Amor al volante (Amor sobre ruedas #1)

37 - Él

Él

Desde que empieza mi horario me siento intranquilo.

No paro de darle vueltas a los sucesos de la noche anterior. No logro dejar de pensar, de dudar, de hacerme mil preguntas que no tienen respuestas.

Lo único que quiero es que ella suba y poder darle la tarjeta de una vez por todas, sacarme esa responsabilidad de encima y aniquilar con ella todas las ilusiones que he comenzado a crear desde que la vi aquel primer día.

Por suerte, la veo esperando mucho antes de la hora en la que siempre está y me sorprende que el joven no la esté acompañando... después de todo, es miércoles. Igualmente prefiero no pensar nada ni sacar conclusiones que es muy seguro que sean erróneas.

Cuando sube y me entrega el dinero, no puedo evitar observarla a los ojos y notar que hay algo en su mirada que no se encuentra del todo bien. Me preocupo de tal modo que automáticamente le doy el boleto sin darme cuenta que también tengo que darle la tarjeta.

Ella avanza dos o tres pasos cuando lo recuerdo.

—Tania —la llamo sorprendiéndola y sorprendiéndome a mí. Nunca la he llamado por su nombre y tampoco lo he mencionado en voz alta. Me gusta como suena, me gusta porque va perfecto con ella... ¿O será que me gusta porque es de ella?

Me oye y me mira un tanto sorprendida. Busco rápidamente el documento en el bolsillo de mi mochila y cuando lo ve retrocede hacia mí.

—Se cayó ayer y una mujer me lo ha alcanzado —le explico observando como su mano se acerca a la mía para poder tomarla.

De nuevo ese roce.

La observa unos segundos y luego me mira con una sonrisa.

—Gracias, no me di cuenta que lo había perdido —comenta más animada. Entonces me mira fijamente a los ojos y por unos segundos no dice nada más—. Gracias —repite luego, volviendo a caminar.

—De nada —murmuro sintiendo como algo se quiebra en mi interior.

Allí, con ella, con cada paso que da, se aleja la única oportunidad que se ha presentado de poder hablarle.

La única oportunidad que yo dejé pasar... por cobarde.