, pero lo dejaremos en una pequeña mentira por un bien de todos...

-¿Alice, me estás prestando atención?- Me dice mi tía mirándome confusa.

-Sí, perdona.- Le dije mientras la miraba de nuevo y borraba todos esos pensamientos de mi cabeza.

-Dije que no hay problema, se pueden quedar todo lo que quieran. Además está casa necesita vida, pastelito.- Dice con cierta ilusión. Después veo como el chico nos mira a las dos confusas. 

-Qué bueno tía, no generaremos ningún problema.-Le dije segura de lo que estaba diciendo. Aunque más problemas de los que hay no puede haber...

-----------------------------------------------------------------------------------------

*DYLAN*

No me podía creer lo que acababa de decir está chica. Alice. La misma Alice que me encontró como un vagabundo durmiendo en el suelo, iba diciendo que yo era su jodido novio. 

Noté como la sangre se me calentó y subió hasta ponerse en mis mejillas. ¿Por qué estaba diciendo algo tan estúpido? Cerré los ojos con fuerza a la misma vez que me trague mis palabras internamente. Me dolían los ojos por la fuerza que estaba apretando, pero ahora mismo mi mente estaba en otra cosa. 

Alice la había jodido hasta el fondo.

Sin más remedio, mis pies se movieron con vida propia  empecé a caminar hasta algún lugar de la casa. Mi ceño se frunció y mis ojos aún dolían, estaba muy enojado, por no decir demasiado. ¿Quién se creía que era para ir diciendo eso? Noté como alguien me cogía del brazo suavemente, haciéndome girar instantáneamente.

- ¿Se puede saber que mierda te pasa?- Me preguntó con el ceño fruncido mientras miraba hacia atrás para que no nos viese su tía.

-¿Qué me pasa? ¿Estás de coña? A penas de conozco de unas horas y le acabas de soltar a tu jodida tía que somos novios.

Quité su mano de mi brazo y seguí caminando hacia delante mientras buscaba mis cosas para largarme de una vez. ¿Ser su novio? Qué coño se cree que está chica.

Mientras caminaba rápidamente y intentaba buscar mis cosas, notaba como la mirada de ella estaba sobre mí, pero ahora mismo eso era lo que menos me importaba. ¿Por qué demonios iba diciendo que yo era su novio? Ni siquiera nos conocemos. La conozco desde hace nada y ya no la soporto. 

Por fin encontré las cosas. Me apoye a una esquina de la puerta, aguantando el dolor que me comprimía el pecho mientras apoyaba mis manos en mis rodillas y suspiraba lentamente. 

-Dylan....- Y de nuevo ella...

---------------------------------------------------------------------------------------------

¡Cositas bonitas, vine de vuelta!

Sé que es demasiado corto, espero que les guste :(

Un beso enorme.

¿Cómo estuvieron? ¿Bien? ¿Genial?

¡Feeeeeliz veeeeeeeeeeeeeerano!

¡Ese Boxeador es mío! © P A U S A D A Donde viven las historias. Descúbrelo ahora