Amor al volante (Amor sobre ruedas #1)

44 - Ella

Ella

Cuando llego a mi casa no puedo evitar sentir cómo el clima cambia notablemente comparado al de la mañana.

Dejo mi bolso sobre el sofá del living y al ver la rosa sobre la mesita sonrío al igual que antes. Ese pequeño gesto logró trasformar mi ánimo en cuestión de segundos.

Mauricio logra eso en mí. Él y sus detalles tan especiales.

Siento cómo mi corazón se acelera de sólo pensar en que esta noche vendrá.

El resto de la tarde acomodo y limpio la casa; luego cocino.

Preparo la mesa y pongo como centro la rosa.

Llega cuando todo está listo.

Al abrir la puerta me encuentro con su sonrisa, con sus ojos... con el chico que logra que todo mi cuerpo se descontrole. Me saluda con un beso, el cual se prolonga una vez que cierro la puerta.

—Qué rico aroma —me dice cuando nos separamos.

—Espero que te guste lo que cociné —admito sabiendo que las pastas son de su agrado.

Avanzamos hacia el comedor y él se detiene al ver la mesa preparada. Noto que fija su vista en la rosa y entonces sé que es el momento.

—Gracias por la rosa —le digo observando su reacción—. Fue hermoso despertar y encontrarme con esa sorpresa en mi ventana.

Se mantiene serio, pero poco a poco su semblante cambia y se transforma en una sonrisa. Sus ojos se clavan en los míos y de a poco se acerca a mi rostro.

—No fue nada —admite—. Un pequeño gesto para una gran mujer.

Y luego de esto sus labios vuelven a encontrarse con los míos, uniéndose en un vaivén de emociones que parecen intensificarse cada vez más.

Creo que esto empieza a ser amor.