Bad Blood → KaiSoo

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Universo Paralelo

Para Kyungsoo no era nada agradable el hecho de sentir preocupación mezclada con culpa por causa de Kim Jongin alias el muchacho que se va a toda velocidad sobre una carretera, con una liga de freno inexistente y una puta molestia que lo ha tenido en una especie de coma durante una puta semana entera.

El pequeño agente cambió su rutina drásticamente desde entonces. En las mañanas amanecía en su cama y no entre las piernas de Baekhyun como tenía por costumbre, además de eso, hacía su trabajo solo y regresaba en las noches tardes directo al consultorio de Yixing a preguntar por Jongin porque «Es mi compañero, si se va a morir que lo haga después de atrapar a Choi».

Kyungsoo no lo manifestó, pero estaba muerto de miedo. Había vuelto al viejo hábito de morderse las uñas de la ansiedad que estaba consumiendo su ser. Jongin tenía una semana en un "Sueño Profundo", según Yixing, sus atenciones y estudios, pero Kyungsoo sabía que sueño profundo se resumía en coma y que posiblemente no iba a despertar, quizá no tan temprano como esperaba.

El estado de Jongin era extraño, a pesar de haberse arrojado del auto y salvar su puto culo por sí mismo, la caída le produjo golpes en la cabeza que alteraron su sistema motor. Incluso cuando fue encontrado en estado de semi inconsciencia, sus ojos se cerraron a los minutos de haber sigo ingresado al cuarto de operaciones.

Toda la agencia se mantenía en ascuas, Kris estaba especialmente preocupado porque tenía miedo de alguna demanda por parte de Jongin o algo por estilo.

Mientras tanto Kyungsoo estaba solo y angustiado y aunque Yixing con sus ánimos, intentaba avivar la llama de la esperanza, él estaba perdiendo la fe en una recuperación pronta de parte del rubio.

Y todo estaba jodidamente mal porque, a pesar de que Jongin era un traidor de primera, Kyungsoo no dejaba de sentir que todo era su culpa. Era su responsabilidad a pesar de que Jongin tenía este temperamento absurdo y celoso desde joven que lo hacía cometer burradas la mitad del tiempo. Nadie más que Kyungsoo conocía a Jongin y sus mañas; y aquello era lo que más le preocupaba.

—A veces pienso que acampas aquí —dijo Baekhyun, cerrando la puerta de la habitación de Jongin y sorprendiendo a Kyungsoo sobremanera—. ¿Al menos te bañas?

Kyungsoo no dijo nada, sin embargo le sacó el dedo medio directo a Baekhyun y éste no hizo más que reírse de él.

Estaba odiando la interrupción, estaba seguro que le había dado órdenes a Yixing de no dejar que nadie entrara a la habitación, primero por seguridad para Jongin porque quienes atacaron en primer lugar iban a intentar volver y en segunda porque él quería estar a solas con él. No obstante ahí estaba Baekhyun, llenando todo el lugar con su insufrible sarcasmo.

—¿Cómo sigue? —preguntó Baekhyun, unos minutos después de sentarse al lado de Kyungsoo e imitar lo que él hacía, es decir, contemplar a Jongin como nunca lo habían visto: tranquilo y callado.

—Igual —respondió un Kyungsoo monótono.

Igual quería decir sin moverse, y respirando mediante tubos. Era una broma pesada y si Jongin creía que Kyungsoo se iba a estar riendo pues estaba completamente equivocado. Ya estaba deseando que despertara para poder matarlo con sus propias manos. Jongin, Jongin, siempre Jongin, siempre él arruinando sus planes y deseos, arruinando sus ilusiones, arruinando todo. Kyungsoo sólo debía marcharse lejos, y dejarlo ahí, convaleciente, pero sus pies estaban sembrados al piso y su corazón le gritaba diariamente que debía estar en esa habitación, al lado de él porque a pesar de los pesares, de la traición y del dolor que le causó seguía siendo el hombre de quien se había enamorado, la persona que más amaba por encima del odio. La persona que no había podido olvidar en años.