¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
...
═════ ♢.✰.♢ ═════ ...
POV's Externo
Maggie se había ido y Eileen no sabía muy bien que hacer, eran aproximadamente las cinco y media de la tarde, y, descansar a esa hora no era lo mejor que podría hacer en esta situación, además de que su padre parecia estar en una especie de estado de coma en su habitación: Por más que lo movía él no se inmutaba en despertar, el doctor Banner también dormía como un tronco en la mesa del laboratorio de su padre. Eileen trató de levantarlo para que fuera a dormir a alguna habitación más comoda, pero tampoco despertaba.
Ella ya no entendía absolutamente nada, la mesa de centro que en la mañana estaba destruida por completo, ahora estaba como nueva, al igual que los licores y los grandes ventanales, parecía como si no hubiese ocurrido nada.
Realmente no entendía nada, Eileen estaba confundida y aturdida ¿Maggie había hecho todo esto con sus dotes de mujer rara, o la había drogado de camino a casa? No conocía a Maggie de nada, así que cualquier cosa podía ser ¿Y si lo estaba soñando? Si fuese asi, es probable que ya hubiese despertado, y si sólo...si todo era real, si, debía serlo. Porque si no era así, no encontraba respuesta para las cosas que había adivinado esa mujer, ni el raro comportamiento de todos los amigos de su padre y de él mismo.
No, no, no, esto no podía ser real.
¿Y si tantos libros de fantasía y ficción le habían causado daño cerebral? Y ahora llegaba a soñar despierta, si quizás era eso. Esto solo pasaba a las protagonistas de libros fantásticos y de ficción, no a personas reales como ella.
Ya un poco más "calmada", y decidida a que dejaría que las cosas fluyeran naturalmente, opto por dirigirse al refrigerador dispuesta a comer lo primero que encontrara, tanto pensar y maquinar en su cabeza si se había vuelto completamente loca le causó un gran apetito, así que mirando la gran despensa de su padre sacó lo que parecía helado de ciruelas, lo miró un instante y lo devolvió, siguió buscando, pero nada de lo que encontró pareció gustarle. No sabía si era el día o simplemente ella estaba de fastidiosa.
La chica suspiro cansada, no le quedaba más remedio que comerse el de ciruelas o ir a comprar el helado que ella quería. Ya que no sabia que hacer el resto del día decidió ir a comprar al supermercado más alejado, necesitaba pensar, y que mejor que yendo a buscar comida .
Sacó dinero de su billetera y salió a caminar por el helado, sería un largo camino a la tienda.
Necesitaba tomar aire.
...
Una hora después Enlatienda
POV's Eileen Stark
Ya era la cuarta tienda/supermercado que visitaba en donde no había helado del que quería, y de ningún otro, ¿acaso de un momento a otro a todo el mundo le entro ganas de comer helado?
Así que me dirijo nuevamente a la máquina heladera para sacar un helado de vainilla con trozos de oreos, la verdad, ya estaba cansada de buscar. Miro adentro de la casi vacía máquina, no hay muchos helados y sólo queda uno del que quiero ¡Bingo!
Un chico de tez morena se acerca con la intención de sacar un helado: ¡Mmm, vainilla con trozos de oreo!!—le oí susurrar.
Oh, ni lo creas.
El chico abrió la máquina listo para sacar el helado, yo, al no saber que hacer, me lanze al pote de helado de 5lit/kgr como un animal salvaje. El chico también hizo lo mismo provocando un choque de nuestras cabezas, que sonó: "Crack!, les juro por Dios que vi estrellitas de todos los colores. Auch.
Él se agarró la cabeza y se quejó al igual que lo hice yo.
—Lo lamento mucho...—susurró tomando su cabeza, y soltando una risita torpe. Diablos eso si que había dolido—.
—Si yo también. No fue mi intención—él se dirigió a la máquina nuevamente—...creo que los dos queremos el mismo sabor—.
—Si, así parece—él se quedo pensativo, mientras yo pensaba seriamente en sacar el helado y salir corriendo como si fuera Flash—...entonces, ¿qué hacemos? ¿te lo llevas tú?—bueno si insistes. No me debería negar a la caballerosidad de un desconocido—.
Tomé el pote pero me quede ahí, de pronto sintiendo algo de culpa.
—¿Y si te lo llevas tú?—lo ven, que alma más generosa tengo, soy un pan de Dios—.
—No, no, no. Que la señorita se lo lleve—ahora yo me sentiría culpable—.
—Y si nos llevamos el helado los dos—y ahora me pongo a conversar con cualquiera que encuentre en la calle, señoras y señores este es el tipo de cosa que no deben nunca hacer—...asi es justo para los dos—.
—¿Cómo haremos eso? ¿Lo partimos por la mitad o que?—me dijo en un evidente tono burlón, yo solo negué divertida—.
Una niña pequeña llegó y nos interrumpió. Era de tez morena igual que el, y tenía un enorme y hermoso cabello afro.
—¿Tío qué sucede con el helado?—dijo dulcemente la pequeña con un juguete de "Many a la obra". La niña me inspecciona detalladamente, bastante curiosa de ver a una desconocida hablando con su tío de nombre aún desconocido para mi—.
—¿Te importaria si lo compartimos cariño?—la niña negó un entender nada, el chico solo sonrió—. Bien, yo invito—.
...
POV's Eileen Stark
—Entonces Eileen, ¿sueles hacer esto muy seguido?—yo lo miró algo confusa. Este se empieza a reír de la nada—.
—¿Qué cosa?—Jaira miró fijamente a su tío y luego a mi, así sucesivamente durante largos minutos—.
—Invitar a la excéntrica torre Stark a un completo extraño y a su demente "sobrina"—Jaira que estaba toda manchada de helado en las manos, cara y cabello lo miró muy mal—.
—Todo sea por el helado de vainilla con Oreos—él rio y luego asintió—.
—Concuerdo contigo Eileen. Es que es el mejor helado de todos los tiempos, y que alguien se atreva a decirme lo contrario—dijo el chico—.
—Creo que concuerdo con usted, señor Wilson—los dos nos reímos. Sam era un hombre de sangre liviana y muy risueño, lo conocía hace como 45 minutos, pero ya me agradaba bastante—.
—Se acabó. Se acabó. Se acabó—cantó Jaira. Y era cierto, la muy enana se habia comido casi todo el helado ella sola—la niña empezó a bailar feliz de haber comido tanto helado en un mismo día. Yo aún me preguntaba cómo no tenía dolor de estómago—.
Y entonces, el celular de Sam comenzo a sonar.
—Hola, Shan. Aja, ok...ya la llevo, si Shan, ella esta bien. Si en unos minutos estoy allá amiga, nos vemos—Sam colgó—. Lo siento Eileen, pero mi amiga necesita que le lleve a Jaira, así que tendremos que irnos—Sam hizo un mueca—. Fue genial lo que hiciste con el helado, en serio te lo agradezco mucho—Sam se despidio—, espero poder vernos otra vez—.
Jaira se despidió y le dió la mano a Sam. Se abrieron las puertas del ascensor y ambos se fueron.
Suspire, en serio debo dejar de hablar con personas desconocidas así de la nada, no era normal.
Miré el pote vacío y volví a suspirar, al menos alguien si disfruto el helado.
