✓ 𝗘𝗡𝗧𝗥𝗘 𝗣𝗨𝗟𝗚𝗔𝗦 𝗬 𝗖𝗢𝗟𝗠𝗜𝗟𝗟𝗢 ━━ seth clearwater

𝗢𝗢𝟳 la pelea, ¿y un nuevo amor?

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Mi familia y yo nos encontrábamos cazando esa era nuestra última noche de paz, mañana los neófitos estarían apareciendo por Forks y era nuestro deber junto a la manada proteger a Bella y a Charlie.

Cuando terminamos de hacerlo, nos encaminamos hacia las montañas donde debíamos esperarlos, Bella, mi hermano Edward y Jake ya deberían de estar arriba, se avecinaba una tormenta muy fuerte. Seth transformado en lobo se acostó detrás de mi brindándome su calor, aunque no era necesario, pero de todos modos me sentí mas tranquila, yo me recosté por el y acaricié su suave pelaje color arena.

—No te preocupes, todo saldrá bien, ya verás—el lobo gimió en tono lastimero—Oh, mi hermano y Jake están discutiendo—todos me miraron atentos, pero al escuchar mi carcajada supieron que todo estaba bien.

—¿Qué es tan gracioso?—me preguntó papá oso, yo me acerqué a él y le conté que Jake le dijo a Ed que el era la mejor opción para Bella pues, era más caliente que el, ambos reímos, esos dos realmente se pasaban—No cambiarán más.

—No ¿verdad?—en ese momento los demás lobos también habían llegado. Debo de admitir que, mirando esta escena, me da miedo que alguien salga lastimado, no quiero perder a mis dos familias.

Abracé lo mas que pude sin lastimar a Seth transmitiéndole todos mis miedos. Las horas pasaban y pasaban, el aire se iba tensando, el sol comenzaba a salir por detrás de la neblina mañanera. 

—Será mejor que se vayan ahora—me dijo Esme, yo asentí y antes de irme la abracé, transmitiéndole todo el cariño que podía.

—Te quiero, mamá—le dije con toda la sinceridad que tenía.

—Y yo a ti—me subí al lomo de Seth y subimos montaña arriba, cuando llegamos los tres estaban con cara de circunstancia.

—Jake, ya es hora—el me miró y asintió abrazándome—Más te vale que quedes en una sola pieza.

—Esos chupa sangre no sabrán quien pateó su trasero—yo sonreí, y así el se fue.

—Bien, ahora a esperar—yo me senté en el suelo y me concentré en ver la pelea a través de la mente de Alice, iban muy reñidos, y allí la vi, a esa mujer Victoria, ella no estaba peleando, más bien, algo que me hizo fruncir el ceño—Edward debes bajar ahora.

—¿Qué ocurre?—me preguntó con tono preocupado.

—Victoria se ha dado cuenta de que no estás ahí, debes irte o nos encontrará—dije mirándolo, el asintió pero Bella lo retuvo.