En tu sonrisa... Mi paz.

Capitulo 29

NARRA MARIANO

Aproveche que Lala se fue al baño y llame a Majo para contarle lo sucedido.

-Me pidió de quedarse acá y yo la deje. No quiero alejarme de ella, Majo.-

-Esta bien Mariano, es imposible hacer que se vaya después de lo que descubrió... Si le vas a contar que sea de a poco y evita el tema del bebé por favor.-

Acepte a pesar de que me moría por gritar a los 4 vientos que iba a ser papá otra vez. Me imaginaba una nena igual a mi Lala tan hermosa y chiquita... Que jugara con Olivia todo el tiempo y que Milo las cuidara como el hombrecito que es.

Lala salio del baño y se sentó en el sillón.

-Tengo hambre de pizza- me dijo- podemos pedir? Ya se que es tarde pero me muero por comer una porción o dos..-

Reí. Su primer antojo y yo estaba ahí para cumplirselo.

-Si obvio, ya pido. Tus deseos son ordenes.- Me sonrió dulcemente y agarre el teléfono.

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Comimos la pizza y llego la hora de dormir...

-Si queres te podes acostar en mi habitación,  que o voy y me acuesto en la de mis hijos.-

-Emm bueno, dale yo duermo ahí...- Lo que mas deseaba era acostarme con ella, abrazarla fuerte y sentir el perfume de su cabello. Quería decirle que la amaba y no dejarla ir nunca, pero cada cosa a su tiempo.

NARRA LALI

Hacia ya una hora que estaba acostada y no podía dormirme. Lejos de no estar cómoda el problema era otro... MARIANO. Si, en realidad no sabia porque pero estar entre sus sabanas, las cuales tenían su perfume me hacia mal, ademas cada vez que miraba la mesita de luz podía encontrar aquella foto en la que nos abrazábamos amorosamente. En un impulso me levante y recorrí el pasillo de su departamento llevando solo por prenda una remera gris del ex Rey sol, intente con todas mis fuerzas alejarme del dormitorio pero no pude, sentía la necesidad de dormir entre sus cálidos y bien marcados brazos.

Abrí la puerta y lo encontré acostado boca abajo, todo destapado y con solo un short que no llegaba a cubrir ni un tercio de su hermoso cuerpo. Quizás después de todo no estaba tan mal que el fuera mi novio, es mas creo que ya empezaba a gustarme, y aunque me daba mucha pena por Peter, cada vez que lo besaba no sentía nada del otro mundo...

Mariano empezó a moverse en la cama y termino por despertarse. Prendió la luz y me encontró parada desde el borde de la puerta.

-Lali, que pasa? te sentís mal?- pregunto preocupado refregándose los ojos.

-No, emm, no, todo bien, yo... El tema es..- no sabia como decirle lo que quería decir.-

-Necesitas algo? Decime.-

-Si, bueno. Es que me da mucha vergüenza...-

-Ey, decime. Enserio, no hay problema.-

-Puedo dormir con vos?-

Alzo las cejas y abrió las sabanas en señal de aprobación a mi pregunta.

NARRA MARIANO

Una brisa de esperanza apareció al ver a mi Lala acostándose a mi lado. Intente ser lo mas distante posible ya que no quería que pensara que era un acosador, pero sentir su cercanía me ponía como loco.

-Tranquilo.- me dijo.- Si queres podes abrazarme, bah... No se, nosotros dormimos juntos?-

-Si, muchas veces. Era normal que estuvieras aca o yo vaya a tu casa.-

-A la casa de mis viejos?-

Reí. -No, a tu departamento. Tenes uno hace un tiempo y es muy lindo.-

-Enserio?? Me muero! Ya quiero ir para allá, aunque debo admitir que me gusta estar con vos. No se que me pasa pero como que siento algo acá- dijo mientras ponía mi mano sobre su corazón, el cual pude notar que latía muy rápido.

-Te entiendo- le dije y puse su mano sobre mi corazón.- Es lo mismo que me pasa a mi.-

Me sonrió dulcemente y llevo la mano que antes estaba en mi pecho hasta mi cara, acariciando suavemente mi mejilla. Me miro fijo a los ojos y luego paso a mi boca, se acerco lentamente y me dio un dulce beso que despertó mil cosas en mi.

-Mariano...- me dijo.

-Que pasa Lala?-

-Creo que te amo. No. Para! Definitivamente te amo.-

Escuchando esas palabras de su boca no me contuve mas y la bese. La bese como nunca antes había hecho, tenia que demostrarle en cada beso todo lo que la amaba...