6 - No temas a la muerte

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''-Vamos nena...

-No temas a la muerte...

-Nena coge mi mano...

-No temas a la muerte...

-Seremos capaces de volar...

-No temas a la muerte...

-Nena soy tu hombre...

(...)

-Y no teníamos miedo y nos quedamos con él.

-Entonces empezamos a volar.

-Miramos hacia atrás y se despidió.

-Nos habíamos convertido.''

HIM - Don't fear the reaper(cover)



-¿Ysi no despierta?-podía escuchar una voz familiar hablando cerca demí.-Si, pero lleva cuatro días así. ¿Y si no lo hice bien?

Estabatan cansada y dolorida que me costó reconocer la voz Ville. Queríaabrir los ojos pero me costaba, los notaba secos, me suponía un granesfuerzo hacerlo. Me sentía enferma, pesada, como si una fuerza memantuviese pegada a la cama. Gruñí. Era como una parálisis delsueño, la peor sensación del mundo.

-¡Creoque está despierta, luego te llamo!

Nisi quiera escuché sus pasos, directamente noté como la cama sehundía y supuse que se había sentado a mi lado.

-Elena...-susurró.

Abrílos ojos de golpe y lo pude ver al fin, más claro que nunca. Eracomo si de golpe mis ojos pudiesen apreciar cada detalle, tono,sombra y luz de su rostro. Sonreí cansada. Putas parálisis delsueño, eso sumado a los sueños tan raros que había tenido y laresaca me habían dejado hecha un cadáver. Me moría de sed, esa erala verdadera razón por la que me había despertado.

-Vayaresaca-me reí, mi voz sonaba horrible. Ville sonrió ampliamente.

Meempecé a sentir algo mejor así que me incorporé ayudándome de miscodos. Observé la habitación, que definitivamente no era la mía ymiré a Ville frunciendo el ceño. Era demasiado espaciosa, conparedes rojas y llena de estanterías con libros. No había nada másque eso, libros. Tampoco consigo fijarme en mucho más, me duele lacabeza y mi vista comenzaba a fallar, haciéndolo borroso. Estabamareada y también hambrienta. Había consumido toda mi energía ensentarme y mirar a Ville. Mis tipas rugieron y Ville se levantó parabuscar algo.

-¿Dóndeestoy?-pregunto, estoy a punto de tumbarme de nuevo.

-Toma-Villeme da una taza negra para que beba.

Nosé lo que es, pero huele increíble y me quema la garganta, así quesin pensármelo me lo llevo a la boca. Oh Dios, todo mi cuerpo secontrae con este líquido caliente y delicioso. Joder, ¡ambrosia!Sabe algo metálico quizás, pero juro que nunca había probado algotan bueno. No hay palabras para describirlo.Y me sentó tan bien comoun chute de vitaminas, ya no tenía el cuerpo tan engarrotado. ¡Perono era suficiente! Terminé la taza y Ville me la quitó de lasmanos, sonriendo.

-Más-gemí,estaba ansiosa, me había abierto el apetito. No dejaba de pensar enese líquido, era como el placer hecho bebida.

-Duermeun rato y luego te daré más-dijo él empujando mi pecho con eldedo, yo cedí y volví a tumbarme.

-¿Quéera eso?-no me quito de la cabeza su sabor. ¿Dónde lo guardaría?

-Medicina-contesta,está dando la vuelta a la enorme cama de matrimonio para tumbarse ami lado.-Y no puedes beber más hasta dentro de un rato.

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